Resguardan marinos y policías macro tiendas en Rena y la Zapata ante anuncios de saqueos

La Fiscalía General del Estado advierte en un documento que quienes participen en estos ilícitos aprovechando la contingencia sanitaria serán castigados hasta con 16 años de prisión. También se blinda un súper de Atoyac

Redacción

Acapulco / Atoyac

Efectivos de la Secretaría de Marina, así como policías ministeriales y estatales resguardaron los supermercados Soriana Renacimiento y Mega Soriana Zapata, ubicados en el transitado bulevar Vicente Guerrero de Acapulco, luego de un reporte de un posible saqueo, debido a la contingencia del coronavirus.
Mientras en Atoyac, ante rumores de saqueos, la tienda Súper Che blindó la fachada principal del establecimiento con madera para impedir robos, y policías municipales resguardan el supermercado.
En Acapulco la movilización ocurrió porque después de las 9 de la mañana una persona reportó al C-4 que escuchó de un posible a saqueo de la tienda ubicada en la colonia Emiliano Zapata.
De acuerdo con el reporte policiaco la supuesta rapiña fue convocada para ayer al mediodía, sin embargo, no ocurrió tal hecho.
La tienda de la colonia Ciudad Renacimiento fue resguardada por una treintena de marinos por unos 40 minutos, para posteriormente trasladarse al supermercado de la colonia Emiliano Zapata, donde había recorridos de agentes estatales y ministeriales.
Los marinos se trasladaron a Mega Soriana, ubicada en la colonia Emiliano Zapata, para resguardar la tienda por una hora.
Más tarde, los efectivos se retiraron de las dos tiendas al no efectuarse los anunciados saqueos.
Mientras, las personas realizaban sus compras con normalidad en los dos supermercados ubicados en la zona suburbana de la ciudad, aunque algunas personas sí se asombraron por el fuerte despliegue policiaco.
Al respecto, la Fiscalía General del Estado (FGE), advierte en un documento que quienes participen en saqueos a negocios o tiendas comerciales aprovechando la contingencia sanitaria por el Covid-19 serán castigados hasta con 16 años de prisión.
El lunes pasado, efectivos de la Guardia Nacional y policías municipales resguardaron los supermercados Aurrerá y Soriana, ubicados en la avenida Costera.
En tanto, los comerciantes informales asentados en la banqueta siguen su actividad comercial normal, sin ninguna medida de higiene.
También los bancos de Ciudad Renacimiento operaron de manera normal y los cuentahabientes tomaban su distancia para entrar a las sucursales bancarias.
El intenso tráfico en el bulevar Vicente Guerrero seguía de manera normal, aunque algunos choferes de taxis colectivos usaron cubrebocas.
En Atoyac, el resguardo de la tienda Súper Che fue tomado la mañana de este jueves ante la contingencia por el coronavirus, y en el lugar se observó resguardo de la Policía Municipal en la entrada de la tienda, que opera de manera normal.
Entre la población se decía que la tienda había sido cerrada, pero esto resultó ser falso, y se confirmó que solamente se trató del blindaje que se hizo para evitar un posible saqueo.
Esta es la tercera tienda en la ciudad que toma medidas preventivas, las anteriores fueron los negocios de Parisina y Milano, que optaron por cerrar definitivamente sus instalaciones hasta que pase la contingencia.

 

Avalan trabajadores de playa el cierre, pero piden que los gobiernos les ayuden

Habrá personas desesperadas por la falta de ingresos y de trabajo que podrían llegar a la violencia, advierten

