Ayotzinapa, padres de los 43, la CETEG, CRAC y Tlachinollan, bajo espionaje del Ejército

Ayotzinapa, padres de los 43, la CETEG, CRAC y Tlachinollan, bajo espionaje del Ejército

De acuerdo con documentos confidenciales obtenidos por el grupo Guacamaya, la Sedena mantiene desplegados “pelotones de información”, que vigilan movimientos sociales y políticos, y a defensores de derechos humanos, líderes sociales, magisteriales y políticos. Militares reportaron actividades de Abel Barrera, Vidulfo Rosales, Melitón Ortega… El propósito es trasmitir al alto mando “información relevante” para darla al “mando supremo” en las “reuniones diarias de Palacio Nacional”

 

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La ficha de la Sedena filtrada por el grupo Guacamaya Foto: Documento de la Sedena

Documentos confidenciales de la 35 Zona Militar con sede en Chilpancingo, que forman parte de las filtraciones del grupo Guacamaya, revelan el seguimiento del Ejército mexicano a los movimientos sociales, políticos y delictivos, así como el espionaje a los defensores de derechos humanos, líderes sociales, magisteriales y políticos.
Entre los movimientos a los que más les ha dado seguimiento la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), de acuerdo con el contenido de los documentos, está el de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos y a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG).
En tanto que entre los personajes vigilados están los voceros de los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández y el abogado y asesor de los padres, Vidulfo Rosales Sierra, de quienes se incluyen sus “referencias personales”.
El viernes, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, rechazó que haya espionaje en su gobierno por parte del Ejército, aseguró que lo que se hace es “trabajo de inteligencia” con fines de investigación, y conocer los movimientos de la delincuencia.
Pero de acuerdo al documento: Flujo de información de las S-2. Presentación para los comandantes de Pelotón de Información de las unidades operativas adscritas a la 35/a. Zona Militar, desde el 2019, un año después de que López Obrador tomó posesión del gobierno de la República, existe la instrucción a los “pelotones de información” de que se constituyan “de manera permanente en un agente de información, que, con sentido analítico y perfil institucional detecten, recopilen y proporcionen a su escalón superior aquella información que consideren de interés para la superioridad”.
El documento de fecha 10 de febrero del 2019, según se explica, es un “tutorial sobre el flujo de información de inteligencia de los pelotones de información S-2 pertenecientes a unidades operativas de la 35 Zona Militar, cuyo cuartel se localiza en Chilpancingo.
Se argumenta que el bienestar institucional (de los militares) “debe ser la premisa fundamental del trabajo del personal del SIM (Sistema de Inteligencia Militar)”, y advierte que “hay ataques sistemáticos contra la institución” y que “todos somos parte de ella, incluso cuando estamos vestidos de civil”.
Sostiene que la obtención de información “coyuntural” es de “vital importancia para mantener informado al alto mando sobre la situación que prevalece en el territorio nacional”.
Añade que, en tanto, el alto mando, con la información actualizada de que dispone, “está en capacidad de informar en cualquier momento, al mando supremo, de la situación general que prevalece en el país; incrementándose esta necesidad de información relevante debido a las reuniones diarias en palacio nacional”.
Se instruye a los “pelotones de información” que su prioridad es informar cualquier tipo de evento coyuntural, primeramente vía telefónica mediante las extensiones satelitales; “sin detrimento de informarlo posteriormente por escrito, asimismo, en aquellos casos urgentes y cuando los medios oficiales no sean posibles o suficientes, se deben explotar los beneficios de recursos alternos seguros”, y para ello sugiere el uso de la “red de telefónica militar, la red de alto mando, el sistema SAR, el correo SIM, teléfono celular y red whatsapp”.
La instrucción a los pelotones de información es que los eventos de seguimiento prioritarios sean los bloqueos carreteros; toma de casetas de peaje; accidentes carreteros de gran relevancia, (derrame de combustible, número elevado de fallecidos, involucrados varios vehículos); accidentes de vehículos militares; accidentes o incidentes de aeronaves civiles; marchas; mítines; toma de instalaciones oficiales; enfrentamientos entre poblaciones; jornadas electorales y su problemática; muertes de políticos, periodistas y otras personalidades con influencia en la población; problemática de los migrantes; desabasto de combustible y sus afectaciones, así como las manifestaciones que esa problemática genere de diversa índole; tomas clandestinas, e información de carácter religioso.
En tanto que la información que deben entregar “a la mayor brevedad” son: Enfrentamientos con personal militar; mantas de la delincuencia organizada; explosión de polvorines lícitos e ilícitos; información de la delincuencia organizada; aseguramiento de armamento; canje de armas; bloqueos carreteros involucrados con la delincuencia organizada, y la destrucción de plantíos ilícitos. Así como amenazas de bomba; localización de artefactos explosivos, y grupos terroristas extranjeros.
En el documento se identifica a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, y a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, como “ejemplo de grupos de movilización social para monitorear”.
En los documentos hay información sistematizada mediante recuadros y gráficas del seguimiento que se le dio a los movimientos sociales, políticos y delictivos del 2 al 9 de febrero del 2019 en los municipios de Chilpancingo, Huitzuco, Iguala, Chilapa, Tixtla, Eduardo Neri y Zitlala, que pertenecen a la jurisdicción de la 35 Zona Militar.

