Trabajadores de las tiendas Walmart Diamante, así como Aurrera Coloso y Universidad, de Acapulco, cerraron ayer por nueve horas las sucursales y se sumaron al paro de labores que iniciaron, el domingo, trabajadores de esa cadena en Chilpancingo, para exigir un pago justo de utilidades, pero tras conversar con el representante del corporativo, Alejandro Ramírez, se reabrieron las tiendas.
Mientras que trabajadores de la tienda Sam`s Club de Iguala se sumaron al paro y los de la tienda de Aurrera de Altamirano la mantienen cerrada, a pesar de las negociaciones por la mañana en las oficinas de Conciliación y Arbitraje, sin que llegaran a un acuerdo.
En Altamirano los trabajadores piden un incremento salarial de 40 por ciento, transparencia en la información sobre prestaciones de ley, del reparto de utilidades, respeto a los empleados, que no haya represalias y la creación de un sindicato.
También piden en el pliego petitorio que se respete la jornada laboral de 8 horas, aguinaldo y prima vacacional conforme a la ley, pago íntegro de salario a quienes participaron en el paro, la remoción del gerente y de la líder de Recursos Humanos, a quienes acusaron de trato déspota.
En Acapulco, los trabajadores advirtieron que participarán en la protesta nacional contra el consocio convocada para el próximo viernes.
Aquí, en las charlas para convencer a los trabajadores estuvo el secretario del Trabajo en el estado, Oscar Rangel, quien aseguró que se velaría por sus derechos y reiteró que el 1 de junio comenzará una auditoría en los informes que hicieron las tiendas ante la Secretaría de Hacienda, para verificar que lo entregado a los trabajadores fue lo justo.
En las pláticas en cada tienda se acordó que no habría represalias ni despidos.
El directivo del corporativo se comprometió a que un representante de recursos humanos atendería las demandas.
“El año pasado ustedes recibieron un bono y este año por decisión de la empresa no se entregó y ni nosotros sabíamos de ello”, dijo a los trabajadores de Walmart Diamante.
Admitió que la “falla de comunicación” impidió que se difundiera entre los trabajadores la medida, a pesar de las “ventas históricas en Guerrero en este año”.
Agregó que no se pueden hacer pagos porque son decisiones a nivel global y la decisión fue no dar compensaciones para “hacer de ese bono algo más grande, más fuerte”.
A las 7 de la mañana, unos 80 trabajadores de Walmart Diamante protestaron en el acceso de los empleados y a las 11 cerraron el paso a los clientes.
Durante la mañana los trabajadores de las tiendas Aurrera Coloso, Universidad y Costera bajaron las cortinas.
El jefe distrital de las tiendas Walmart, identificado por los inconformes como Víctor Manuel Fernandez y quien se  encarga de vigilar el funcionamiento de siete tiendas en Guerrero, informó que no habría ningún pago por bono extra pues la tienda no estaba obligada.
“No habrá gratificación adicional, pero debemos pensar y cuidar nuestro centro de trabajo”, expresó ante la exigencia de los trabajadores de sus utilidades, pues en años pasados era el equivalente a una quincena.
Desde el acceso y sin salir de él, pidió a los trabajadores que entraran a la tienda, pero éstos dijeron que esperarían la visita de un representante de la Secretaría del Trabajo porque había más demandas, como mejores salarios, vacaciones y pago de horas extras.
A las tiendas de Aurrera Costera y Universidad, fue Rangel Miravete para reunirse con los empleados, pero éstos se negaron a subir las cortinas hasta tener una minuta firmada.
Acodaron revisar los problemas, a los cuales Alejandro Ramírez se refería como “áreas de oportunidad”, de acuerdo con cada área de las tiendas y según las demandas “en particular”.
En las tiendas Walmart y Aurrera hay 200 mil trabajadores en todo el país.
De la tienda Sam’s, Diamante los trabajadores mantuvieron cerrado el centro llantero y la cafetería, aunque los directivos los llamaron por área.
Allí, acordaron revisar las diferencias por cada área comercial o colaboradores.
A la protesta en Walmart Diamante llegó también el representante regional de la Confederación de Trabajadores Campesinos (CTC), Efrén Monroy Guerrero, que ofreció asesoría a los inconformes.
En Iguala, a las 7 de la mañana los trabajadores con los carritos para las compras bloquearon los accesos y se plantaron en el lugar.
Otro grupo colocó motocicletas propiedad de los mismos trabajadores para impedir el paso de camiones hacia los almacenes de las tiendas.
Una una trabajadora comisionada por sus compañeros, y que pidió la omisión de su nombre por miedo a represalias, indicó que el paro será indefinido hasta que les resuelvan su demanda.
Dio a conocer que de unos 120 trabajadores de la tienda, más de 80 participan en el paro y el resto se abstuvo por miedo.
Indicó que sus superiores les han dicho que lo que les fue entregado es lo que les corresponde según lo establecido por la ley, y agregó que su molestia es porque no se les informó con anticipación que la gratificación sería mucho menor al año anterior.
En Ciudad Altamirano, representantes de la cadena se presentaron a las oficinas de Conciliación y Arbitraje para dialogar con los trabajadores que mantienen cerrada la tienda, y la propuesta era que esta comisión se trasladara a Iguala o a Chilpancingo para que negociaran con directivos de la empresa.
Los empleados piden que sean ellos los que vayan a la Tierra Caliente para la negociación y este es el primer punto en el que no hubo un acuerdo.
Durante el día quedaron en espera de un acuerdo para la próxima reunión. La tienda Aurrera de Altamirano cumplirá este miércoles 4 días en paro y estiman pérdidas de un millón de pesos diarios.
En Chilpancingo, las cuatro tiendas, Aurrera sur y norte, así como Walmart y Sam´s Club, operaron de manera normal.
En un recorrido se constató que los trabajadores regresaron a sus puestos, sin que hubiera en las fachadas cartulinas con consignas.