Mariana Labastida

Meseros de parianes, de renta de mobiliario. masajistas y comerciantes informales, coincidieron en que si es por salud avalan el cierre de playas, sin embargo piden que se piense en ellos y les den un apoyo económico.
Otros urgieron a las autoridades medidas que den tranquilidad a los trabajadores de playa para evitar el pánico ante la falta de dinero.
El gobernador Héctor Astudillo Flores anunció el miércoles el cierre de las playas a partir de las 8 de la noche de ayer jueves, medida para evitar la proliferación del coronavirus ante la emergencia sanitaria del país.
“¿Cómo voy a alimentar a mi familia?”, se preguntó de un mesero de playa El Morro. Entiende que cerrar la playa es para evitar contagios, pero si no trabaja no tiene dinero para los gastos de comida en su casa.
“Yo tengo tres niños, que cierren está bien, pero no hay apoyo, por lo menos que nos den 5 mil pesos para el mes y mantener a nuestras familias”, comentó Javier, otro de los meseros sentado junto con sus cuatro compañeros bajo la sombra de uno de los toldos, que se encuentran vacíos.
Otro de ellos duda de la existencia del coronavirus. Lo dice al preguntar si en Acapulco hay casos. Sus compañeros le explican que hay reportes en el estado por eso es importante continuar las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades de salud.
Los cuatro saben que el cierre de las playas es una medida ante la emergencia, pero mala para ellos que viven de lo que ganan en la venta de bebidas y comida, y aunque no hay mucho turismo siguen llegando visitantes que consumen.
“¿Será verdad que los detendrán en la autopista para que no vengan, que ahí les van a tomar la temperatura?”, comentó otro de los meseros respecto a la esperanza que lleguen visitantes, porque “al chilango no le importa, si vienen cuando está lloviendo”. Sin embargo el cierre elimina sus esperanzas de tener un ingreso.
Manifestaron que la cantidad de visitantes se puede comparar a un miércoles de periodo de temporada baja, aunque llevan dos semanas en la misma situación.
“Nada se puede hacer si el alto mando ordena, para qué hacer boruca”, externó un trabajador respecto a la medida.
“No vale la pena opinar, es uno en un millón, de por sí no iban a venir”, manifestó uno de los vendedores de bebidas y alimentos  en el acceso frente a la glorieta de La Diana respecto a la llegada de visitantes la próxima semana, que es el periodo vacacional de  Semana Santa.
Otros consideran que sin necesidad de cerrar las playas la gente no iba a llegar mientras más avance la emergencia por el coronavirus, y externó que la pandemia es un asunto político porque cuando hubo casos por zika y chikungunya que también afectó a muchos trabajadores de playa, no se cerraron ni se tomaron tantas medidas de sanidad.
“Aquí se puede tomar la distancia que dicen, no hay tanta gente y se puede mantener la distancia”, comentó Marcos, quien  solamente baja a la playa para no aburrirse en su casa porque ya cerraron al puerto a las embarcaciones de turismo, que es a lo que se dedica.
Adriana Santa Cruz lleva 18 años trabajando como masajista. Dijo que el cierre les afecta porque es donde trabaja, por lo que espera que así como las autoridades ya no permitirán que se entren, también los consideren para darles apoyos económicos para que se queden en su casa sin tener la preocupación de no tener para comprar alimentos.
La ex dirigente de los comerciantes de parianes, Elodia Sánchez, dijo que muchos comerciantes son conscientes que el cierre es para protegerlos a todos, aunque algunos esperaban que llegaran visitantes la próxima semana, “pero quién sabe cuántos podrían llegar contagiados”.
Resaltó que lo importante es darle alternativas a quienes viven al día de las ventas, por lo que llamó a las autoridades a no dejar solos a los prestadores de servicios turísticos porque viven de las playas, “hay pagos por hacer servicios, permisos, si no vendemos no hay recursos para pagar”.
Indicó que el temor de algunos es que el cierre cree un brote de violencia porque hay personas desesperadas ante la falta de trabajo, “tienen que apoyarnos, no dejarnos solos a la gente más desprotegida, que nos den la seguridad, porque no es lo mismo estar encerrados con comida que sin comer”.

