Acapulco, Guerrero, a 18 de junio de 2024.- El director del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), Carlos Juárez Cruz informó que en el último año en Guerrero incrementaron los homicidios en un 23.8 por ciento, luego de haber sostenido desde 2015 a 2022 una tendencia a la baja del 18 por ciento.
La entidad pasó de estar en el lugar 21 en 2022 al 23 en en 2023 en los resultados del Índice de Paz México y en paz positiva, que mide las acciones para construir la paz, y ahora está en el lugar 29 de los 32 estados del país.
Iguala es la segunda ciudad más violenta del país, Acapulco ocupa el lugar 17 y Chilpancingo el 20
Según el informe del Índice de Paz México, por el número de población, Iguala es la segunda ciudad más violenta del país con 147 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2023.
Acapulco se ubica en el lugar 17 y Chilpancingo en el lugar número 20. En 2023 Guerrero tuvo la séptima tasa de extorsión más alta del país con 99 casos por cada 100 mil habitantes.
El número de asesinatos en Acapulco es de 452, en Iguala 194 y en Chilpancingo 139.
En el último año los homicidios cometidos con arma de fuego aumentaron en 24.9 por ciento en el último año, venían con una tendencia a la baja de 7.9 por ciento.
Este lunes, Juárez Cruz presentó en la Universidad Loyola el resultado del Índice de Paz México 2024, donde habló del gasto en seguridad pública en México, el cual es el más bajo en América Latina, apenas el .6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) cuando países como Guatemala, Bolivia destinan el 1.5 por ciento.
También el gasto en seguridad ha disminuido en lo que se refiere a proximidad social, policías municipales, fiscalías, jueces y se ha invertido más en las fuerzas militares, al menos hasta 2022 porque a partir de 2023 disminuyó.
También dice que un factor en el que impacta la violencia es en la economía porque las víctimas son hombres jóvenes de 20 a 25 años, quienes todavía tenían 20 o 30 años de vida productiva, además de los talentos que se pierden.
El impacto económico de la violencia en el país se estima en 4.9 billones de pesos que equivalen al 19.8 por ciento del PIB, en el caso de Guerrero se estima es de 168 millones 300 mil pesos al año.
Las personas víctimas de violencia no todas son parte del crimen organizado, algunas son personas que no cedieron a una extorsión, autoridades que no quisieron coludirse con grupos delictivos o víctimas de fuego cruzado, y la Fiscalía y las autoridades tendrían que explicar por qué los mataron, quiénes eran, cuáles son las dinámicas bajo las que se cometieron esos homicidios, pero eso no sucede lo que evidencia una omisión.
Están en riesgo los partidos de oposición, dice sobre la violencia política
Sobre la violencia política, Juárez Cruz indicó que lo que se conoce es que en los estados y municipios donde gobierna un partido, los que están en riesgo son los partidos de oposición, los que son sujetos de más ataques, también se sabe que los que compiten para alcaldes, síndicos y regidores son blancos de la delincuencia, en las regiones donde hay presencia de delincuencia organizada es donde suele haber más ataques contra candidatos y que cuando se acerca la contienda electoral es cuando se intensifican las agresiones.
En la estadística, de 2018 a 2023, Guerrero es la entidad con más eventos de violencia política con 128 casos, le sigue Veracruz con 122 y en tercer lugar está Oaxaca con 99.
Del 97 por ciento de impunidad que hay en el país dijo que para los delincuentes es un incentivo para que se cometan delitos, y para los ciudadanos es la posibilidad de que las denuncias que presenten no tendrán resultados, “es grave, se merma la confianza, la cohesión social y estamos en esta crisis de confianza a las instituciones”.
Entre sus conclusiones Carlos Juárez señaló que “México vive una crisis de violencia múltiple que incluye factores criminales, interpersonales e institucionales”.
Explicó, “para poder transformar nuestro entorno, para poder tener las estrategias adecuadas hay que tener un diagnóstico claro”.
“Necesitamos para sobreponernos a esta crisis a nivel local y nivel nacional verdaderas políticas públicas, estrategias articuladas que convoquen sectores, que conecten las estrategias y que no sean esfuerzos aislados, un programa solo, unas becas para jóvenes, un recorrido de la Guardia Nacional no es una estrategia, es una acción solitaria que no conecta con el resto de las acciones, necesitamos ver a muchos actores a muchos sectores y a diferentes órdenes de gobierno interactuando”.
Para lograr una paz positiva, agregó, hay ocho valores que deben trabajar armónicamente: buen funcionamiento del gobierno, distribución equitativa de los recursos, libre flujo de información, buenas relaciones con los vecinos, altos niveles de capital humano, aceptación de los derechos de los demás, bajos niveles de corrupción y entorno empresarial sólido, en este punto llamó la atención por qué los empresarios no están interesados en intervenir para resolver el problema de la inseguridad.
En Guerrero faltan instituciones sólidas
“Las cifras sobre homicidio, robo, etcétera , para mí, son la profundidad del hoyo donde estamos metidos por la violencia, estos indicadores de paz positiva son las herramientas que tenemos para salir de ese hoyo”, dijo el experto.
En el caso de Guerrero consideró que faltan instituciones sólidas, falta confianza, participación de los sectores estratégicos como académicos, económico, social que impulsen y vigilen a las autoridades, se debe trabajar en la calidad de los gobiernos y en las desigualdades sociales.
Una tarea de nuestro tiempo
Luego de la presentación de los resultados se llevó a cabo un panel con la participación de la investigadora del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IIEPA-IMA) de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Rosa Icela Ojeda Rivera, quien reflexionó que “la construcción de paz no es una utopía, sino una tarea de nuestro tiempo”.
Por su parte, la activista Rosa María Gómez Saavedra consideró que el resultado presentado es un instrumento que debe servir a quienes toman las decisiones, “conocer nuestra realidad nos hace tomar acciones”.
Las panelistas coincidieron en que el resultado presentado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) Indice de Paz México 2024 debe ser revisado por especialistas, académicos y las autoridades que toman las decisiones para que se diseñen políticas públicas que atiendan el problema, de acuerdo con las particularidades de cada estado.
“La construcción de la paz es un objetivo posible, alcanzable, que es posible no sólo deseable construir la paz en sociedades violentas como la nuestra, inmersas en la violencia criminal que sin duda a hecho mella de forma negativa en estos años, pero este enfoque y estos trabajos sirven para que no perdamos de vista que la construcción de la paz no es una utopia sino una tarea de nuestro tiempo para erradicar la violencia y la discriminación para hacer tangible el bienestar y el progreso humano”, dijo Ojeda Rivera.
Agregó que el documento debe traducirse en acciones y va dirigido a quienes desde la academia tienen la capacidad de interpretarlo, pero también a los tomadores de decisiones, “no es un documento de volanteo, de entendimiento fácil, la tarea de traducción le corresponde a quienes tienen la toma de decisiones”.
La directora ejecutiva del Grupo Interdisciplinario para la Igualdad, Rosa María Gómez Saavedra invitó a las autoridades locales recién electas a revisar el informe del Índice de Paz sobre Guerrero, para que hagan una reflexión “porque la línea divisoria entre quienes delinquen y quienes gobiernan ya no se observa, y ante esa situación la gente está tomando la justicia por su propia mano”.
Texto: Daniel Velázquez / Foto: Jesús Trigo
