Inconformidad por acuerdos en la reforma política; no se aprobó el 50-50

* Reclaman mujeres de seis partidos políticos

 En la mesa redonda Las Mujeres y la Reforma Política en Guerrero, las representantes de los partidos políticos PAN, PRI, PRD, PT, Verde Ecologista y Convergencia reclamaron que no se hubiera aprobado el 50 y 50 por ciento para géneros en la integración de las candidaturas para cargos de elección popular, pero aceptaron la reforma como quedó: que ningún sexo rebase el 70 por ciento de las candidaturas.

El acto se llevó a cabo ayer por la tarde en la sala de cabildo Juan R Escudero, del Ayuntamiento de Acapulco, como parte de la celebración del Día Internacional de la Mujer, que organizaron las juntas distritales ejecutivas 09 y 10 del Instituto Federal Electoral.

Allí, las representantes de los partidos políticos mencionados presentaron sus exposiciones relativas a la Reforma Política en Guerrero, que recientemente aprobó el Congreso local.

Las ponentes fueron, de acuerdo con el orden de participación: la secretaria de Promoción Política de la Mujer del PAN, Elizabeth Avila Guerrero; la secretaria general del PRI municipal, Alma Clarisa Rico Díaz; la dirigente municipal del PRD, Beatriz González Hurtado; la ex candidata a diputada local por el distrito V, por el PT, Blanca Estela Reina Aguirre; la coordinadora de Proyectos Especiales del Partido Verde Ecologista, Karen Castrejón Trujillo; la coordinadora de Asuntos de la Mujer del Partido Convergencia, María del Rosario Miranda Ramírez, y la secretaria del Ayuntamiento, María de la Luz Núñez Ramos.

Participó también una alumna de segundo semestre del Instituto de Estudios Políticos Actualizados, Flor de María Guerrero López.

Una constante en los discursos de las ponentes es que aún falta mucho tiempo para que se dé la equidad de género, y pidieron que se legisle para que las responsabilidades familiares en el hogar sean equitativas. Coincidieron también en que se vive en una sociedad machista

La dirigente municipal del PRD, en su discurso leído, dijo que la reforma de más trascendencia para las mujeres es la de género, exigencia de muchos años; “reforma que percibía a mi juicio mucha confianza en que se aprobara el 50-50, quizá porque el Ejecutivo así lo anunció, dicha confianza hizo que no se hicieran propuestas, no se buscaran acercamientos con quienes determinaban el asunto”.

Recalcó que la reforma electoral que recientemente se aprobó por el Congreso local no estuvo a la altura de las exigencias de las y los guerrerenses, y la llamó “retardada”, pues se esperaba desde el periodo legislativo pasado.

Reclamó que no se hubiera tocado el punto de empatar la elección de gobernador, diputados locales y Ayuntamientos, que tenía como objetivo reducir costos. Como tampoco –expresó– abordaron las candidaturas comunes y la asignación de regidores.

Alma Clarisa Rico leyó las siguientes propuestas: compartir equitativamente entre hombres y mujeres las responsabilidades familiares y que su incumplimiento sea casual de divorcio; dentro de la visión de la defensa de los derechos humanos “debemos hacer alguna referencia a mujeres que están luchando por una nueva propuesta de declaración”, que incluye derechos de identidad y ciudadanía, derecho a la paz y a una vida libre de violencia, derechos sexuales y reproductivos, derecho al desarrollo y los derechos ambientales”.

La secretaria general del Ayuntamiento, en su intervención, manifestó que en Guerrero sigue pendiente una verdadera reforma electoral que edifique un sistema electoral democrático, moderno y participativo.

Dijo que “las elecciones de 2005 se efectuarán con casi las mismas normas, pues los cambios menores ni siquiera se reglamentan y mucho menos se ponen en práctica. Las precampañas son una juerga de dispendios y derroche de recursos que nadie sabe de dónde provienen, y que tienen como fin único las dádivas clientelares y el rebase de los topes de campaña”.

Avila Guerrero, del PAN, entre sus propuestas destacó que impulsarán una legislación sobre paternidad responsable; reformarán la Ley General de Educación, para establecer como una obligación para las instituciones educativas combatir la creación de estereotipos que encuadren determinadas profesiones o trabajos para determinado género; reformas a las leyes del IMSS y el ISSSTE, para establecer la licencia por paternidad, haciendo que la misma sea optativa para la madre o el padre. (Roxana Ibarra) .

En las comunidades a las mujeres les dicen que no valen nada, que no tienen futuro

* Violencia física y sicológica contra las indígenas

 El principal problema que tienen las mujeres indígenas es el trato discriminatorio y la violencia.