Buzos y pescadores de Acapulco solicitan apoyo económico ante el cierre
de playas

Mariana Labastida

Integrantes de cooperativas de buzos y pescadores del municipio solicitaron apoyo económico ante el cierre de playas “porque no podrán trabajar”.
El presidente de la Federación de Buzos y Pescadores Independientes del Estado de Guerrero, Óscar Fausto Samayoa Dorantes, externó que temen que con el cierre de las playas tampoco se les permita salir a pescar y con esa medida “no podrán obtener producto para comer”.
En conferencia de prensa, después de la reunión que tuvieron con el subsecretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo rural de Guerrero, Obdulio Molina Marcial, Samayoa Dorantes indicó que son 13 cooperativas con 620 pescadores y buzos desde Pie de la Cuesta hasta Puerto Marqués, los que están desesperados ante la falta de trabajo.
Ante esto, solicitó apoyos económicos –por lo menos de 3 mil pesos mensuales–, para cada pescador, así como despensas porque no están vendiendo sus productos.
Explicó que desde el 20 de marzo no tienen ventas, “hemos ido a pescar, pero tenemos mariscos y pescados guardados, la economía está por los suelos, no hay economía ahorita”. Agregó que, aunque tienen producto, no hay quien se los compre porque a quienes les venden les han dicho que no hay clientes, “muchos de nosotros vamos a pescar y el mismo pescado nos lo estamos comiendo”.
Molina Marcial solicitó que no cierren el puerto para que los pescadores puedan salir a pescar, que es la manera de llevar comida a sus casas ante la falta de ventas. “Si no nos dejan sacar un pescado para comer, nos vamos a morir de hambre porque nuestro trabajo es dentro del mar, nos mantenemos de la pesca”.
Finalmente, llamó al gobernador Héctor Astudillo Flores a que sea sensible con el sector pesquero como lo ha sido en otras ocasiones en el estado, y también el municipio, para que los apoyen ante la situación crítica por la falta de ventas a consecuencia de la emergencia por el virus Covid-19.

Cierran Woolworth, Parisina, Modatelas y varios locales de El Pueblito y La Dalia

Mariana Labastida

Ante la emergencia sanitaria por los casos del Covid-19 continúa el cierre de negocios, locales y sucursales de cadenas comerciales, ante las indicaciones del gobierno federal de cerrar los establecimientos no esenciales.
Así, también se anunció el cierre de otros restaurantes de la ciudad como los de la empresa Woolworth, que informó a sus clientes que estará cerrado hasta nuevo aviso.
El miércoles pasado comenzó el cierre masivo de negocios después de que el gobierno federal pidió que se suspendieran las actividades de los establecimientos no esenciales, y en Acapulco el gobierno municipal ordenó el cierre de discotecas, cines, bares y centros nocturnos, además del cierre del puerto a embarcaciones de turismo.
Ayer en los mercados de El Pueblito y La Dalia, que son dos de los lugares de venta de artesanías, ropa de playa y recuerdos del puerto ubicados en la avenida Costera, se vieron locales cerrados, incluso en el área de comida donde, a diferencia de otros días, la calle no estaba ocupada por vehículos estacionados de los comensales que acuden al lugar.
Los pocos comerciantes que abrieron comentaron que las ventas son bajas; otros decidieron no abrir por la falta de turismo y manifestaron que verán si el fin de semana llegan más visitantes.
Otros negocios que cerraron fueron las mercerías como La Parisina y Modatelas, en sus distintas sucursales; un día antes se dio el cierre del Nuevo Mundo, otro negocio de cadena nacional, que informó a sus clientes que para evitar la propagación del Covid-19 se cerraría temporalmente el establecimiento hasta nuevo aviso: “Esperamos contribuir para la pronta recuperación de nuestro país y en breve volver a estar a sus servicios”, dice el mensaje compartido en su página de Facebook.
“Debido a la situación que estamos viviendo, es para nosotros muy difícil, pero necesario tomar esta decisión”, indicaron en el texto que compartieron del restaurante Café W de la empresa Woolworth, que también cerró desde ayer.
Los empresarios aseguraron que regresarán más fuertes y desearon a sus clientes salud, aprendizaje y unión: “los vamos a extrañar en esta también su casa”, concluye el aviso.

