Bloquea la CETEG por segundo día la carretera en Tixtla; retiene a funcionarios de la SEG

Por segundo día consecutivo, maestros de la región Montaña baja, agremiados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), bloquearon la carretera federal Chilpancingo-Chilapa frente al internado Adolfo Cienfuegos y Camus, ubicado en Tixtla, para exigir cambios de adscripción por inseguridad, maestros y mejores instalaciones.
A ese lugar acudieron a dialogar funcionarios de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), quienes fueron retenidos por los docentes para exigir la presencia de aquellos que pudieran responder a sus demandas. La dependencia, mediante un comunicado, aseguró que se trató de una acción “ilegal y sin acceso a alimento y agua”, donde se afectó de manera económica a la zona y a sus habitantes.
Los representantes de la SEG, luego de llegar, se trasladaron con una comisión de maestros al salón de fiestas Joaquín Mier Peralta, ubicado en la colonia Guerrero, en Tixtla. Ellos fueron el secretario técnico de la SEG, Jorge Sotomayor Landeta; el director general de Primaria, Praxedis Mojica Molina; el director de Educación Física, José Jailic Cabañas Bello; el jefe del departamento de Selección y Contratación de Personal, Aurelio Luna Tepeyac; el director de Educación Indígena, Silvio Joel Molina Ruiz, y la jefa del departamento de Educación Inicial y Preescolar Indígena, Hermenegilda Rodríguez Avilez.
Hasta entrada la noche, los funcionarios seguían en el salón con los maestros, que no les permitieron salir de las instalaciones, porque los dirigentes de la CETEG exigieron la presencia del subsecretario de Administración y Finanzas de la SEG, Jorge Alonso Peña Soberanis; la directora de Educación Inicial y Preescolar, Claudia Abril Téllez Hernández, y el director de Servicios Regionales, Édgar Martín Parra y Bello, pues consideraron que sin ellos no podrían llegar a acuerdos.
En unas primeras declaraciones telefónicas, Sotomayor Landeta dijo que los maestros se negaron a dejar salir a las mujeres y no les permitieron comer, ni que les llevaran comida al salón, “respetuosamente no puedo decir que es un secuestro, pero estamos retenidos. No nos dejan salir. A menos que haya otro término jurídico, pero lo que es un hecho es que no nos dejan salir”. Añadió que los maestros advirtieron que permanecerían en el salón en Tixtla hasta que llegaran los otros funcionarios, aunque tardaran más tiempo en acudir e informó que no acudieron porque no podían.
Por su parte, una representante de la CETEG denunció que los funcionarios de la SEG, sin referirse a uno en particular, amenazaron a los maestros con denunciarlos ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y de manera penal por haberlos retenido. Aclaró que no había tal retención, si no que estaban a la espera del resto de los funcionarios, para poder instalar la mesa de diálogo.
Más tarde, en otra breve declaración telefónica a las 11:22 de la noche Sotomayor Landeta informó que los funcionarios ya estaban camino a Chilpancingo y que acordaron con los maestros que “en las próximas horas” se daría una respuesta a sus demandas.
Las exigencias de la región Montaña baja son cambios de adscripción por inseguridad, así como el envío 274 maestros que hacen falta en diferentes niveles en esa zona, como Ahuacoutzingo, Zitlata y otros; y también que se asegurara la permanencia del delegado de Servicios Educativos, Jerónimo Maurilio Morales, electo por la CETEG, a quien la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) pretende destituir, para colocar a un allegado a la organización.

Retención ilegal, afirma el gobierno estatal

El área de Comunicación Social del gobierno estatal difundió un comunicado en el que informó de la retención de dos mujeres y 12 hombres funcionarios de la SEG “de manera ilegal y sin acceso a alimento y agua”. Señaló que el bloqueo en la carretera que une a las regiones Centro y Montaña afectó de manera económica a la zona y a sus habitantes.
Declaró que las demandas de los maestros fueron atendidas de manera amplia y oportuna por el gobierno que puso “a su alcance una mesa de negociación y propuestas para dar pronta solución a sus solicitudes, sin embargo, algunas de estas demandas son ajenas a las facultades del Gobierno Estatal y en otras se carece de techo presupuestal para llevarlas a cabo”, pero no se precisó cuáles.
Aseguró que las autoridades tienen disposición permanente para atender las necesidades del magisterio “asumiendo la responsabilidad que se tiene de brindar atención al alumnado, escuelas y comunidades, mas no a grupos de presión que utilizan las movilizaciones para obtener canonjías que al final se convierten en políticas clientelares; acto que rechazamos enérgicamente”.
Por su parte los maestros informaron que no llegaron a acuerdos con las autoridades y que se reorganizarán para fortalecer su lucha y “llegar con mayor contundencia”.

