Las concentraciones de rechazo a la detención y encarcelamiento del rapero catalán Pablo Hasél, condenado por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la monarquía y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, derivaron el viernes en la cuarta noche de disturbios.
Desde el pasado martes, cuando se registraron las primera concentraciones, varias ciudades españolas han sido escenario de disturbios y cargas policiales que causaron enfrentamientos violentos entre manifestantes y policías, así como destrozos.
Este viernes, diversas ciudades catalanes vivieron la que ha sido la cuarta noche de protestas, con Barcelona como principal escenario de los altercados y también de una huelga universitaria en apoyo al rapero.
No ha sido hasta la noche cuando ocurrieron los primeros incidentes violentos, que se han saldado con cuatro detenidos (dos en Barcelona y otras dos en Girona) y al menos seis heridos, uno de los cuales necesitó traslad hospitalario, según han informado los Mossos d’Esquadra y el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM).
Las protestas en apoyo a Pablo Hasél, que se han dado por finalizadas poco antes de las 11 de la noche, dejaron la quema de contenedores en Barcelona, Tarragona y Girona, así como barricadas y enfrentamientos con lanzamiento de piedras entre manifestantes y policías, y asalto a entidades bancarias.
En Barcelona, los incidentes comenzaron cuando los manifestantes se dirigieron hacia la Via Laietana, donde está la jefatura de la Policía Nacional en Barcelona, edificio ante el cual se concentraron. Allí, aventaron botellas de cristal y petardos contra el edificio y los agentes de la Policía Nacional que lo custodian.
La policía regional, los Mossos d’Esquadra, situados varios metros más abajo, avisaron con un megáfono que actuarán, y los manifestantes respondieron al aviso avanzando hacia la línea de los vehículos de los Mossos.
Sobre las 8:30, los manifestantes empezaron a levantar barricadas en el Pla de Palau, con contenedores que incendiaron.
Hasta esa hora hubo en este punto lanzamiento de botellas y otros objetos, y además un grupo destrozó la puerta de una sucursal del BBVA y otra del Banco Santander, así como los cajeros de CaixaBank, en la zona del Pla de Palau. En las zonas aledañas hubo otros destrozos, incluida la quema de contenedores.
En la zona de La Rambla, un grupo de encapuchados lanzó objetos contra una comisaría en esta calle, según un tuit de Mossos d’Esquadra. Cerca, en el mismo distrito de Ciutat Vella, otros activistas causaron destrozos en tiendas.
Tras los disturbios y tensión entre activistas y policías en La Rambla, los manifestantes subieron hasta la plaza Catalunya, donde esa tensión se ha ido disipando.
Las furgonetas de los Mossos abandonaron la parte alta de La Rambla y se dirigieron hacia la plaza Universitat.
La tensión también ha ido de baja en la parte inferior de La Rambla, mientras los bomberos apagaron los pequeños incendios que se han provocado en papeleras a lo largo de la céntrica vía.
También se han registrado actos violentos en otras ciudades catalanas como Girona, donde los manifestantes han hecho pintadas con los lemas “Muerte al Borbón” y “Libertad Hasél” en los cristales del edificio de la Generalitat en la ciudad y también se han encendido fuegos ante los juzgados.
Unas 500 personas, según la policía local, participaron en la manifestación de este viernes, que comenzó en la plaza del Mercat de Lleó y ha ido avanzando por diferentes puntos de la ciudad en dirección a la sede de la Generalitat.
Los manifestantes lanzaron piedras a los Mossos d’Esquadra ante los juzgados, momento en que los agentes actuaron y los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes, y también tiraron contenedores y tomaron cristales para lanzarlos a la policía.
También rompieron los cristales de una entidad bancaria en la plaza Mercadal, y de otros dos bancos en la zona de la plaza Independència. Igualmente desmontaron mobiliario urbano para lanzarlo a los policías en la plaza 1 d’Octubre.
Otros manifestantes levantaron barricadas con material de obra y prendieron fuego en la zona del Pont de Pedra, y que en el carrer Nou han roto los cristales de otra sucursal.
El partido CUP informó que su diputado por Girona y ex alcalde de Celrà (Girona) Dani Cornellà fue agredido por agentes de los Mossos en la protesta de Girona en apoyo a Pablo Hasel “cuando intentaba dialogar” con motivo de la detención de un joven.
“El diputado de la CUP Dani Cornellà ha sufrido una agresión totalmente injustificada por parte de los Mossos d’Esquadra hoy en Girona. Dani Cornellà intentaba mediar durante la detención de un manifestante. Basta de agresiones policiales”, dice la CUP en un tuit.
En un video difundido por el partido en su cuenta de Twitter, los manifestantes piden ayuda ante la detención de un joven, que está en el suelo reducido presuntamente por un mosso: el chico grita “Ayudadme”.
Además, en Villafranca del Penedés (Barcelona), grupos de manifestantes lanzaron pirotecnia a la línea policial que custodia la comisaría de los Mossos d’Esquadra y arrojó piedras y pintura a los agentes, causando daños en el edificio. Igualmente, en Tarragona hubo quema de contenedores.
Los Mossos d’Esquadra detuvieron este viernes a tres personas en Cataluña, según el balance provisional de la cuarta noche de protestas por el encarcelamiento del rapero.
En Valencia hubo este viernes dos concentraciones en apoyo a las nueve personas detenidas durante las protestas de este jueves por el encarcelamiento de Pablo Hasél, una ante la Comisaría de Policía Nacional de la calle Zapadores donde se encontraban los detenidos y otra ante la Ciutat de la Justicia.
Finalmente, el titular del Juzgado de Instrucción 15 de Valencia, en funciones de guardia, ha decretado la libertad provisional y sin fianza para ocho de ellos, que tienen la condición de investigados y deberán comparecer ante el juzgado una vez al mes, según informa el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

Es “inadmisible” la violencia, señala el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, llamó este viernes “inadmisible” la violencia estallada por tres días consecutivos en las protestas por el encarcelamiento de Hasél y aseguró que le “hará frente”.
“La violencia es un ataque a la democracia. En consecuencia, el gobierno de España hará frente a cualquier tipo de violencia”, afirmó el dirigente socialista, rompiendo un silencio criticado por la oposición de derecha.
“En una democracia plena, y la democracia española es una democracia plena, resulta inadmisible el uso de cualquier uso de violencia”, insistió Sánchez en un acto en la región de Extremadura.
Sus declaraciones también salen al paso de las tensiones con su socio de coalición, Podemos (izquierda), algunos de cuyos dirigentes aplaudieron las protestas y criticaron la actuación policial.