Pese al decreto estatal, no usan cubrebocas los choferes y pasajeros en Chilpancingo

La mayoría de los choferes de Urvan en la capital y sus pasajeros no utilizan el cubrebocas y no aplican la sana distancia para evitar enfermarse por Covid-19.
En un recorrido por las paradas del transporte público en el centro de la ciudad, se observó que algunos choferes utilizaban el protector bucal y otros lo usaban de manera incorrecta. En cada vehículo había un bote de gel antibacterial.
Mientras que la mayoría de los pasajeros no utilizaban el cubrebocas. Las Urvan llevaban entre dos y hasta seis personas, quienes no aplicaban la sana distancia. Algunos de los vehículos pasaban vacíos.
En la ciudad no se observó la instalación de filtros con gel antibacterial, cubrebocas ni la organización de la gente, para que se proteja dentro de las unidades de pasajeros, por parte de la Dirección de Transportesd y Vialidad de estado.
El domingo, el gobernador Héctor Astudillo Flores dio a conocer un nuevo decreto en el Periódico Oficial del Estado, que incluye las medidas generales para que la población no se contagie del coronavirus en el transporte público, como la instalación de filtros sanitarios con toma de temperatura, el uso obligatorio de cubrebocas, la aplicación de gel antibacterial, sanitización permanente de las unidades de transporte, así como instalaciones y equipos, conforme lo establezca el semáforo federal Covid-19.

Con distintos modelos y hasta caretas, cumplen ciudadanos el uso obligatorio del cubrebocas

Gastan acapulqueños entre 100 y 200 pesos en material de prevención. Algunos están elaborados de tela y se lavan diariamente, otros son desechables y hay los N-95. “Lo uso para protegerme y a mi familia, es importante cuidarnos”, indica una de las entrevistadas

Aurora Harrison y Óscar Ricardo Muñoz Cano

La mayoría de las personas que salen a las calles usan cubrebocas de diferentes marcas y modelos, y algunos utilizan además caretas para protegerse y evitar contagios del Covid-19.
Son pocas personas que no atienden la disposición oficial emitida por el gobernador Héctor Astudillo Flores, que hace “obligatorio” el uso del cubrebocas para la prevención del virus.
El domingo pasado, el gobernador firmó un decreto con el que se aplaza al 30 de junio el reinicio de actividades no esenciales de los sectores público, privado y social debido a que en la entidad el semáforo sigue en rojo por la pandemia. En dicho decreto se establece el uso obligatorio de cubrebocas en todos los lugares y la sana distancia.
Las personas que utilizan cubrebocas dijeron que gastan entre 100 y 200 pesos, y que compran de tela y los lavan diariamente. Otros los adquieren desechables, y hay algunos que utilizan los N-95.
Ayer en al calle Bernal Díaz del Castillo, de la colonia Progreso, en las oficinas de Registro Civil del estado se observó una fila de unas 50 personas, la mayoría con cubrebocas y uno que otro con careta de plástico, que cuesta unos 150 pesos.
A las personas que hacían trámites para una copia del acta de nacimiento se les indicó que tenían que guardar la distancia.
Paulo Rodríguez dijo que él utiliza el cubrebocas para “protegerme, pero también a mi familia, por eso es importante cuidarnos para nuestra salud, creo que es importante traerlo”.
“Afortunadamente hay de diferentes precios, pero para nuestra salud no debemos ponerle pretexto, ni para nosotros ni pata nuestros hijos”, puntualizó el ciudadano.
Indicó que él cuenta con seis modelos diferentes de cubrebocas y cuando sale a la calle se lo quita sólo para tomar agua y al llegar a su casa lo lava, “para que se vaya el virus, porque uno sale a la calle y regresa con muchos virus”.
Osiris, quien llevaba un cubrebocas azul, indicó que “esta bien que lo usemos para el bien de nosotros y que no nos enfermemos y más ahorita como están las cosas, pienso que es más seguro, por ello debemos utilizarlo”.
Francisco dijo que utiliza el cubreboca como medida de protección para su familia y él, por ello compra el elaborado con material quirúrgico para cuando sale a la calle, que tiene un costo de 15 pesos por pieza. Pero también utiliza el N-95, que tiene un valor de 100 pesos.
De la inversión que hace para adquirir cubrebocas, respondió que no tenía la cantidad porque también usa lentes y en ocasiones se pone caretas; “en la salud uno no debe escatimar, lo importante es estar bien por ti y por tu familia”.
“He visto que muchos de manera responsable ya lo están utilizando y no tendría que llegar a que la autoridad dijera que es obligatorio, por cuidado de nosotros mismos, tenemos que tener iniciativa”, puntualizó el joven de 35 años.
Abundó que “todos tenemos que atacar el virus. He encontrado muchos taxistas que no utilizan cubrebocas y deben de usar porque no nada más se ponen en riesgo ellos, sino también a los pasajeros”.