“¡La playa no se cierra hasta que nos den recursos!”, voces de vendedores en Caletilla

“Hay muchas enfermedades en la etapa de la vida que pasan y nunca han cerrado las playas y la verdad no creo que el pueblo se deje”, dice una vendedora de artesanías

 

Óscar Ricardo Muñoz

“¡La playa no se cierra hasta que nos den recursos!”, gritó un mesero desde el anonimato, desde el fondo de algún restaurante abierto en Caletilla que ayer por la tarde aún recibió a turistas que deseaban disfrutar del último rayo de luz.
“¡Las playas nunca se deben de cerrar!, añadió doña Mary, comerciante de artesanías del mercado Santa Lucía, ubicado frente a la zona.
“Hay muchas enfermedades en la etapa de la vida que pasan y nunca han cerrado las playas y la verdad no creo que el pueblo se deje”.
Quien en compañía de su nieta de dos años de edad disfrutaba de las aguas tranquilas de Caleta (cerró su puesto por falta de ventas), añadió que “las playas son lo más valioso que tenemos los acapulqueños”, cuestionando el anuncio del gobierno del estado de que hasta el 30 de abril las playas estarán cerradas a todas las actividades recreativas, agregando que “la economía siempre será recuperable en tanto exista el factor humano”. (El Sur, edición del 2 de abril, 2020).
Lo anterior, ante la expansión del Covid-19 por el país.
“Está bien que haya medidas de prevención para no perjudicarnos unos a los otros, pero no apoya el gobierno a comerciantes, restauranteros, a gente que vivimos del turismo, al día”.
“Eso es lo malo, el no apoyar… si quiere que nos quedemos en las casas que nos hagan llegar recursos para que estemos el tiempo que ellos quieran; nos negamos sólo porque reflejamos el hambre y por eso el saqueo”.
“Hay una pandemia, sí, y ha habido muertos, pero acá a la gente no la va a matar el coronavirus, la va a matar el hambre”, dijo con pena al tiempo de mirar a su nieta jugar con la arena.
Más adelante y de igual manera un par de jóvenes, turistas ambos, también jugaban en la arena.
Se trata de la familia Bello, del estado de Morelos, compuesta por seis personas y que por supuesto también criticó el anunció hecho un día anterior de cerrar las playas.
“Está mal, la gente se aliviana con esta chamba; mexicano que no trabaja hoy no come, todos vamos al día”, dijo Carlos, el hijo mayor.
“Venimos por tres días y estamos a gusto, tomaremos todas las precauciones para disfrutar Acapulco”, añadió el padre.
Previamente y sobre el puente que separa Caleta y Caletilla aborda a los periodistas Miguel Ángel, comerciante de ropa del lugar y que tímidamente y representando a sus demás compañeros, como unos veinte, declaró: “somos vendedores de ropa del puerto, la playa y todo y la verdad es alarmante, todos vivimos al día y nos afecta; ahora muchos compañeros ya no juntan para comer ni para el pasaje”.
“Para muchos es fácil decir que es cuarentena y hay que encerrarse, pero pues cuenta con algo económicamente, nosotros no”.
No obstante, acotó que al menos ellos no han pensado en saqueos o bloqueos; “esos nos hunde porque espantaríamos al poco turista que viene”, resaltando que ellos han hecho lo posible por tener limpio el lugar.
Caso contrario en otros lugares como Playa Tlacopanocha que si bien lucía con gente, no se encontraba limpia.
Más adelante, en Playa Papagayo, otro de los lugares tradicionales, el panorama era más triste: había más vendedores ambulantes sobre la franja de arena que gente disfrutando de la tarde.
Si bien había decenas de personas descansando sobre las escalinatas, la mayoría eran locales, acapulqueños que también se negaron a encerrarse tan temprano en sus casas sin sentir al menos por un momento la brisa marina.
José, vendedor de donas y Santiago, de chicharrones, lamentaron su mala suerte pues al igual que otros vendedores regresarían a su casa con su charola llena de producto, pues las dos o tres personas que toreaban las minúsculas olas, no querían consumir y tampoco quisieron comentar nada respecto a las playas.
“La venta ha sido mala” o “no hay turismo”, los argumentos con los que irían ambos vendedores, y los demás, a su casa.

