21 septiembre,2024 9:41 am

Inauguran la exposición Laboratorio Acapulco, que busca resignificar la ciudad, en el Colegio de San Ildefonso

Se debe reconstruir el puerto, pero de manera diferente, para que no se regrese a como se estaba antes del huracán Otis, dicen en la muestra. Las playas deben estar libres de hoteles, con vialidades hacia el mar, y un tren que conecte a la Ciudad de México, propone el académico Roberto Eibenschutz, director de la Facultad de Arquitectura de la UNAM

Ciudad de México, 21 de septiembre de 2024. El pasado jueves 19 de septiembre se realizó la inauguración de la exposición Laboratorio Acapulco, como parte de Mextrópoli, Festival de Arquitectura y Ciudad, realizado en la Ciudad de México.

El festival Mextrópoli se lleva a cabo en el Colegio San Ildefonso, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, y durará hasta el 19 de enero de 2025. En la exposición Laboratorio Acapulco se indica que tras el impacto del huracán Otis, se busca una reconstrucción del puerto tras el desastre natural.

“El objetivo central de la exposición Laboratorio Acapulco reside en definir un bosquejo de propuestas y reflexiones orientadas a identificar la sostenibilidad armónica entre todos sus actores y recursos naturales: habitantes, turistas, empresarios, flora y fauna; alcanzar un equilibrio; paliar la violencia que azota al puerto; vislumbrar una plan de desarrollo sustentable que compense la expansión urbana con la recuperación medioambiental; reducir los contextos de vulnerabilidad social, ambiental, económica e institucional; reconstruir el tejido social y aumentar las capacidades de respuesta de la sociedad ante los desastres”, se lee en uno de los muros de la exposición.

En la exposición se pueden apreciar diversas fotografías que recuerdan el Acapulco de las películas, así como esculturas inspiradas en el puerto, además de un recorrido por los daños que causó el huracán Otis en el municipio.

Laboratorio Acapulco es una invitación a pensar colectivamente en la pertinencia de imaginar, diseñar y llevar a cabo acciones que nos conduzcan en el camino de la convivencia, la prosperidad y la generación de un nuevo tejido social que propicie bienestar para todos” se lee en la exposición.

En la muestra, se explica que los problemas de Acapulco no se solucionarán por medio de una reconstrucción para llegar al mismo punto de lo que era antes, sino que se deben buscar otras alternativas.

“Los padecimientos de Acapulco no sanarán reconstruyendo lo que ya era insostenible, sino imaginando otros posibles caminos, que a partir de la historia e identidad del puerto, con base en sus capacidades y recursos sociales, humanos, patrimoniales y culturales, pueda abonar en el desarrollo de todos los Acapulcos que contiene ese gran municipio, incluyendo sus zonas periféricas y sus amplias extensiones rurales”, se explica en las paredes de exposición.

Para el viernes se desarrolló el diálogo Resignificar Acapulco, cuyo objetivo era explorar y reimaginar el futuro del municipio tras el impacto de Otis en octubre del año pasado.

Entre los participantes, el director de Cultura del municipio de Acapulco, Christopher Brito, aseguró que el huracán Otis hizo valorar cosas a los acapulqueños como los rayos de luz debido a la ausencia de energía eléctrica.

Por su parte el arquitecto y académico Roberto Eibenschutz, señaló que todos deben aportar para que no se vuelva a dar una situación como la de Otis y exhortó a que no se preste mayor atención a la pérdida de infraestructura hotelera que a la de viviendas de la gente local, y olvidar la resiliencia.

“Lo que menos queremos en la situación de Acapulco, en la situación de desastre, es volver a la situación que teníamos antes, lo que necesitamos es una visión distinta, un Acapulco diferente” manifestó.

Propuso que se deben tener playas completamente públicas, el rescate del paisaje, vialidades abiertas al mar, hoteles fuera de la zona de playa y replicar el ejemplo de Río de Janeiro, donde los hoteles están fuera de la franja de playa, además de estructuras de menor altura y un tren de la Ciudad de México a Acapulco para aumentar inyección económica para el municipio.

El director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que hay una oportunidad de convertir a Acapulco en un “lugar democrático” para el disfrute de la población.

Ernesto Betancourt, de la revista Arquine, indicó que Acapulco ya tenía una “grave crisis”, producto del deterioro de los servicios públicos, el abandono y mala gestión del espacio público, además de lo que llamó “feudalización” del espacio público, ya que no se utiliza y queda en manos del crimen organizado, pero se debe rehacer un Acapulco que considere los defectos que tenía antes de Otis.

Texto: Juan Luis Altamirano Uruñuela