25 octubre,2017 9:11 am

Incumplen campamentos tortugueros con las disposiciones de la Semarnat, señalan

Acapulco, Gro., 24 de octubre de 2017. El subdelegado de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Guerrero, Omar Magallanes Telumbre, dijo que se tienen registrados 32 campamentos tortugueros en la entidad, pero no todos cumplen con lo que establece la norma 162 de la Semarnat, pues muchos comienzan con voluntarios y se regularizan conforme reciben visitas de esa dependencia federal.

Los encargados, explicó, se interesan por continuar con las labores de conservación de la especie sin tener problemas con las autoridades.

Consultado respecto a la denuncia que hicieron los voluntarios del campamento tortuguero Krishna ubicado en playa Revolcadero y de la que El Sur dio cuenta en su edición del domingo pasado, el funcionario indicó que en Acapulco la actividad de los campamentos “es regular”, de ahí que las visitas de inspección se realicen en las costas Grande y Chica de la entidad, dado que dichas verificaciones forman parte del programa de vigilancia a esos establecimientos “no extractivos”.

“Las visitas se llevan a cabo durante todo el año y primordialmente los meses que están operando como campamentos, por lo que hablamos de junio a septiembre u octubre, pero algunos ya mantienen abierto el campamento todo el año”, declaró Magallanes Telumbre.

Mencionó que sólo tres campamentos esperan el arribo de la especie laúd: uno de ellos está en Petatlán, en la Costa Grande; otro en Tecpan, también en esa región, y un tercero en Tierra Colorada, que opera la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), al tratarse de un santuario de la tortuga de esa especie.

Respecto a la denuncia de Efrén Santillán Nava y de Gregorio Valente, quienes acusaron a vigilantes pagados por los hoteles Pierre y Princess Mundo Imperial de arrebatarles los nidos, Omar Magallanes comentó:

“Hay un campamento operado por el hotel Princess, cuenta con registro, planes de manejo y paga el uso y goce de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat). Están en el área de influencia del hotel, y posiblemente el personal del campamento colecte los nidos en la misma playa donde trabajan los del hotel.

“No tenemos un registro de ese campamento”, comentó del campamento Krishna, en playa Revolcadero.

Durante las visitas de inspección, explicó se observa si hay o no irregularidades, pues buscan que no haya tales.

“Si hay alguna medida de seguridad que imponer se deben hacer, y en éste caso, pueden ser aseguramientos o clausuras, dependiendo del manejo con que se encuentren en la visita de inspección, y desde luego si no cuentan con su registro o con su plan de manejo o la zona federal, si cuenta con concesión o permiso transitorio para realizar esta actividad”.

Añadió que “no nos hemos centrado en Acapulco porque la actividad es más regular, pero en éste caso haremos caso a la denuncia de la nota”.

Originalmente, recordó, los campamentos tortugueros surgieron de voluntariados y de ganas de proteger a la especie que se encuentra en peligro de extinción, sin embargo la categoría de protección que tiene la norma 162 de la Semarnat emitida en 2012 exige puntualidad en su manejo para el éxito de natalidad.

Agregó que la natalidad tiene que ver con el manejo desde la colecta, la siembra y el manejo en el corral del incubación, derivado de ello, hay nuevas metodologías que se deben cumplir.

“Hoy en día los campamentos tortugueros deben cumplir con tres aspectos: tener un técnico especializado en el manejo, pues tendría que contar con la aprobación de su plan de manejo; contar con el registro y la ocupación regular de la zona federal. Muchos campamentos, es allí donde se limitan para continuar con los trámites, por considerarlos engorrosos, porque en un inicio se instalaban los campamentos y no cumplían con nada más, porque antes sólo se les solicitaba el plan de manejo y ahora se requiere todo lo anterior, en cumplimiento de la norma”.

Indicó que se debe regularizar la actividad, pues si no se cumple con ninguna de dichos requisitos, las medidas correctivas son la clausura definitiva del campamento y el retiro de las instalaciones.

Descartó que algún campamento hay incumplido con las normas al grado de llegar a la clausura, pues todos han cumplido.

“No hemos encontrado la resistencia de no cumplir, cuando menos van cumpliendo”, concluyó.

La Profepa informó en su portal de la liberación de tres especies rescatadas en Acapulco.

Entre las especies liberadas se encuentran una iguana verde y una boa constrictor, listadas en la Norma Oficial Mexicana 059 bajo categoría de protección especial y amenazada, respectivamente.

La tercera especie reintegrada a su hábitat fue un pelícano que fue rescatado en playa Pichilingue y liberado en las inmediaciones de la laguna de Tres Palos.

Nota: Karla Galarce Sosa/ Foto: Archivo El Sur.