 

En marzo, la ocupación hotelera en Acapulco fue 13.5% menor que en 2019

El último día del mes descendió hasta un 6.7% en promedio y en la zona Tradicional se desplomó a apenas un 3%

 

Ramón Gracida Gómez

La ocupación hotelera en Acapulco durante marzo pasado, ya en la Fase 2 y en vísperas del cierre de playas por el Covid-19, cayó 13.5 puntos porcentuales con respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo municipal.
En este último mes se llegó a un total de 36.4 por ciento de ocupación hotelera mientras que en marzo de 2019 fue de 49.9 por ciento.
El último día de marzo se alcanzó un mínimo de 6.7 por ciento de ocupación hotelera, la cual descendió hasta un 3 por ciento en la zona Tradicional.
El primer día de marzo de 2019 la ocupación alcanzó hasta un 84.1 por ciento, la cual se divide entre un 88.5 por ciento de la zona Dorada, 79.4 de la zona Diamante y 72.4 por ciento de la zona Tradicional.
La proporción más alta registrada durante este mes fue el 15 de marzo, primer día del segundo fin de semana largo de 2020, que fue de 92.7 por ciento de ocupación hotelera, mientras que al siguiente día bajó a 86.9 por ciento.
La tabla de la ocupación por cada día de marzo demuestra la caída del turismo en el puerto a ritmo de los noticias del coronavirus que culminaron este primero de abril en un decreto de cierre de playas para evitar la propagación del Covid-19.
El 23 de marzo se decretó la Fase 2 por la contingencia del Covid-19, día en el que la ocupación hotelera en Acapulco fue de 14.2 por ciento, menor al 32.7 por ciento de una día antes.
El 25 de marzo la ocupación se desplomó hasta un 8.9 por ciento y el último día de mes se llegó a un 6.7 por ciento, la cifra más baja en marzo.
Este último porcentaje se dividió entre un siete por ciento ocupación hotelera de la zona diamante, 7.2 de la zona dorada y un tres por ciento en la zona tradicional.
El promedio de marzo de 2020 fue de 36.4 por ciento, 13.5 puntos porcentuales menos con respecto al 49.9 por ciento de marzo de 2019. El mismo mes de 2018 alcanzó el 56.1 por ciento y el de 2017 fue de 50.9.
El 2020 empezó con una ocupación de 56.3 por ciento, 4.7 puntos más que los 51.6 reportados en enero de 2019, mientras que en febrero de 2020 fue de 53.5 por ciento, tres puntos más que los 50.3 por ciento de febrero del año pasado.
El 2019 registra la ocupación hotelera más alta en los últimos 11 años, cuando se alcanzó en promedio general 51.7 por ciento, superior a los 49.3 de 2018. El comparativo del presente siglo demuestra que se tiene que remontar hasta el 2008 cuando se registró un 53.4 por ciento de promedio general para superar la cifra del año pasado.

Afectará a más de 900 empleados el cierre en Chilpancingo, dice líder de hoteleros

María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

Más de 900 empleados que trabajan en hoteles podrían ser afectados si el gobierno obliga a cerrarlos por la pandemia del coronavirus, informó el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Chilpancingo, Rigoberto Payán Mejía.
El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Chilpancingo, Rigoberto Payán Mejía dijo que la agrupación la integran 65 hoteles y la infraestructura hotelera es de mil 850 habitaciones en Chilpancingo.
Detalló que de los hoteles dependen unos 900 trabajadores de forma directa y los dejarían sin empleo en la contingencia en caso de que las autoridades los obliguen a cerrar totalmente.
Rigoberto Payán manifestó que el Covid-19 está afectando a los hoteleros, “algunos se están comprometiendo con los trabajadores de cerrar, pero les pagarán un mes de salario, si la contingencia continúa no sabrán qué hacer”.
De mil 850 habitaciones disponibles sólo se tiene un 10 por ciento de ocupación, porque Chilpancingo no es turístico, “es de gestoría”, y como las oficinas de gobierno suspendieron labores por la contingencia las ventas bajaron, externó el presidente.
Manifestó que el hotel Presidente a partir del lunes cierra sus operaciones y a los trabajadores les darán una ayuda de un mes con base en la situación económica prevaleciente por el Covid-19.
Además, el presidente dijo que los hoteles que están abiertos han tomado medidas preventivas, por lo que están proporcionando gel antibacterial, desinfectan sus instalaciones y fumigan para que los trabajadores y clientes no arriesguen su salud.
“No serán despedidos los trabajadores, sólo los van a retirar mientras pasa el problema de la pandemia, nosotros nos vamos a sujetar a la cuarentena que marca el gobierno”, dijo Rigoberto Payán.
Externó que las pequeñas y medias empresas son los que llevan la carga laboral en el país, por lo que necesitan incentivos y facilidades de pago, porque los grandes corporativos tienen capacidad económica.
El presidente de hoteleros solicitó a la Secretaría de Trabajo estatal para que no tengan conflictos laborales con los empleados, que el estado tenga consideración en los gastos de operación como los pagos de luz, agua y el SAT.
“Que el estado se sienta comprometido, porque los héroes que coadyuvan para que no haya problemas sociales es la pequeña y mediana empresa”, destacó Rigoberto Payán.