El bloqueo de frente a la violencia

El bloqueo en la carretera Chilpancingo-Chilapa inició a las 6 de la mañana, frente al internado en Tixtla, y aunque fue de manera total, los manifestantes permitieron el paso de automovilistas que aseguraron ir con parientes enfermos y a camiones que transportaban gallinas y puercos, así como a una ambulancia.
Para bloquear el paso, los inconformes estacionaron un vehículo particular a lo ancho de la carretera y colocaron lonas con mensajes en contra de la reforma educativa, la evaluación del Servicio Profesional Docente y exigiendo la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa.
Urvan de la ruta Chilpancingo-Chilapa se organizaron para recoger a los pasajeros cerca del bloqueo y así evitar que quedaran varados hasta que concluyera la manifestación.
Cerca del mediodía ocurrió algo insólito, pues para sorpresa de los transeúntes, los maestros y los automovilistas varados en la carretera, una patrulla de la Policía Municipal de Chilapa trasladó el cuerpo de un agente asesinado en la cabecera de ese municipio, debido a que por el bloqueo la camioneta del Servicio Médico Forense (Semefo) que debía recogerlo, no pudo llegar hasta el lugar donde se encontró al hombre.
La camioneta de Semefo y la patrulla se encontraron justo frente al carro que los maestros usaron para obstruir el paso, por un instante pareció que los agentes pretendían pasar el cuerpo del policía envuelto en una bolsa gris, cuyas piernas resaltaban en la cajuela, pero avanzaron hasta orillarse a unos metros de la estatua del general Vicente Guerrero.
“Lo llevan embolsado” dijo un hombre a su acompañante, con el que presenció la escena que nadie se esperaba. El personal de Semefo ayudó a los policías municipales a transportar el cuerpo de un vehículo al otro, de manera natural y lo más rápido que pudieron, aunque esto no evitó que varias personas se acercaran a tomar fotografías.

 

Marchan 2 mil manifestantes con padres de los 43 en Chilpancingo y arrojan piedras al Congreso

 

En la Acción Global por Ayotzinapa de ayer, estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos arremetieron con piedras y cohetones contra el Congreso local y un grupo de policías antimotines que se hallaba en el patio principal del inmueble.
Al terminar la marcha y mitin que encabezaron padres y madres de los 43 normalistas a 13 meses de la desaparición forzada de sus hijos en Iguala, unos 40 jóvenes embozados lanzaron piedras a los cristales del edificio vacío, donde horas antes rindió protesta el nuevo gobernador, Héctor Astudillo Flores.
Luego vinieron los cohetes y en poco tiempo dirigieron los proyectiles al patio del Congreso, hacia un grupo de antimotines que desde ahí vigilaron la protesta.
La instrucción para los policías, al parecer, fue mantener su posición pese a cualquier embestida, porque sólo se agacharon para cubrirse con los escudos, sin buscar refugio, mientras el equipo antimotín como sus escudos, saltaba del suelo con las explosiones.
Mientras los manifestantes se retiraban, salió de la puerta del estacionamiento otro grupo de policías estatales antimotines con gases lacrimógenos, y se suscitó un intercambio breve de pedradas. En la caseta de control de acceso en el estacionamiento quedó la leyenda “la bienvenida de Ayotzinapa para Héctor Astudillo. Faltan 43”. La riña terminó en poco menos de 10 minutos.
En la marcha del norte al sur de la ciudad, los manifestantes añadieron a las pintas en paredes con el nuevo lema del gobierno “Guerrero nos necesita a todos”: “nuevo gobierno, la misma mafia”, “Por eso sigo exigiendo la presentación de los 43”.

