Ocho religiones con 217 asociaciones religiosas: Bataz

 

El subsecretario para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez dijo que en Guerrero existen ocho religiones con registro ante la Secretaría de Gobernación y precisó que entre éstas se encuentran: la Católica, la Evangélica, la Bautista, la Presbiteriana, la Adventista del Séptimo Día, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones), la Luz del Mundo y las Iglesias Cristianas Tlapanecas.
Después indicó que éstas se encuentran dentro del CIG –que se formó el 6 de noviembre y le tomó protesta el gobernador, Zeferino Torreblanca a sus integrantes el 26 de noviembre en Acapulco– y aproximadamente representan al 96 por ciento del total de los habitantes en el estado, en tanto que el resto son ciudadanos que no creen en ninguna religión, “los ateos”. Agregó que hay 217 asociaciones religiosas (iglesias o diócesis) registradas en Guerrero.
Más tarde en entrevista, abundó que después de la Católica, las iglesias más grandes son la Evangélica, la Bautista y la Presbiteriana. Agregó que la de más reciente registro ante la federación es la denominada Iglesias Cristianas Tlapanecas.
Sobre la población que pertenece a cada una de las religiones, Bataz Benítez dijo que sólo tenía conocimiento de que unos 2 millones 359 mil 763 guerrerenses son católicos y 117 mil 511 evangélicos.
A pregunta expresa, dijo que más que reconocer al Consejo como interlocutor “nosotros vemos al CIG como ellos lo han contemplado, son autónomos e independientes y están constituidos en una asociación civil, parte de la sociedad guerrerense”.
Bataz agregó: “estamos haciendo un trabajo conjunto que coincide con el fomento de los valores, con la tolerancia religiosa, hay una coincidencia, hay trabajos donde coincidimos de la no violencia, cada quien hace su trabajo”.
Resaltó enseguida que los convenios que ha firmado el gobierno del estado con el CIG, fue en el mes de febrero de este año “en materia de seguridad pública, para sumar esfuerzos, empresarios y sociedad civil”.
El funcionario opinó también que ve con “beneplácito”, que el Consejo haya convocado a una marcha y dijo que “ojalá y todos los guerrerenses se sumen a este fin positivo”.

No es foco rojo para el gobierno el conflicto entre católicos de Cruz Grande: Javier Bataz



Teresa de la Cruz Chilpancingo


El subsecretario para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez, descartó ayer que la división de católicos que ocasionó la designación de un sacerdote en Cruz Grande, sea un foco rojo para el gobierno, pues se trata de un problema interno de la Iglesia católica; dijo que tiene conocimiento de que “pronto” se solucionará ese asunto que se generó desde enero de este año.
El funcionario llamó a las asociaciones religiosas a que eviten “tener problemas” en el próximo proceso electoral del 2 de julio. Citó que hace unos días durante la sesión del Consejo Interreligioso de Guerrero –que aglutina al 99 por ciento de las religiones–, se tocó ese tema “y creemos que las cosas quedaron bastante claras”.
El pasado jueves, un grupo de católicos seguidores del padre Agustín Quiñónez irrumpieron con pancartas la misa que celebraba en la iglesia de la Santa Cruz, el obispo auxiliar, Juan Navarro para reclamar el nombramiento del párroco Jorge Hernández como titular de dicha iglesia y la designación como auxiliar del primero. La división de los católicos se hizo notoria desde Semana Santa, ya que cada sacerdote hizo su propia celebración.
A ese respecto, Bataz dijo que para la actual administración “no es delicado” ni se considera un foco rojo ese conflicto, porque además de ser un asunto interno de los católicos, los cambios de presbíteros son “normales”.
Abundó que “nosotros no vemos en este asunto ni siquiera un foco amarillo, lo digo con toda realidad; lo de los focos rojos lo hemos visto en estados hermanos, aquí en Guerrero no ha habido esa situación en el sector religioso”.
Citó de que la actual administración está conciente de que la “diferencia” que hay entre los feligreses “es por el hecho de que llegó un sacerdote nuevo a sumarse a la labor de otro sacerdote que se encuentra ahí”, en la iglesia de la Santa Cruz.
De ahí que afirmó que por tratarse de “un asunto interno, de una asociación religiosa, en tanto no se nos solicite la coadyuvancia no intervendremos… no podemos inmiscuirnos salvo cuando haya alguna situación de tipo social”.
Señaló que quien actuará en un primer momento, “es la autoridad municipal, y en un segundo momento y sólo a petición del Ayuntamiento de Cruz Grande, nosotros también nos sumamos y si es necesario también pedimos que intervenga la Secretaría de Gobernación; hasta ahorita estamos atentos”.

En Nuevo Guerrero, Tlapehuala, disputa por el liderazgo de la fiesta religiosa: Bataz

 Teresa de la Cruz Chilpancingo

El subsecretario de Gobierno para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez, aseguró ayer que el conflicto que se suscitó el pasado 30 mayo en Tlapehuala por el cargo de fiscal de las fiestas religiosas, tiene de fondo “la disputa por el control del dinero y el liderazgo” mismo que en tiempos posteriores los empuja a ocupar cargos en el gobierno municipal. Y negó que por este hecho se haya generado un enfrentamiento entre los habitantes; sólo “se maximizó el asunto”.

De acuerdo a la versión de medios locales, el 30 de mayo en la comunidad de Nuevo Guerrero, en el municipio de Tlapehuala ocurrió un enfrentamiento entre dos grupos religiosos quienes se disputaban el cargo de fiscal de las fiestas religiosas, mismo que se encarga de organizar las fiestas del santo patrono en esa comunidad.

