Alejandro Guerrero

Iguala

Integrantes del colectivo Madres Igualtecas en Busca de sus Desaparecidos iniciaron en la cárcel de Ayutla de los Libres la búsqueda en vida de la joven Ivette Melisa Flores Román, sin tener resultados positivos.
La diligencia es parte de la sentencia emitida contra el Estado mexicano por el comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por discriminación en el acceso a la justicia y por no aplicar perspectiva de género en la investigación del delito cometido el 24 de octubre de 2012 en Iguala, cuando la joven tenía 19 años.
Desde el día anterior, la comisión de 25 integrantes del colectivo, en su mayoría mujeres que buscan a sus hijos, así como hijos de algunas de las víctimas de este delito, se trasladó a la cabecera municipal de Ayutla para que a las 6 de la mañana iniciar la primera acción de búsqueda en vida dentro de la cárcel de este municipio.
Esta primera etapa de la diligencia que termina el sábado se realiza con agentes del Ministerio Público Federal de la Fiscalía General de la República (FGR), acompañamiento de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), la Comisión Estatal de Búsqueda, y resguardo de efectivos de la Guardia Nacional y Policía Estatal.
En declaraciones concedidas vía telefónica, la presidenta del colectivo Sandra Luz Román Jaimes, mamá de Ivette Melissa, detalló que al reclusorio ingresa una comisión que lleva las fichas de búsqueda de las víctimas de este delito que están en el padrón de la asociación que son 174 casos, de los que 94 tienen denuncia ante la federación y 80 ante la Fiscalía estatal.
Román Jaimes contó que vieron a los 32 presos en la cárcel de Ayutla a los que corroboran con su padrón y les mostraron las fichas con los nombres y fotografías de las personas que están buscando, “suplicando con el corazón” que si tienen alguna información de su hija o cualquiera de los otros desaparecidos se las den a conocer de forma confidencial “sin meterlos en problemas”.
Declaró que ofrecieron a los detenidos darles apoyo si alguno está incomunicado con su familia, les ofrecen ayuda para avisar de su detención en esta cárcel.
Informó que en esta primera diligencia no hubo hallazgos ni datos que ayuden a la localización de su hija o algún otro desaparecido registrado en este colectivo.

Pegan fotos y lonas y entregan fichas de los desaparecidos a los automovilistas

En este mismo municipio, luego de la búsqueda en la prisión que se realizó entre las 6 y las 10 de la mañana, aproximadamente, las integrantes del colectivo que portaron playeras con la fotografía y nombre de Ivette Melissa, pegaron fichas de búsqueda en el Zócalo y otros espacios públicos, asimismo, colgaron algunas lonas con las fotografías de las víctimas y en los semáforos estuvieron repartiendo fichas de búsqueda a los automovilistas a quienes pidieron apoyo para proporcionar cualquier información que tengan de alguna de esas víctimas.
Luego de este primer día de actividades, se trasladaron al municipio de Ometepec, también en la Costa Chica de Guerrero, donde hoy realizarán una actividad similar de búsqueda en vida dentro de la cárcel y en espacios públicos de la cabecera municipal.
En esta primera de tres etapas de la diligencia enfocada principalmente a la búsqueda en vida de la joven Ivette Melissa Flores, también contempla realizar acciones en Chilpancingo, Chilapa e Iguala.
Las acciones de búsqueda de la joven, que fue extraída de su casa y desaparecida hace casi 12 años en Iguala, hecho en el que intervinieron policías Ministeriales de la Fiscalía General del Estado (FGE) y Municipales, así como agentes de Tránsito y civiles armados, se desarrollará en 12 municipio de cinco regiones de la entidad, son en cumplimiento a las recomendaciones de la CEDAW de la sentencia emitida en noviembre de 2022 contra el Estado mexicano, y que se logró mediante amparo que la activista Román Jaimes promovió ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU.
Este caso es el quinto sobre desaparición que resuelve un órgano de vigilancia de tratados de la ONU, y el primero en que la víctima desaparecida es una mujer.