Los reportes de la vigilancia

Con el subtítulo: Listado de eventos descriptivos de movilizaciones, la información ya procesada se presenta en un recuadro con datos precisos de cada actividad: En la primera columna se anota el nombre del estado, en este caso, Guerrero; sigue la hora y la fecha del evento; la agrupación que participó; el tipo de evento, y las observaciones.
Por ejemplo, en el seguimiento de las protestas del 2 de febrero del 2019, se registraron tres actividades; una de las 10:05 a las 16:30, otra de las 10:50 a las 13:15, y la tercera también de las 10:50 a las 13:15, en la primera participaron 10 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, en la segunda 30 y en la tercera otros 30 alumnos de esa Normal.
En el tipo de evento se anotó: “toma de caseta” y en las observaciones del primer evento se registró: “Realizaron el cobro ilegal de peaje en la caseta de cobros del nuevo libramiento a Tixtla”; en el segundo se anotó: “Se posesionaron de los cubículos de la caseta de cobros de Palo Blanco, ubicada sobre la autopista del sol, municipio de Chilpancingo y realizaron el cobro ilegal del peaje”; en la tercera actividad se escribió: “Realizaron el cobro ilegal de peaje en la caseta de cobros de Paso Morelos, ubicada sobre la autopista del sol, a inmediaciones del poblado de Paso Morelos, municipio de Huitzuco”.
Con el mismo esquema se registró “el cobro ilegal del peaje en la caseta de cobro de Palo Blanco por miembros del Movimiento por la Liberación de los Presos Políticos del Estado de Guerrero (Molpeg) de las 17:45 a 19:05 del 3 de febrero.
En otro informe se registró que a las 14:00 horas del 3 de febrero del 2019 “200 integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) retuvieron en Xicotlán (municipio de Chilapa) a Juan Carlos Jiménez Chino, encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y a seis agentes más, así como a Tranquilino Palatzin Tranquero y a Vicente Tapia Crucillo, integrantes de la Policía Comunitaria por la Paz y la Justicia, vinculados al grupo delictivo Los Ardillos”.
Además de las personas, se informó que retuvieron dos patrullas, siete fusiles, tres pistolas, 19 cargadores, y 480 cartuchos de diferentes calibres.
Otro informe refiere que a las 11:50 del 3 de febrero “en las inmediaciones de la colonia Plan de Ayala, anexo de la comunidad de Barranca Piña, municipio de Acatepec, fueron localizados los cuerpos sin vida de ocho personas y dos lesionadas por proyectil de arma de fuego”.
En los informes se incluyen hasta las actividades de poco impacto, como una concentración de las 08:40 horas a las 17:10 del 5 de febrero por padres de familia y profesores del Centro de Desarrollo Infantil frente a esas instalaciones ubicada sobre la calle álamos, colonia Los Arcos., municipio de Eduardo Neri.
También hay informes de actividades de carácter político; uno de ellos es el que se registró de las 18:30 a las 18:45 del 8 de febrero por “30 simpatizantes del partido Morena, encabezados por Jeremías Nájera Pineda que se concentraron en la Alameda Francisco Granados Maldonado, ubicada sobre la avenida Benito Juárez, colonia centro de Chilpancingo, en donde tomaron acuerdos para organizarse y dirigir un documento al licenciado Héctor Antonio Astudillo Flores (gobernador del estado) para revertir el incremento del pasaje local y foráneo”.
