Desalojan policías a propietarios de gimnasios que bloquearon La Diana

Luego de liberar la Costera para negociar en Protur y no llegar a acuerdos, se produce una segunda toma de la avenida y se procede al uso de la fuerza. El gobernador indica que es un asunto de salud, no de prepotencia o abuso de poder. El bloqueo se mantuvo total y parcialmente desde la 9:40 de la mañana hasta antes de la una de la tarde. Los bloqueos no deben permitirse, dice Adela Román

Mariana Labastida / Karina Contreras

Propietarios y encargados de gimnasios bloquearon la avenida Costera en la glorieta de La Diana para exigir que les permitan trabajar después del cierre ordenado por el gobierno del estado como medida para controlar los contagios de Covid-19. Los manifestantes fueron confrontados por policías antimotines estatales y municipales, así como ministeriales que los retiraron de la avenida, a empujones, cuando volvieron a bloquear al no llegar a un acuerdo con las autoridades.
Al respecto, el gobernador, Héctor Astudillo Flores, dijo que no son caprichos ni problemas personales el que hayan retirado a los manifestantes, “porque ante todo lo que se está cuidando es la salud, no es un asunto que tenga que ver con una actitud irrazonada de prepotencia, de poder, lo que se está tratando de proteger ante todos es la salud”, recalcó.
En la última publicación del Periódico Oficial del estado de Guerrero se estableció el cierre de los gimnasios, lo cual provocó la inconformidad de los propietarios y encargados que reprocharon por qué otros establecimientos en los que también hay concentración de personas no se están cerrando.
A las 9:40 de la mañana unos 150 propietarios, encargados y entrenadores de gimnasios en Acapulco bloquearon ambos carriles de la avenida Costera alrededor de la glorieta de La Diana e impidieron el paso hacia avenida Farallón, para exigir que les permitan abrir sus negocios. “No al cierre de gimnasios”, “Se provee de salud”, “El deporte es salud”, “El deporte salva vidas”, se leía en las mantas y cartulinas expuestas por los manifestantes.
A las 11 de la mañana abrieron dos carriles de ambos sentidos mientras una comisión fue a una reunión a la Promotora Turística (Protur) con el delegado regional de la secretaria de Gobierno, Óscar Hernández Salgado, 40 minutos después se replegaron al camellón dejando la vialidad libre, los policías estatales antimotines estaban en la gasolinería frente a los manifestantes y otro grupo de policías municipales se encontraban a una cuadra.
Aproximadamente a la 12:20 del día, les avisaron a los que seguían en la protesta que no había acuerdo para que los dejaran abrir los negocios y que sería el martes la reunión con el gobernador, Héctor Astudillo Flores.
Sin embargo, lo que seguían en la protesta no estuvieron de acuerdo y bloquearon nuevamente el carril de la avenida Costera con sentido a Caleta, minutos después los policías antimotines estatales, apoyados por ministeriales, empujaron a los manifestantes con los escudos y uno que otro agente lanzó toletazos que alcanzaron a uno o dos de los manifestantes.
“No a la provocación chavos” gritaban algunos mientras intentaban impedir que los jóvenes respondieran a los antimotines mientras éstos seguían empujándolos hacia el camellón con sus escudos. “No estén agrediendo” exigieron otros al ver el trato que les estaban dando a sus compañeros. “Somos gente sana, no somos delincuentes”, reprochó otro de los manifestantes que responsabilizó al gobernador por la actitud belicosa de los antimotines.
Los agentes estatales se colocaron a lo ancho de la avenida en el carril a Caleta intentando disolver la protesta que continuaba, los inconformes marcharon unos metros y se detuvieron frente a Galerías Diana donde bloquearon nuevamente. “Quieren bloquear mujeres, eso no es justo”, reprochó una de las inconformes frente a los policías.
Los policías continuaron detrás de ellos, después se replegaron y los manifestantes primero liberaron dos carriles de la avenida y, finalmente, minutos después de la 1 se retiraron.
“Esto es la antítesis de la sociedad, hay que hacer concordia, hacer valer nuestros derechos y el gobierno cumpla sus funciones, de bienestar, dar trabajo”, dijo uno de los propietarios, Pedro Jiménez.
Por la mañana, el mismo Pedro Jiménez había reprochado que el gobierno se está portando “demasiado mal” con ellos, lo que ha ocasionado molestia en “mucha gente”, porque son unos 200 establecimientos en el estado los que cerraron y cientos de familias que se quedaron sin ingresos. También ofreció una disculpa a los ciudadanos.
Otra de las inconformes indicó que su desesperación es porque les cobran renta, permisos de suelo, impuestos, nómina y el gobierno no los está apoyando; “qué tiene que ver la época decembrina con los gimnasios”, reprochó.  Agregó que están desesperados porque hay gimnasios que han cerrado, “nos quieren matar, asesinar como negocio, quieren que desaparezcamos”.
“Queremos una solución, sabemos que nos vamos a meter en problemas pues ni modo, a los mejor no son 43 sino 150 los desaparecidos, gobernador échenos la mano, queremos trabajar no estamos robando, los impuestos lo siguen cobrando los gobiernos de los tres ámbitos”, pidió otro de los propietarios.
El secretario general del Ayuntamiento, Ernesto Manzano Rodríguez, intentó convencer a los inconformes de quitar el bloqueo, lo cual consiguió, también lo intentaron el subsecretario de Asuntos Políticos, Sociales y Religiosos, Marco Antonio Adame, y el director de Gobernación, Carlos Andrés Mendoza.
Minutos antes de las 11 de la mañana, el gobierno del estado les ofreció a los manifestantes una reunión en las oficinas de la Promotora Turística (Protur), acordaron que iban a liberar uno de los carriles. Sin embargo, al ver a los policías estatales antimotines colocados en los dos carriles de la avenida Farallón los inconformes reprocharon a las autoridades que los querían quitar a la fuerza.

No son medidas ni capricho ni problemas personales, indica el gobernador

En la tarde, en declaraciones después de la reinauguración del hotel del SNTSS, respecto al desalojo el gobernador Héctor Astudillo recalcó que ante todo está el cuidado de la salud, que no fue un asunto que tenga que ver con una actitud irrazonada de prepotencia o de poder, sino para proteger a la gente.
“No son medidas ni caprichos ni problemas personales ni cuestiones personales, yo creo que cada quien tiene que colaborar y desde aquí invito a colaborar a todos incluidos a los dueños de los gimnasios”, convocó el gobernador. Agregó que se sabe que en los gimnasios no ha habido respeto a las medidas sanitaria.
Expuso que puede haber muchas protestas en la calle, pero se debe de escuchar también al pueblo respecto a las “medidas drásticas” que ha colocado el gobierno del estado, las cuales indicó son importantes, pero “tampoco es un asunto que esté acabando el tema de la economía”.
Astudillo Flores reiteró que lo importante es la salud y después la economía; “es también un llamado, vale la pena lo que ha sucedido con el bloqueo, hacer un llamado a que cada quien ponga de su parte”.
Por su parte, la alcaldesa Adela Román subrayó que los gimnasios no se abrirán por ser lugares cerrados, porque se comparten aparatos, y comentó que los bloqueos no deben permitirse.
Dijo que los dueños de gimnasios alegan un “absurdo de ‘porqué funcionan los bares’” y precisó que son lugares abiertos, con un aforo del 50 por ciento. “En un bar abierto no es el mismo riesgo. Los bares no son esenciales, ni en lugares abiertos ni cerrados, por mi estuvieran cerrados todos, pero hay reglas que se consensuaron y que se aprobaron de manera colegiada y hay que respetarlas”.