Para Bataz Benítez el hecho “se maximizo, si hubo una situación tensa por quienes buscaban ocupar el cargo, pero no hubo nunca un enfrentamiento entre los habitantes” de la comunidad. Consultado vía telefónica, dijo que las elecciones para el cargo religioso fueron el mismo domingo, pero       al parecer un grupo de un ex ocupante del puesto, Gabriel Alonso Márquez –abogado del despacho del universitario Román Ibarra Flores– “se inconformó por la nueva designación y fue él quien comunico con alarma algunas dependencias de gobierno que había un enfrentamiento”.

Mencionó que ante esta situación el sacerdote de la capilla del Santo Espíritu, Abraham García pidió la intervención de esa dependencia incluso “participo el delegado de municipal para asuntos religiosos y hoy el asunto ya esta en calma”.

Agregó que la disputa también tiene que ver con el manejo del dinero “y ese asunto realmente se tiene que atender de manera inteligente a modo de que se respeten las leyes eclesiásticas ya que una disputa por mayordomía es una cuestión interna”

Expuso que por la mañana se reunió con el secretario de Gobierno, Luis León Aponte “él nos dio la orientación para ver que esta situación y las que prevalezcan en la entidad se resuelvan conforme a derecho para que prevalezca la paz social”.

Por su parte el subprocurador de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Justicia del Estado, Antonio Nogueda Carvajal indicó que en la comunidad de Nuevo Guerrero solo se dieron “algunas discusiones, no hubo ningún enfrentamiento”. Entrevistado en sus oficinas, señaló que el domingo       “una persona de nombre Gabriel Alonso Márquez,       vía telefónica me comunico que en la comunidad de Nuevo Guerrero se había presentado un grupo armado de encapuchados”, por lo que       solicitó que Policías Judiciales acudieran a la localidad.

Sin embargo, indicó que en Nuevo Guerrero los judiciales “no encontraron ningún grupo de encapuchados y solo había elecciones para nombrar a un       nuevo mayordomo”.

Para el lunes, según Nogueda Carvajal, “la misma persona reporta al Ministerio Público       de Arcelia que había un grupo armado, y resulto nuevamente falso se vuelven a encontrar con un conflicto de carácter religioso”.

Derivado de ese conflicto, dijo Nogueda Carvajal que el pasado martes el MP de Arcelia “recibió la denuncia de un grupo de personas que acusaron a Gabriel Alonso por lesiones y por privación ilegal de la libertad”

Nogueda Carvajal concluyó que la averiguación que interpusieron los habitantes de Guerrero Nuevo “es por delitos pequeños, por lesiones simples, es un delito del juzgado de paz que no tiene caso referir como un conflicto por que no hubo tal enfrentamiento”.

No hay conflictos religiosos, asegura Javier Bataz Benítez

La subsecretaría que encabeza no interviene en las nuevas denuncias, dice

 

Ante la ola de denuncias contra sacerdotes que cometen atropellos, como consecuencia del homicidio del presidente municipal de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruíz Villarreal a manos del sacerdote de Cualac, Lorenzo Cuellar Vázquez, el subsecretario para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez, dijo que no todos los casos se enmarcan dentro de los conflictos religiosos y como tales no se registran en esa dependencia por lo que no coadyuva en su solución.

Algunos casos, dijo, son conflictos entre particulares y que las denuncias deben estar registradas en la Procuraduría de Justicia del estado.

Entre estos casos citó, por ejemplo, el del sacerdote que oficia en los municipios de Zapotitlán Tablas y Acatepec, Adrián Ramírez Ventura, quien fue denunciado por el ex alcalde de Acatepec, Antonio González García, de golpear a los indígenas y que incluso uno de ellos, Rafael Santiago Marcelino, falleció a consecuencia de los golpes en la comunidad de El Llano, por lo que pidieron a las autoridades eclesiásticas y al Gobierno estatal su expulsión, sin embargo el párroco continua oficiando en esa región.

En cambio reconoció que si tiene registrado el de San Miguel Tecuiciapan, en donde ciudadanos del lugar acusan al párroco José Hurtado Mónico, de agredir a sus feligreses en estado de ebriedad y de andar armado con pistola, machete y hacha.

Sobre este particular aseguró que el conflicto, empezó a raíz de la disputa por la mayordomía que implica intereses económicos. El funcionario preciso que la dependencia ya está interviniendo para su solución con la participación de la diócesis Chilpancingo-Chilapa y también con la mediación de las autoridades municipales.

Bataz Benítez admitió que en la dependencia no tiene registrados otros casos, porque algunos de éstos se denuncian sólo a través de los medios de comunicación y algunos más se hacen ante la Procuraduría de Justicia.

El funcionario estatal señaló que las denuncias que están surgiendo a raíz del homicidio del presidente municipal de Xalpatláhuac, Ruíz Villarreal, “no se trata de una cacería de brujas en contra de los sacerdotes, lo que pasa es que se abre un caso y salen otros”, ello porque dijo que muchas veces los ciudadanos tienen temor de hacer las denuncias.

El funcionario informó que en la actual administración se han resuelto cerca de 90 conflictos religiosos y ocho en lo que va de este año.

Indicó que actualmente existen otros conflictos religiosos, en Tlalixtaquilla por la construcción de un templo, pero dijo que ya está en vías de solución con la mediación del presidente municipal.

Informó que existe otro más en Cuetzala por la disputa de una mayordomía y que por los mismos motivos hay otro en el Cayaco, municipio de Acapulco.

Mientras tanto, en Zumpago, cabecera del municipio de Eduardo Neri, existe otro conflicto por “insensibilidad religiosa” que también se está resolviendo con la intervención de las autoridades municipales.

Asimismo, indicó que en la localidad de Mayanalán, municipio de Iguala, existe un conflicto entre feligreses por tierras, pero que por su dimensión está interviniendo para su solución la Secretaría de Gobernación.