La marcha comenzó sin la CETEG

La marcha comenzó a las 11 de la mañana en el monumento a Nicolás Bravo conocido como El Caballito, al norte de la ciudad, con la llegada de los padres de los desaparecidos, normalistas de Ayotzinapa y de algunas normales rurales integradas a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) en diez autobuses del servicio público a la capital.
No esperaron a los representantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) que dirige el secretario general Ramos Reyes Guerrero, quien originalmente convocó a la marcha a las 10 de la mañana.
Unos 500 metros más adelante se integró un contingente amplio del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (FUNPEG), seguidos del Frente Unido Contra las Reformas Estructurales de la Montaña baja que conformaron maestros y organizaciones sociales en Chilapa.
La protesta de unas 2 mil personas, principalmente de estudiantes, subió de la avenida Juárez a la avenida Alemán para incorporar a los maestros de la CETEG disidente y organizaciones que mantienen el plantón en el Zócalo de Chilpancingo desde el año pasado.
Pero la posición de los dirigentes de la CETEG disidente fue marchar independiente a los padres de familia, porque consideraron que papás y normalistas privilegiaron la invitación de Reyes Guerrero.
Al llegar al Zócalo se observó a un grupo reducido de maestros de la CETEG de Reyes Guerrero, no más de 30, integrados al final de la marcha, seguidos sólo de integrantes de la Universidad Intercultural Latinoamericana de Ciencias y Artes (UILCA).
En el mitin frente al Congreso el secretario técnico de la Red Guerrerense de Derechos Humanos, Manuel Olivares denunció que el ex gobernador, Rogelio Ortega Martínez llegó a “comprar conciencias para que muchos dejaran la lucha -como evidencia de que cumplió su objetivo, añadió-, notamos aquí la ausencia de maestros y de organizaciones sociales”.
Pero el representante de los padres de familia, Melitón Ortega señaló que el gobierno estatal ni el federal pudieron con los padres de familia, “con firmeza decimos que estamos aquí, en la lucha, y vamos a estar aquí hasta que se cumplan todas las recomendaciones del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI)”.
Es decir, los acuerdos para el seguimiento de la investigación del paradero de los 43 estudiantes desaparecidos y de justicia por todos los crímenes de Iguala, en el documento que presentaron a principios de septiembre al gobierno federal.

Rechazo al nuevo gobierno

En el mitin, Melitón Ortega denunció que en la administración de Rogelio Ortega fueron agredidos permanente por el gobierno estatal, y ayer en la mañana cuando se dirigían a Chilpancingo fueron hostigados por policías estatales en el túnel de la carretera de cuota Tixtla-Tierras Prietas, para revisarles sus vehículos.
Los estudiantes se negaron a abrir las puertas a los policías estatales para la revisión y los dejaron pasar luego de unos momentos.
Melitón Ortega declaró que los padres rechazan la llegada del gobernador de Héctor Astudillo Flores, porque no observan ningún compromiso claro por la presentación de los desaparecidos, y estimó que va a obedecer a la política económica neoliberal del gobierno federal.
“Este escenario (del nuevo gobierno) no es más que una repetición de los caciques de Guerrero, continúan los retenes en las carreteras para los padres y estudiantes de Ayotzinapa, y el gobierno federal insiste en decir que los alumnos detenidos por los policías federales fueron asesinados y quemados en el basurero de Cocula”, se quejó.
Un normalista de Ayotzinapa llamó a la unificación del movimiento “para derrotar a este gobierno fascista”.
El joven llevaba el pelo muy corto, que es lo que identifica a los estudiantes de primer grado, consideró necesario hacer una sola lucha y demostrar que el movimiento de Guerrero no ha caído, “tenemos la fuerza para exigir que regresen con vida a los 43 y justicia para los tres estudiantes asesinados” la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
Llamó a quienes tienen familiares desaparecidos a unirse al movimiento, “porque el nuevo gobierno no va a servir al pueblo y la población se merece un gobierno que surja desde abajo”.
“Impulsemos nuevas formas de lucha, no tenemos miedo a derramar más sangre, si es necesario nos enfrentaremos a la fuerza pública, lo vamos a hacer, y gritaremos la consigna que sigue viva desde la noche del 26, porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, expuso.
Antes de cerrar la actividad el representante de la comisión política de la CETEG oficial, Carlos Botello Barrera tuvo una intervención pero no tocó la división evidente del movimiento magisterial.