Con palabras, con menos alimentos y educación que los hombres, con golpes y a veces hasta con la muerte, a las mujeres indígenas todo el tiempo se les hace ver que no valen nada.

El hombre le dice a la mujer que no sirve, que no vale porque no lleva dinero a la casa, porque no trabaja. Es una violencia permanente, con palabras, dice la dirigente de la organización Ndu Na Ñuu Savi (Nosotros los Pueblos Mixtecos), Hermelinda Tiburcio Cayetano.

La violencia contra las mujeres indígenas, dijo, está relacionada con la desigualdad de género, con la discriminación de la mujer.

Ella misma cree que no tiene valor. “Dice: soy indígena, no sirvo, no sé leer, no sé hablar español, no aporto dinero a la casa”.

El trato discriminatorio se refleja también en la alimentación, en la salud y en la educación. La mejor comida es para el hombre y las familias mandan a la escuela de preferencia a los niños, porque dicen que las niñas no necesitan educación, porque se van a casar y van a depender del marido, por eso el analfabetismo en mayor en mujeres.

–Las mujeres mestizas también son discriminadas, son sometidas y sufren violencia ¿Cuál es la diferencia con las mujeres indígenas?

–La diferencia con las mestizas es que ellas hablan español, se puden defender, pueder trabajar, aunque sean pobres salen a lavar ropa, o trabajan en alguna tienda o en alguna empresa; en las comunidades indígenas no hay nada, no hay ningún lugar donde puedan entrar a trabajar, la mujer indígena sólo vive del campo, depende del marido, no hay alguien que le ofrezca trabajo, por eso hay más violencia.

Hermelinda Tiburcio tiene 25 años, nació en la comunidad mixteca de Yoloxóchtl, municipio de Tlacoachistlahuaca, vivió ella misma la discriminación, y cuando niña se escapó de su casa y se fue a estudiar a la ciudad. En 1995, cuando se desarrolló el movimiento por la formación del municipio autónomo indígena de Rancho Nuevo Democracia, comenzó a participer en la actividad política, y se integró al Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena. Después estudió la carrera de sicología.

Ella conoce bien el problema, y afirma que el 80 por ciento de las mujeres indígenas sufren maltrato sicológico.

“La mujer indígena es maltratada con palabras; desde niña por los padres y los hermanos, después por el esposo, por la suegra, por el suegro”.

Pone un ejemplo de las prácticas discriminatorias en la alimentación. “En las comunidades, si matan una gallina, la pieza más grande es para el papá, es la pechuga, la que sigue para el hijo mayor, y así se van repartiendo las piezas, y al final están las niñas, y para la señora lo que sobre, que puede ser una pata o el hígado”.

“En las familias indígenas, quien se muere antes es la mujer por la mala alimentación y el mal trato”.

La mayoría de las mujeres indígenas sienten que no valen nada. Explica Hermelinda Tiburcio : “Toda su vida la dedican a los hijos, desde muy jóvenes, casi desde niñas se casan y tienen hijos. Me he topado con mujeres que dicen que no vale la pena vivir. Porque la mujer indígena no tiene futuro, no tiene esperanzas”.

Narra dos hechos que tienen que ver con la discriminación de la mujer indígena.

Una muerta

Hace como dos años mataron a una mujer en Rancho Nuevo de la Democracia. El marido la mató, porque estaba borracho y le dio un balazo. No lo detuvieron, la familia de ella puso una demanda pero las autoridades no hicieron nada, después él se fue al norte. No se investgó el crimen, porque la mujer no significa ningún valor, no hay justicia hacia la mujer.

Una golpeada

En diciembre de 2003, en La Soledad, municipio de Xochistlahuaca, una mujer mixteca, madre de siete hijos, fue golpeada brutalmente por su esposo, quien después la quería matar con una pistola. Con frecuencia la golpeaba, le decía que no servía para nada, que apestaba, y ella se creía que no servía.

Pero esa vez decidió ia a la ciudad de Ometepec y puso la demanda en la Presidencia Municipal, con la policía preventiva. Los policías metieron a la cárcel al señor, y le pidieron a la señora que llevara el arma como prueba de que la estaba amenazando de muerte, porque solamente de esa manera lo podían llevar a la cárcel de Acapulco. La señora les entregó el arma, y los policías de inmediato soltaron al señor. La engañaron. Ahora, el señor regresó más bravo a su casa, volvió a golpear a la señora y le dijo que la va a matar con un machete. (Maribel Gutiérrez)