Patrones han respondido ante la  crisis del Covid-19, dice un líder cetemista

Karina Contreras

Dirigentes de secciones sindicales de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), manifestaron que se está viviendo una etapa muy difícil ante el cierre de hoteles y negocios para evitar la propagación del coronavirus, y uno dijo que hasta ahora “los patrones están respondiendo”.
El dirigente de la Sección 12, Rodolfo Escobar Ávila, dijo que se está viviendo una etapa muy complicada y que tienen que acatar las disposiciones porque es una orden de la Secretaría de Salud federal, “pues es un problema complicado a nivel mundial, y son protección para la gente”.
El líder sindicalista alertó que si cierran todas las empresas donde están los trabajadores quedarán alrededor de 7 mil personas sin laborarl, pero están coordinándose con los empresarios, “porque se les tiene que pagar a los trabajadores, pues las leyes son claras y el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido muy claro en que se le tiene que pagar a los empleados, respetar su derecho laboral”.
No obstante, dijo que todavía no han cerrado hoteles o restaurantes donde laboran los de su sección; que hay algunos restaurantes que están trabajando comida para llevar, pero se habla de que para la otra semana se van a bajar cortinas, ante la nueva decisión de cerrar las playas a partir de este jueves.
Insistió que se tienen que acatar las disposiciones por salud, pues “es un problema delicado, complicado”.
Por su parte, el dirigente de la Sección 34, César Landín, manifestó que les está yendo de la “fregada”, pero dentro de lo que cabe, “los patrones han estado respondiendo y han estado apoyando a sus trabajadores hasta el día de hoy”.
Añadió que “no sé qué va a pasar mañana, pero hay que darle un reconocimiento a la mayoría de los patrones porque aún con todo lo que ha pasado han mantenido a sus trabajadores, han estado cuidándolos”.
Landín informó que el hotel Copacabana ya cerró y que el Calinda sigue funcionando, aunque con poca ocupación, por lo que algunos trabajadores se van a descansar con goce de salario completo. Recordó que en su sección tiene 750 agremiados.

Cierran hoteles El Mirador de Acapulco y Fontán en Zihuatanejo por la emergencia

Mariana Labastida

El hotel El Mirador informó de su cierre y el cese temporal de operaciones, sumándose a las hospederías que siguieron las recomendaciones del gobierno federal y estatal para evitar la propagación del Covid-19. En Ixtapa cerró el hotel Fontán ante la medida del cierre de playas por parte del gobierno estatal.
En un comunicado el gerente general del hotel El Mirador José Salgado Nava agradeció a sus clientes la preferencia deseando que de se encuentren con buena salud.
“Hoy me dirijo a ustedes para notificarles que, sumándonos a los esfuerzos de prevención y precupados por el bienestar y la integridad de nuestros turistas y residentes, y atendiendo las indicaciones que nos marca el gobierno federal y estatal acerca de las medidas de prevención marcadas por la emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor a la epidemia provocada por el virus SARS-COV2 (Covid-19), nos solidarizamos en esta lucha informando el cierre y cese de operaciones de nuestro querido y amado hotel El Mirador”.
La medida es hasta el 30 de abril, la fecha dada por el gobierno estatal para el cierre de playas.
En sus redes sociales  el hotel Fontán Ixtapa también informó de su cierre temporal.

