Íbamos bien en empleo, turismo, minería…hasta que llegó la pandemia, dice Astudillo

En entrevista con El Sur en la víspera de su quinto informe, el gobernador admite que hay muchas cosas que le hubiera gustado hacer y no hizo, entre ellas reducir la pobreza y abatir el analfabetismo. Asegura que el Covid-19 sigue inalterable y responsabiliza a turistas que no se protegen y también a la “inconsciencia” de los ciudadanos. Afirma que ha disminuido la violencia asociada con el crimen organizado y se compromete a no intervenir en los próximos comicios para gobernador

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El gobernador Héctor Astudillo Flores aseguró que los números en su gobierno en materia económica y de seguridad eran buenos, e incluso “extraordinarios”, pero la llegada del coronavirus cambió la velocidad de estos avances.
Admitió que hay muchas cosas que le hubiera gustado hacer y no hizo; algunas de ellas, mejorar la situación económica de los guerrerenses que se agravó por la pandemia, bajar los índices de pobreza y abatir el analfabetismo.
Previó que el problema económico será mucho más difícil el próximo año y que afectará a las familias del estado y al gobierno, porque el presupuesto que entregará este 15 de octubre al Congreso local viene “muy disminuido”.
A ello le sumó que el Covid-19 sigue inalterable, y responsabilizó a los turistas que llegan cada fin de semana y no toman las medidas de prevención, y también a la “inconsciencia” de la gente.
De la violencia vinculada con el crimen organizado insistió en que ha disminuido considerablemente con respecto a hace cinco años, de acuerdo con las cifras del gobierno federal. Argumentó que ésta se genera porque Guerrero se usa para el tránsito de la droga que viene desde Centro y Sudamérica y por las pugnas por el territorio, la producción y la venta de la droga entre los grupos delictivos.
Aseguró que en las elecciones de gobernador, diputados locales y federales y presidentes municipales, no se va a meter y que respetará los resultados. “Voy a terminar de ser gobernador a las 12 de la noche del 26 de octubre, y al otro día veré a qué me voy a dedicar”.
En adelante, expresó que le gustaría que lo recordaran como una persona que trató de darle gobernabilidad a su estado y mejorar sus indicadores delictivos, pero que lamentablemente, “el ritmo se rompió con el problema sanitario que afectó al mundo”.
Entrevistado ayer por vía telefónica, a casi un año de que concluya su gestión en el cargo político más importante del estado, y a horas de su mensaje ante el Congreso local con motivo de su quinto informe de gobierno, Astudillo hizo una evaluación de su administración.

Mejorar la difusión de la tarea de gobierno

“Muchas cosas no se conocen y se tienen que difundir más. Algunas son bien aceptadas, otras tienen mediana aceptación”, concluyó. Explicó que la evaluación es un ejercicio con el objeto de que las cosas mejoren en lo que falta del gobierno.
Astudillo Flores informó que la cuarta parte de las 42 páginas que expondrá hoy al Congreso, se refieren al Covid-19, que ya va en el séptimo mes, y se quejó que por lo “inesperado” de la pandemia no pudo hacer “muchas cosas más que tenía planeadas”.
Planteó que el Covid-19, independientemente de los decesos y los daños a la salud, trajo mucho daño económico y que si bien la pandemia se va a controlar cuando llegue la vacuna, el problema económico va a llevar más tiempo reconstruirlo.
“Íbamos bien, los números del turismo eran buenos. Yo diría que extraordinarios. Íbamos bien en el empleo, de acuerdo con el Inegi el estado se contabilizaba como el de menor desempleo. Íbamos muy bien en la minería y estábamos en buena ruta con los números de seguridad”.
Pero la pandemia cambió la velocidad de estos avances. “Nos cambió el orden de trabajo que traíamos, y le metimos mucho a lo que se ha llamado la reconversión en los hospitales”.
Explicó que a eso se debe que en seis meses hizo más de lo que en muchos años no se había hecho en materia de salud.
Anunció que su propósito es dejar mejor sistema de salud, “porque la pandemia nos mostró tal cual estamos. En el año que queda, según el gobernador, buscará la reconstrucción económica en el estado, en lo que tendrá que ver mucho la iniciativa privada “y la mano del gobierno federal”.

“…no traen cubrebocas”

Astudillo Flores culpó que el Covid se mantiene sin bajar las cifras de contagios y muertes a los turistas que llegan los fines de semana; “no traen cubrebocas, se reúnen en la playa de manera grupal” y dijo, y admitió que la situación se originó por la reapertura y la reactivación económica.
El gobernador también atribuyó a la “inconsciencia” de los ciudadanos. “No es una expresión ofensiva, sino realista. Hay mucha inconsciencia de muchas personas que no han querido aceptar que hay que poner mucho cuidado; utilizar cubrebocas, la sana distancia, y hacer muchas cosas que tienen que ver con la higiene, tener claro que el virus está en todos lados”.
Advirtió que el problema más delicado que dejará el Covid, es el ingreso de las familias, “porque las familias comen y visten, todo este gasto es elemental en torno a una familia por muy modesta o humilde que sea”.
Con respecto al Gobierno, informó que el presupuesto que mandará al Congreso del estado este 15 de octubre va disminuido, “y tendremos que seguir buscando como gastar menos”.
Añadió: “El año 2021 lo veo muy complicado. En la historia del estado y del país pinta especialmente complejo, diría que si para un estado que tiene industria, a diferencia de nosotros que sólo tenemos turismo, lo sentiremos más. Somos un estado que dependemos mucho de nuestras actividades primarias”.
En la previsión presupuestal, reveló que viene disminuido en el gasto corriente; “no hay que comprar vehículos, hay que disminuir rentas, todo lo que corresponda a la inversión directa estará muy limitado. Dejaremos de hacer obra pública, suspenderemos apoyos que se daban a los municipios o para ferias. Tenemos que entender que vamos a prescindir de mucho gasto”.
Aclaró que no se afectará en los rubros de salud, seguridad y educación, “sería un grave error que hubiera recortes en éstas áreas”, declaró.

