Ciudad de México, 22 de diciembre 2017. Más de 5 mil indígenas que fueron desplazados forzadamente de sus territorios en el estado de Chiapas, en el sur de México, viven en “persistentes condiciones de riesgo”, señaló hoy sábado la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Tras realizar una visita para constatar el estado de los desplazados, el máximo órgano defensor de derechos humanos de México urgió a las autoridades de Chiapas –estado fronterizo con Guatemala– y del gobierno federal a enviar apoyo humanitario para atenderlos.
Indicó que la ayuda es necesaria especialmente por “el brusco descenso de las temperaturas” y por “el precario estado de salud” de esta población, entre las que se cuentan ancianos, enfermos, discapacitados, mujeres embarazadas y niños.
Hace dos meses las comunidades de los municipios de Chenalhó y Chalchihuitán tuvieron que abandonar sus hogares tras ser atacados por hombres armados que buscan apropiarse de sus tierras. En octubre un indígena fue asesinado a balazos en Chalchihuitán.
Los desplazados, en su mayoría indígenas tzoziles, llevan todo ese tiempo escondidos en los bosques de Chiapas y viviendo en condiciones precarias. Señalan que cada vez que intentan regresar a sus tierras, hombres armados les disparan y los obligan a irse.
La CNDH manifestó que además del trauma físico y psicológico, así como de la inseguridad, los indígenas hacen frente a escasez de alimentos, falta de servicios de salud y falta de condiciones dignas de alojamiento en los campamentos instalados. También han empezado a padecer problemas gastrointestinales.
Los desplazados dijeron a los visitadores de la CNDH que los problemas de violencia siguen, por lo que solicitaron garantías para sus vidas y que se propicie el retorno seguro a sus tierras.
Chiapas es uno de los estados con mayor población indígena en México y con altos índices de pobreza. Distintas organizaciones, como la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), han pedido al Gobierno mexicano dar atención a la situación.
“El gobierno mexicano debe abordar con urgencia la crisis de desplazamiento en Chiapas, a fin de que las personas puedan regresar de manera segura a sus comunidades tan pronto como sea posible”, señaló hoy un comunicado de Human Rights Watch.
Autoridades estatales y federales han enviado ayuda humanitaria, pero las poblaciones afectadas y las organizaciones de derechos humanos señalan que no es suficiente y que se necesitan acciones para ayudar en el retorno a sus hogares a los indígenas.
Texto: DPA / Foto: Cuartoscuro