 

Pararán labores trabajadores del Semefo si no se les dota de equipo necesario, advierten

 

Argenis Salmerón

Ante la emergencia causada por el coronavirus, trabajadores del Servicio Médico Forense (Semefo) de Acapulco protestaron una hora para demandar equipo de bioseguridad para realizar el traslado de cuerpos y necropsias, y advirtieron que pararán labores si no se atiende su demanda.
A las 10:30 de la mañana, los empleados que dependen de la Secretaría de Salud del estado se concentraron afuera de la Fiscalía Regional de Acapulco, ubicada en la colonia Centro.
“Solicitamos pronta solución a nuestras demandas por la contingencia del Covid-19 o paro laboral Semefo Acapulco”, “el equipo de Semefo Acapulco exige equipos de bioprotección para el desempeño de nuestras funciones de muy alto riesgo”, fueron algunas pancartas que se podían leer.
En declaraciones a reporteros, el médico forense Pedro Rodríguez Lozano pidió al gobierno del estado equipo de bioprotección para el desarrollo laboral como las necropsias, y que en el Semefo tienen más de 100 cuerpos guardados en las cámaras frigoríficas.
Señaló que carecen de herramientas de trabajo y reprochan que en el Semefo de Chilpancingo se otorgaron equipos a los empleados, pero en Acapulco los responsables solamente les dieron un cubrebocas sencillo y guantes.
Exigió a las autoridades del estado el mínimo equipo necesario para hacer las actividades, de lo contrario, sostuvo que algún trabajador puede contraer el coronavirus, “es la inquietud de todos los compañeros”.
Dijo que unos 40 trabajadores del Semefo de Acapulco no tienen lo necesario para prevenir un contagio de coronavirus durante sus labores. Manifestó que solicitan equipo de bioprotección, mascarillas y botas.
Además, el quejoso, acompañado de unos 20 empleados, solicitó médicos forenses porque hay uno por turno y “a veces se carga el trabajo, y no hay suficientes”.
Advirtió que si el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, no atiende su demanda pararán las labores, reprochó que los trabajadores del Semefo en Chilpancingo les dotaron de herramientas necesarias para sus actividades, pero a ellos no.

 

Cierran 708  establecimientos tras ser notificados; faltan unos 900: Reglamentos

 

Daniel Velázquez

El director de Reglamentos y Espectáculos, Julián Nicio López, informó que ya suman 708 notificaciones entregadas en bares, cantinas, gimnasios, salones de fiesta, informó que ayer se intensificó la entrega de los avisos para poder cumplir con la meta de notificar a mil 600 establecimientos esta semana.
En declaraciones por teléfono, Nicio López indicó que no ha habido resistencia de partes de los propietarios de estos establecimientos para cerrar, en algunos casos los dueños prácticamente sólo esperaban la notificación para cerrar, contó que ayer en las visitas que hizo para avisar de la medida de cierre para evitar riesgos de contagio los comerciantes les decían que en ese momento cerraban porque no tenían clientes. “Encontramos casos de gente que nos dice ‘estaba a punto de cerrar, no tengo clientes’”.
El pasado lunes, la alcaldesa Adela Román Ocampo anunció que la medida de cierre de bares, discotecas, centros nocturnos, salones de fiestas, gimnasios, casinos se haría obligatoria y no sólo a consideración de los propietarios de esos espacios como se había dicho el pasado 19 de marzo. La decisión es parte del esfuerzo de las autoridades para evitar el contagio de coronavirus.
El martes, un día después del anuncio de la alcaldesa, Nicio López informó que ya se habían notificado 40 establecimientos, consultado el miércoles, indicó que la cifra de locales que han recibido el mandato del gobierno municipal suman 212, y ayer jueves la cifra llegó a 708 notificaciones entregadas, lo que significa que están pendientes de avisar casi 900 establecimientos.
En total son 24 inspectores que trabajan en tres turnos (mañana, tarde y noche) en seis rutas, los recorridos para la notificación los hacen acompañados de seguridad pública y les proporcionaron otros dos vehículos para poder acelerar el proceso de entrega de los avisos.