En los informes hay, también, reportes de protestas que realizaron desplazados de la sierra de Chichihualco; de maestros de la CETEG, grupos de colonos que demandan agua potable, o trabajadores de dependencias que protestan por sus condiciones laborales.
Además se incluye un mapa con el número de protestas que se realizaron en cada municipio del 2 al 9 de febrero; en Iguala hubo 2; en Eduardo Neri (Zumpango) dos; Chilpancingo 14, entre estas ocho tomas de casetas, cuatro manifestaciones, un bloqueo vehicular y una toma de oficina.
En Huitzuco hubo cuatro tomas de caseta; en Zitlala un paro de labores; en Tixtla una toma de caseta; en Chilapa una retención de personas; en Acatepec, una agresión a pobladores, resultando ocho muertos y dos lesionados.
Se incluyen, además, las “referenciar personales” de defensores de derechos humanos y dirigentes sociales, con la fotografía de cada uno de ellos y sus datos personales, como lugar de origen, datos familiares, profesión y sus “vínculos” con otros dirigentes.
Entre ellos está Felipe de la Cruz Sandoval, en ese tiempo vocero de los padres de familia de los alumnos desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa, y el también vocero de los padres de los 43 desaparecidos Melitón Ortega Carlos.
Asimismo, al abogado de los padres, Vidulfo Rosales Sierra, y el director de Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, de quien además de sus datos personales se escribió que sus vínculos son con Ofelia Medina, a quien ubican como presidenta del Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas, así como con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Brigadas Internacionales de Paz y con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Otro de los defensores que se incluyó es José Manuel Olivares Hernández, en ese tiempo director del Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón. De él se señala que ha sido el encargado de organizar en la región de la Montaña la propaganda subversiva donde convoca a los actos conmemorativos del Día Nacional del Héroe Guerrillero en México, cada 20 de noviembre. “Actividad que se suspendió a raíz de la presentación del EPR en Guerrero en 1996”, refiere el informe.
También se incluyó al finado dirigente del Movimiento Popular Guerrerense, Arnulfo Cerón Soriano, a quien vinculan con el “autodenominado Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI)”.
Se incluyó, también, a Tranquilino Palatzin Tranquero, líder de la Policía Comunitaria por la Paz y la Justicia, a quien en el informe se vinculó “con el grupo delictivo Los Ardillos, con referencia en Quechultenango y Chilapa de Álvarez”.

En Guerrero no se van a permitir más ni persecución
política ni represión, promete Evelyn

Va la gobernadora a la Codehum y entrega vehículos y computadoras

 