Se prepara para dejar de ser gobernador

En el contexto de la pandemia, Astudillo Flores habló de las campañas que se avecinan. Planteó que obligará a que los candidatos y partidos echen a andar su imaginación y busquen mecanismos que funcionen, porque las reuniones no podrán ser tumultuarias como han sido.
Fuera del problema sanitario, prometió que él no se va a meter en la elección. “No voy a influir. No tengo por qué hacer cosas que no debo hacer. Debo ser muy respetuoso de lo que decidan los guerrerenses”.
Dijo que su deseo es que quien lo sustituya tenga muy claro “que ésta es una responsabilidad compleja y que no es un asunto de disfrutar el poder. Yo creo que Guerrero requiere de mucha atención”.
Recordó que el presidente An-drés Manuel López Obrador, cuando estuvo en Acapulco recientemente, le preguntaron que cómo tendría que ser el próximo gobernador y respondió que como Héctor Astudillo.
“Yo entiendo que quiso decir que no generen problemas, que estén atentos de su estado y que cuiden mucho el tema de seguridad. No porque me viera como el salvador del mundo, sino simplemente que el estado no tenga la gran cantidad de conflictos como hace cinco años, cuando Guerrero hervía de tanto conflicto social y político”.
También en el plano electoral habló de su partido. “Veo al PRI como un partido que existe. ¿Cómo le va a ir?, no sé. Yo no voy a ser candidato. Yo voy a terminar de ser gobernador a las 12 de la noche del 26 de octubre, y al otro día veré a qué me voy a dedicar. Voy a ser respetuoso”.
Aseguró que está consciente de que el año que viene, habrá disminuido el poder y la influencia que tiene como gobernador.
“Así como me preparé para ser, me debo preparar para empezar a entender que voy a dejar de ser. Afortunadamente para mí no es problema, el poder lo he visto con responsabilidad y con madurez”.
Sostuvo: “El poder no me ha enfermado ni me ha hecho perder el control sobre mi persona. Soy enemigo de los excesos y de los escándalos”.
–Que será de Héctor Astudillo después de octubre del 2021?
–Respetuoso de quien llegue a ser gobernador. Muy consciente de que tuve la honrosa responsabilidad de ser gobernador. Estaré en Gue-rrero lo extremadamente necesario, tengo mi casa en Chilpancingo. Héctor Astudillo habitará la misma casa que habitaba antes de llegar a ser gobernador y mi mismo departamento que tengo en Acapulco.
“No he sucumbido a la tentación de vivir en otras casas o en otros lugares. Trataré de ser igual que como soy, nunca me han gustado las pretensiones del poder, los excesos de seguridad. Nunca me ha gustado nada que pueda rallar en el escándalo. Yo creo que mi vida está muy hecha. Tengo 62 años, terminaré de ser gobernador a los 63 y a los 63 es una edad en la que difícilmente cambiaré mi forma de ser”, sostuvo.
–Cuáles son sus insatisfacciones como gobernador?
–Lo económico; se nos atravesó a todo el mundo el Covid, y eso está planteando que las circunstancias no terminen como me hubieran gustado que terminaran.
–¿Cuáles son las obras o acciones programadas para éstos cinco años que no se hicieron?
–Podría mencionar una gran cantidad de cosas: me hubiera gustado que hubiera más desarrollo social, que hubiéramos mejorado los índices de pobreza, que hubiera menos analfabetismo.
Y pidió que lo recuerden “como una persona pública que trató de darle gobernabilidad a su estado y mejorar sus indicadores delictivos”, pero reconoció que le hubiera gustado que el ritmo no se rompiera, “lamentablemente se nos rompió con el problema sanitario que afectó al mundo”.

Las causas de la violencia

El ahora gobernador, quien prometió en la campaña “orden y paz”, argumentó que en Guerrero es difícil resolver el problema de la violencia por el tránsito de la droga que viene desde Centro y Sudamérica y por las pugnas por el territorio, la producción y la venta de la droga entre los grupos delictivos.
Pero presumió que hace cinco años Guerrero estaba en el primer de violencia “y hoy estamos en el noveno, de acuerdo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana”.
Reconoció que el problema no se ha terminado y que será muy difícil que en Guerrero y otros estados no existan delitos y homicidios, “pero las cosas ya son diferentes”.
Explicó que “históricamente re-solvemos nuestros problemas con la violencia, también es derivado de la presencia de diversos grupos delictivos que compiten territorio y la mayoría de los delitos están relacionados con sus acciones”.
Pidió recordar que en Guerrero hay 500 kilómetros de mar “en donde es muy apetecible el desembarco de drogas que vienen de Centro y Sudamérica. También hay que recordar que tenemos sierra donde se siembra amapola y mariguana y esto genera confrontación, competencia de los grupos por el control de la siembra y de la droga”.
Declaró que la competencia es por la venta de la droga en lugares como Acapulco y otras ciudades grandes del estado.
Aunque admitió que hay días que baja y otros aumenta, “lo que sí sé es de la disminución en Acapulco, esa si no tiene discusión… es el lugar que más ha mostrado la reducción de los indicadores delictivos”.
También aseguró que el estado está a la mitad de los homicidios dolosos en comparación a las cifras de hace cinco años.