Siguen las aglomerciones en bancos

Ayer lunes de quincena nuevamente en las sucursales bancarias hubo aglomeraciones de personas, a pesar de las restricciones de movilidad social ante la pandemia del Covid-19.
En un recorrido durante el día en la avenida Costera, se observó que en su mayoría las personas traían cubrebocas.
Por la mañana, y sin abrir aún sucursales como la de Santander de Magallanes o la de CitiBanamex, ubicada a un costado, ya habia unas 50 personas en fila para entrar. Consulta de saldos, cambios de NIP y depósitos, las principales operaciones.
Lo mismo en las sucursales de Banorte en Flamboyant; CitiBanamex en Club deportivo y la de Santander que está a una calle de la Base Naval.
Incluso afuera de la sucursal de Banjército, que está precisamente a un costado de La Base, unas 40 personas hacían fila para acceder a las instalaciones.
Del otro lado, en el Zócalo, a la sucursal de HSBC, también llegaron decenas de personas a hacer fila e ingresar, pero llamaron la atención quienes esperban afuera del Banco del bienestar, ubicado en la calle Ignacio de la Llave y que le daba vuelta a toda la calle.
Ahí y sin respetar la sana distancia, algunos ciudadanos no traían cubrebocas y se formaban para cobrar la Beca Bienestar, un programa del gobierno federal que busca apoyar a todos los estudiantes que cursen la Educación Básica.
En todos los casos, las filas se mantuvieron, al menos hasta las 4 de la tarde en muchos casos.
En el centro, decenas de negocios como como tiendas de ropa, ópticas y del Centro Joyero, que permanecían cerrados en una primera fase, ayer abrieron sus puertas a las personas que por ahí deambularon seguramente luego de cobrar su quincena.
En muchos casos, no todos, se aplicaban los protocolos de seguridad como el reparto de gel antibacterial e impedire que clientes entraran sin cubrebocas.
A lo largo de la avenida Cuauhtémoc se pudo observar a gente caminando y en su mayoría con cubrebocas.
Asimismo algunas unidades del Acabús iban llenas de pasajeros, también con cubrebocas, aunque algunos se los ponían en el cuello luego de pasar la revisión.
Mismo panorama en lugares como las paradas de taxis colectivos Cine río, Siete esquinas o Las Hamacas, donde la mayoría de los choferes también se protegían con el cubrebocas, pero no así todos los usuarios.
A las 4 de la tarde, el restaurante La Fogata, que está junto a lo que era la tienda Comercial Mexicana Las Hamacas, estaba lleno de gente. Mesas ocupadas y una fila de al menos unas 10 personas esperaban comprar comida para llevar y sin respetar la sana distancia.

 

Reparten cubrebocas a usuarios del Acabús tras decreto firmado por el gobernador

Argenis Salmerón

Ante el decreto firmado por el gobernador Héctor Astudillo Flores del uso obligatorio de cubrebocas, ayer trabajadores del Acabús repartieron mil piezas a usuarios.
La entrega se hizo de forma aleatoria en las distintas terminales de mayor concurrencia: Vacacional, el centro de transferencia de Renacimiento, Las Anclas, Ricardo Flores Magón, IMSS, Cine Río y Oviedo.
Se informó que ayer a las 8 de la mañana se entregaron cubrebocas a los usuarios en la estación de transferencia de Renacimiento como parte de la concientización.
Asimismo, los trabajadores regalaron gel antibacterial a los usuarios y algunos fueron desinfectados antes de ingresar a la estación de transferencia.
Después de las 4 de la tarde se volvieron a entregar cubrebocas a los pasajeros, y se les recordó que lo porten porque es decreto estatal debido a la emergencia sanitaria.
Se constató que la mayoría de los usuariossí traían el cubrebocas.
La usuaria Carmen Gallardo dijo que es una buena medida: “la verdad ahora ya sé que tengo que usar cubrebocas cada vez que venga a este transporte”.
Contó que una vez la desinfetaron antes de entrar a la estación de Renacimiento: “son buenas medidas, en el taxi vamos más pegados y sin tomar distancia”.
El pasajero Juan Caballero manifestó que el Acabús tiene medidas de prevención a diferencia de los camiones urbanos, Urvan y taxis colectivos; “aquí si no hay cubrebocas hay gel antibacterial o te desifectan antes de entrar a la estación”.
Indicó que como usuario debe de tomar en cuenta los horarios del Acabús. “En las horas pico hay más afluencia, entonces no hay que salir para evitar aglomeraciones”.
En declaraciones por teléfono, el vocero del Organismo Público Descentralizado, Jonathan Ramos Pineda, informó que ayer se entregaron mil cubrebocas y a partir de hoy no se permitirá el paso a usuarios que no lo porten.
Indicó que el reparto de cubrebocas en la estación de transferencia de Renacimiento se hizo de las 8 a las 10 de la mañana, de 3 a 4 de la tarde y 7 a las 8 de la noche.
Afirmó que incrementó un 10 por ciento el número de usuarios desde el primero de junio en el Acabús, a pesar de la emergencia sanitaria.
Explicó que a principios de mayo la afluencia de pasajeros disminuyó un 50 por ciento y a mediados de ese mes bajó otro 10 por ciento.
A diario entre 80 y 90 mil pasajeros se trasladan en ese medio de transporte.
Dijo que sigue la difusión de las medidas preventivas como la desinfección de camiones tres veces al día, sanitización de usuarios, entrega de gel antibacterial y cubrebocas, además de la revisión médica de los choferes.
El domingo pasado, el gobernador Héctor Astudillo firmó un decreto con el que se aplaza al 30 de junio el reinicio de las actividades no esenciales de los sectores público, privado y social, debido a que en la entidad el semáforo sigue en rojo.