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Acompañada por representantes de los poderes Legislativo y Judicial, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda entregó vehículos y equipo de cómputo a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Codehum).
En su mensaje, la gobernadora sostuvo que en Guerrero se respetan los derechos humanos y nunca más se va a permitir la persecución política, social y de ningún tipo, así como la represión ni la violación de los derechos de las personas.
Añadió que los vehículos y equipos de cómputo permitirán expandir y fortalecer las acciones de la Comisión, para brindar “puntual y esmerada atención”.
Afirmó que “la Cuarta transformación no tiene colores y más allá de los partidos políticos, se trata de romper con los estereotipos y paradigmas para avanzar en sociedad”.
En redes sociales se dio cuenta de la visita de la gobernadora, con el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Raymundo Velázquez, y la presidenta de la mesa Directiva del Congreso del estado, Yanelly Hernández Martínez, entre otros funcionarios.
En un boletín la Codehum informa que la presidenta del organismo, Cecilia Narciso Gaytán, recibió a la gobernadora en las instalaciones. Los vehículos y equipos de cómputo tienen un costo de 1.6 millones de pesos. Dijo que la gobernadora también participó en la entrega de reconocimientos por años de servicio al personal.
La presidenta de la Codehum destacó el apoyo y compromiso de la mandataria con el respeto a los derechos humanos. “La gobernadora es, sin duda alguna, una gran aliada en la labor que el constituyente permanente, al reformar el artículo primero de la carta Constitucional, encargó a todas y todos los servidores públicos de la Nación, que es velar por los valores elementales de las personas… estamos convencidas de que la vigencia de los derechos humanos solo es posible con personas comprometidas, como la maestra Evelyn Salgado Pineda”.
Estuvieron también en esta entrega la diputada Yoloczin Domínguez Serna, el secretario General de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, el secretario Administración y Finanzas, Raymundo Segura Estrada, e integrantes del Consejo Consultivo y personal del organismo.

 

Sigue la vigilancia del Ejército a la CRAC en la 4T y sus reportes son falsos, señala coordinador

Soldados del Ejército, ayer en un recorrido en los carriles centrales de la Autopista del Sol en Chilpancingo Foto: Jesu?s Eduardo Guerrero

