Marchan colectivos de familiares en Acapulco en el día de los desaparecidos

Argenis Salmerón

Unos 100 integrantes del Colectivo de Familias de Acapulco en Busca de sus Desaparecidos, marcharon por la avenida Costera para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
Después de las 5 de la tarde, los miembros de los diferentes colectivos salieron de la nueva catedral, ubicada en avenida Universidad, para llegar al Asta Bandera.
Antes, hubo una misa dirigida por el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, en la iglesia católica, para conmemorar la efeméride.
Durante la misa, el padre Salvador Cisneros manifestó que la sociedad cada día se ha vuelto más vulnerable y apática, sin embargo, celebró todo el trabajo y la unión que hay entre todos los familiares, para apoyarse y salir adelante, así como para buscar a todas las personas desaparecidas.
En el Asta Bandera, las personas que tienen un familiar desaparecido, colocaron lonas y fotografías en el suelo, para mostrarlas a los peatones y automovilistas. También entendieron veladoras.
Informaron que hay una “tendencia” criminal para desaparecer muchachas 14 y 19 años en Acapulco, de diciembre del año pasado a este mes.
También pidieron la creación de un Centro de Identificación Forense, para facilitar sus esfuerzos.
En el contingente hubo colectivos de los municipios de Chilpancingo, Iguala y el estado de Morelos.
En declaraciones a este reportero, la presidenta de la asociación, María Emma Mora Liberato, aseveró que cuando desaparecen a una persona “agarran parejo” y, por tal motivo, “estamos trabajando para todos”.
Informó que están trabajando con el gobierno municipal, para tener una alerta de reacción inmediata en busqueda de personas, con el fin de iniciar su localización en las primeras 72 horas luego de la desaparición, para poderlos encontrar con vida.
Sobre la “tendencia” de muchachas desaparecidas en Acapulco, sostuvo que como asociación han registrado un incremento en la cifra de hasta un 60 por ciento, en un periodo de diciembre del año pasado a este mes, “hemos localizado a la mayoría con vida, pero lamentablemente nos hacen falta ocho jovencitas por encontrar”.
Aseguró que si alguna persona tiene un familiar desaparecido, “nosotros le damos el acompañamiento, es decir, que si no ha interpuesto la denuncia, vamos con ellos, junto con el grupo de asesores que tenemos”.
“Para que no les vayan a decir que regresen a las 72 horas o llamar al 911, a poner el reporte, pues con eso no se hace investigación, solamente es difusión de ficha”, puntualizó.
Añadió que cuando hay un número de carpeta, ahora sí comienza la investigación por el desaparecido.
Pidió la creación del Centro de Identificación Forense, “ya lo hemos platicado, ya se hizo un foro, queremos que se haga realidad”.

 

Ofrecen una misa por siete desaparecidos en Atoyac que se dedicaban a la venta de oro

Familiares y amigos de Jesús Salvador y Raul Trujillo Herrera, Luis Carlos Barajas Alcázar, Joel Franco Ávila, José Luis Barajas Diaz, Flavio Alejandro Higareda y Rafael Cervantes Rodriguez, originarios de Michoacán, durante la misa que se realizó en su memoria en la nueva catedral de Acapulco, al cumplirse 16 años de su desaparición en el municipio de Atoyac de Álvarez Foto: Carlos Carbajal

Argenis Salmerón

Los familiares de los hermanos Jesús Salvador, Raúl Trujillo Herrera y cinco compañeros de trabajo que se dedicaban a la venta de oro, originarios de Pajacuarán, Michoacán, reportados como desaparecidos en el año 2008 en el municipio de Atoyac de Álvarez, ayer organizaron una misa en la nueva catedral de Acapulco y despues hicieron pega de fotografías en el Zócalo para su localización.
La misa fue dirigida por el padre Jesús Mendoza Zaragoza y dedicada a los siete desaparecidos, en la nueva catedral de Acapulco ubicada en avenida Universidad.
Además, los familiares de los desaparecidos anunciaron una jornada de búsqueda esta semana en Acapulco y Atoyac.
Los nombres de los desaparecidos son: Jesús Salvador y Raúl Trujillo Herrera; Luis Carlos Barajas Alcázar; Joel Franco Ávila; José Luis Barajas Díaz; Flavio Alejandro Higareda y Rafael Cervantes Rodríguez, todos se dedicaban a la venta de oro.
En la tarde, los familiares e integrantes de diferentes organizaciones de búsqueda pegaron fotografías de los dos hermanos y las cinco personas de su equipo de trabajo, y los acompañaron trabajadores de la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas.
En declaraciones a El Sur, la madre de los hermanos, María Herrera, dijo que mañana se conmemora un año más de la desaparición de sus dos hijos, y por tal motivo llevaron a cabo la misa ayer en Acapulco.
“Mañana se cumplen 16 años de desaparecidos de mis hijos, fue un caso muy sonado, pero pareciera que todo se quedó en el olvido”, reclamó.
Llamó a los agresores de sus hijos, para “pedirles un poco de clemencia y piedad, porque son largos 16 años, que no hemos podido encontrar sus restos para darles una sepultura digna”.
“Yo digo siempre si me les dieron una muerte indigna, que mínimo me ayuden a darles una sepultura digna”, manifestó.
El hermano de los desaparecidos, Juan Carlos Trujillo Herrera, informó que su familia y los integrantes de los colectivos, harán una jornada de búsqueda en vida esta semana de los desaparecidos en Guerrero.
Añadió que mañana se conmemora un año de la desaparición de sus hermanos; hoy visitará la cárcel de Acapulco, este miércoles se colocará una placa en Atoyac, y el 30 de este mes en la Ciudad de México acudirán al mitin por el Día del Desaparecido.
Se quejó que a 16 años de la desaparición de sus hermanos, la Fiscalía “nos tiene en la misma situación, no hay avances y nosotros como familia Trujillo Herrera hace 10 años entró a un nuevo proceso social para unirse la Red de Enlaces Nacionales y la creación de la Brigada Nacional de Búsqueda”.
“Nosotros le apostamos más al trabajo de las familias, de las comunidades, para poder buscar a las personas desaparecidas, primero tenemos que buscar a los seres humanos”, enfatizó.
Expresó: “decirle a la sociedad civil, necesitamos, nos necesitamos, no podemos vivir en ese orden de violencia, yo sé que es muy complicado, es muy difícil como estamos viviendo, pero sí podemos construir un mejor país”.
El 28 de agosto del 2008, los siete jóvenes llegaron al municipio de Atoyac de Álvarez, región de la Costa Grande y acudieron a un bar y fue la última comunicación con sus familiares.
El 21 de septiembre de 2010, dos años después de ocurrida la desaparición de Raúl y Jesús Salvador, y ante la necesidad de obtener dinero para continuar con su búsqueda, Luis Armando y Gustavo Trujillo Herrera salieron de Pajacuarán, Michoacán, donde vivían, rumbo a Vega de Alatorre, Veracruz, para continuar con su negocio de compra y venta de oro y otros metales, y ya no se supo de ellos.