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El vocero y coordinador de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Raúl de Jesús Cabrera declaró que el Ejército siempre ha vigilado a la institución comunitaria, y que esa práctica sigue en el actual gobierno de la 4T, que monitorea sus asambleas e interviene sus teléfonos celulares, derivado de ello, añadió, los han acusado de muchas cosas.
En declaraciones por teléfono respecto a los reportes hackeados por el grupo Guacamaya, que señalan que el Ejército los vigila desde el 2015, el vocero de la institución comunitaria informó que sabían eso, pero rechazó que la Policía Comunitaria de la CRAC realice detenciones arbitrarias como dicen esos reportes, y aseguró que se realizan conforme al reglamento de la agrupación y en contra de quienes tienen órdenes de aprehensión porque cometieron delitos.
Según los documentos hackeados por el grupo Guacamaya, la CRAC ha sido vigilada por el Ejército desde el 2015, pero según el vocero de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, son monitoreados desde que surgió la institución comunitaria en 1995.
De Jesús cabrera rechazó que las divisiones internas que se han dado en la CRAC sean por la disputa del recurso que les daba el gobierno, como refieren esos reportes.
Aseguró que desde la administración del gobernador Ángel Aguirre Rivero que terminó en el 2014, después de los ataques a los normalistas de Ayotzinapa, ya no reciben dinero del gobierno.
Denunció que la vigilancia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha servido para acusarlos de muchas cosas, “nos han acusado de tener vínculos con la guerrilla, de proteger a la delincuencia organizada, de recibir dinero del gobierno, entre otros señalamientos”.
Informó que saben que actualmente hay personal de inteligencia militar destacamentado en territorio comunitario, “como siempre han monitoreado constantemente nuestro movimiento”, denunció.
Agregó que recientemente los comenzaron a vigilar por el conflicto que hay entre los gobiernos federal y estatal con la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), “les interesa ver cuál es nuestra reacción o postura ante ese conflicto, aunque saben que nosotros nada tenemos que ver con esa agrupación ni nos preocupa ese sistema, nosotros ya tenemos un sistema establecido y lo estamos echando a trabajar”.
Agregó que en cuestiones de seguridad, vigilancia y monitoreo de las actividades de las organizaciones sociales, el actual gobierno federal no ha cambiado la infraestructura que tenía el anterior, “incluso (ahora) hay cuestiones más complicadas porque durante las manifestaciones y reuniones nos intervienen nuestros teléfonos”, denunció.
El coordinador de la CRAC dijo que los reportes “falsos” que han emitido como las “detenciones arbitrarias” son para “hacer quedar mal a la institución comunitaria”.
Aseguró que el gobierno sabe que todos los detenidos por la Policía Comunitaria son personas que portan armas o que han cometido algún delito y que tienen orden de aprehensión de la CRAC, por lo que los detenidos son sometidos a reeducación, de acuerdo con el reglamento de la organización.
Del señalamiento de que los conflictos internos son por la disputa de los recursos que les entrega el gobierno (un millón de pesos según los documentos hackeados), el coordinador de la CRAC aseguró que desde el gobierno de Aguirre Rivero dejaron de recibir ese recurso.
Mencionó que la CRAC comenzó recibiendo 500 mil pesos mensuales del gobernador Ángel Aguirre, mismos que se distribuían en las cuatro casas de justicia que había (actualmente son cinco).
Agregó que Aguirre aumentó el apoyo a un millón de pesos e igual se distribuía entre las cuatro casas, pero informó que cuando dejó el gobierno estatal derivado del caso Ayotzinapa, la institución comunitaria dejó de recibir ese apoyo.
Expuso que los constantes conflictos internos que ha tenido la CRAC, más que por el recurso hna sido por el control de la Policía Comunitaria.
Añadió que en la historia de la CRAC el conflicto más fuerte es el que hubo en el 2013 con el ahora dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio, debido a que éste quería imponer a los coordinadores para tener el control, pero lograron “hacerlo a un lado”.
Dijo que después vino el conflicto con el coordinador Eliseo Villar Castillo (actualmente preso en un penal de Oaxaca), quien quiso controlar todo el sistema comunitario y se extendió en casi toda la Costa Chica ingresando al sistema comunitario a comunidades que ni siquiera estaban respetando el reglamento interno, “lo hizo como si fuera una campaña porque quería el control, su idea era mantenerse utilizando a la CRAC”, pero añadió que igual lograron su destitución.
Indicó que afortunadamente ambos conflictos fuertes pudieron superarlos e insistió en que no han sido por el dinero, sino por el control de la agrupación.

En Iguala funciona un centro regional de espionaje del Ejército, revela el hackeo del grupo Guacamaya

Las instalaciones del 27 Batallón en Iguala con vallas de seguridad en previsión de protestas del movimiento de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa Foto: Alejandro Guerrero / archivo

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

El 27 Batallón de Infantería implicado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa es uno de los cinco Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (Cerfi) que existen en el país y se dedica al espionaje en los estados de Guerrero, Morelos, Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Querétaro, Tlaxcala e Hidalgo, según correos electrónicos filtrados por los hackers Guacamaya.
Aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha negado constantemente que en su gobierno existan labores de espionaje, los documentos filtrados en los correos revelan otros datos.
Un escrito fechado en agosto de 2022 y enviado por el Cerfi “Centro” (Iguala, Guerrero) al comandante de la IX Región Militar (Ricardo Flores González) que muestra la negativa para que el personal Cerfi se integre al Grupo de Respuesta Interinstitucional (GRI), deja al descubierto su forma de operación para el seguimiento de inteligencia del 27 Batallón de infantería (BI).
El documento revela las capacidades tecnológicas con las que cuentan, que van desde el monitoreo técnico de audios, intercepción de llamadas (CDR), geolocalizaciones, plataforma integral de inteligencia, análisis de vínculos, reconocimiento facial, acceso a redes sociales, reconocimientos de placas automotrices y recuperación de datos (forensia digital).
“Actualmente cuenta con un efectivo de 14 analistas, cuya tarea fundamental es el monitoreo técnico derivado de intervención de Comunicaciones Privadas (ICP), conectados a una plataforma tecnológica que permite acceder a los registros de llamadas, geolocalizaciones y de esta forma integrar paquetes de inteligencia operables”.
Según el documento, el Cerfi Centro actualmente “tiene 179 líneas en seguimiento bajo su responsabilidad”.
“La fortaleza de los Cerfi se encuentra en sus propias instalaciones, lugar donde se recibe, analiza, valora y en su caso se comparte para explotación, la información que se genere”.
Otro documento en diapositivas de Power Point revela la ubicación de los cinco Cerfis en el país y la forma de operación que tienen con otras corporaciones de seguridad.
El Cerfi en Guerrero según el documento tiene su centro de operatividad en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería, en Iguala de la Independencia.
Después de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, los padres y madres de los normalistas; las organizaciones sociales, estudiantiles y de derechos humanos; los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y el mismo subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaria de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, han señalado el seguimiento a los alumnos de Ayotzinapa y la participación del 27 Batallón la noche del 26 de septiembre del 2014.
El pasado 18 de agosto, Encinas Rodríguez reveló durante el informe del Caso Ayotzinapa, que uno de los 43 estudiantes desaparecidos, Julio César López Patolzin, era integrante del Ejército y estaba bajo el mando del teniente de Infantería, Marcos Macías Barbosa, del 27BI.
En noviembre del año pasado fue detenido el capitán José Martínez Crespo, por delincuencia organizada y presuntamente por su participación en la desaparición de los 43 estudiantes.
El capitán también pertenece al 27 Batallón y fue acusado por algunos normalistas sobrevivientes de intimidarlos y amenazarlos cuando ellos se encontraban refugiados en el Hospital Cristina de Iguala.
El pasado 27 de septiembre, en el octavo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, reporteros denunciaron que las transmisiones en vivo que realizaron del discurso de los padres y del vocero, Vidulfo Rosales Sierra, fueron bajados u ocultados de sus redes sociales.
Una semana después, al menos cinco líneas telefónicas de celulares de corresponsales de medios estatales y nacionales que estuvieron en las protestas en la ciudad de Iguala fueron hackeadas.
La información filtrada en los correos por Guacamaya y a la cual tuvo acceso El Sur, deja al descubierto que el Cerfi del 27 Batallón de Infantería tiene la capacidad de intervención de comunicaciones y el acceso a las redes sociales por la plataforma tecnológica con la que cuentan.

Capacidades Tecnológicas de los Cerfi

Dentro de sus capacidades tecnológicas, los Centros Regionales de Fusión de Inteligencia (Cerfi), cuentan con siete aeronaves no tripuladas que pueden recorrer distancias de mil kilómetros y con capacidad infrarroja que identifica blancos por sus características térmicas.
Además, tiene sistemas de comunicación celular, SkyEye (cámara de fotos georreferenciadas) y 16 cámaras de alta definición en tiempo real.
El documento de Power Point de 10 diapositivas, menciona que los objetivos principales de estas aeronaves son los grupos de la delincuencia, los grupos armados (en referencia a las guerrillas y autodefensas), el monitoreo del Popocatépetl y vigilancia a ductos de Pemex.
Cuentan con una plataforma integral de inteligencia que procesa miles de millones de datos con la ayuda de un módulo Osint (Open Source INTelligence), traducido como Inteligencia de Fuentes Abiertas, que se encarga de recolectar información y datos de las diferentes plataformas de redes sociales.
También tienen la capacidad de comparar fotos de rostro de los principales blancos de interés y el reconocimiento de placas vehiculares para su geolocalización.
Los otros cuatro Cerfis son: Noroeste, en la III Región Militar de Mazatlán, Sinaloa; Noreste, Séptima Zona Militar de Apodaca Nuevo León; Occidente, VI Región Naval de Manzanillo Colima y Sureste, Tercera Zona Naval de Coatzacoalcos, Veracruz.