30 septiembre,2018 12:37 pm

Informes a Londres: tras la matanza del 68, calma para las olimpiadas

Texto: Leonardo Boix, Apro / Foto: Rene Burri, olimpiadas en México, 1968.
Londres, Reino Unido, 30 de septiembre de 2018. El gobierno británico de Harold Wilson (1964-1970) exhortó a su embajador en México, sir Peter Hope, a informar minuciosamente sobre la situación del movimiento estudiantil, la matanza de Tlatelolco, los grupos opuestos al régimen de Gustavo Díaz Ordaz y sobre el supuesto avance del comunismo en Centroamérica y América Latina, en general.
Una serie de cartas secretas que fueron enviadas por Hope a la Foreign Office (cancillería británica), revelan la importancia que Gran Bretaña le dio a la situación estudiantil en México y a los acontecimientos políticos y sociales que desembocaron en el baño de sangre de Tlatelolco.
En uno de los telegramas confidenciales, el número 334, enviado el 30 de septiembre de 1968 por Hope a sus superiores en Londres, se informó que “los recientes disturbios estudiantiles [en México] parecen estar terminando” y agregó que “no se reportaron incidentes de violencia desde los últimos tres días”.
El diplomático explicó, además, que la universidad “sigue siendo ocupada por algunas unidades del Ejército. El ministro del interior ha dicho el 27 de septiembre que dio la orden de que la retirada completa de las tropas sea implementada cuando las autoridades de la universidad así lo pidan”.
Hope detalló que la demora en llevar a cabo esa orden surgió aparentemente de las dudas que aún tenían el rector y el consejo de gobierno de la universidad acerca de la habilidad de mantener el completo orden una vez que sean retiradas las tropas.
“Esta mañana hubo una marcha pacífica de dos mil mujeres [supuestamente madres de estudiantes muertos y heridos] que llevaban pancartas y distribuían panfletos instando a los trabajadores a solidarizarse con el movimiento estudiantil. Estas pancartas y panfletos condenaban también la explotación de capitalistas extranjeros. Éste es uno de los indicios de que los comunistas están tratando de involucrarse en la situación”, subraya Hope.
Su próxima comunicación con Londres ocurrió tres días más tarde, pocas horas después de ejecutada la masacre de Tlatelolco.
“Alumnos armados”
En el telegrama número 347, enviado el 3 de octubre de 1968, Hope informó sobre lo ocurrido la noche anterior:
“Un fuerte enfrentamiento entre estudiantes armados y varias unidades de la policía y del Ejército ocurrió anoche en el distrito de Tlatelolco, cerca del ministerio de Relaciones Exteriores. A pesar de las advertencias del gobierno contra que se produzca la manifestación, el Consejo Nacional de Huelga (CNH) organizó una manifestación allí con unos cuatro mil estudiantes, aparentemente con la intención de marchar unidos hasta el Instituto Politécnico [Nacional] para tratar de desalojar al Ejército del campus de ese instituto.
“La policía se encontraba en el lugar junto con tropas del Ejército para tratar de frenar la manifestación y efectuar arrestos. Pero estudiantes francotiradores abrieron supuestamente fuego con rifles y ametralladoras desde los techos. Así comenzó una batalla campal. Hoy la prensa reporta unos 26 muertos y 75 heridos (incluido un general del Ejército), además de 500 arrestos. La mayoría de los integrantes del CNH habrían sido detenidos.
“El ministro de Defensa [Marcelino García Barragán] informó en un comunicado de prensa emitido anoche que no hay intenciones de declarar el Estado de emergencia. Pidió a los padres controlar a sus hijos estudiantes y evitar más muertes”, explicó el embajador en su carta en la que incluyó al pie de página un pedido para que se pasara la información a la Oficina del Gabinete británico.
Pocas horas después, Hope vuelve a enviar un telegrama [número 348] de carácter “confidencial” en el que expone que “se me ha informado hoy de forma confidencial, por parte del secretario de asuntos exteriores de México [Antonio Carrillo Flores], que las autoridades de seguridad habían recibido informes de antemano acerca de que todos los cabecillas estudiantiles que quedaban se harían presentes en la manifestación y que estarían armados”.
El reporte del diplomático británico también informó que “un número de personas de civil se infiltró entre la gente para arrestar a los cabecillas una vez que se encendiera una bengala. La bengala, sin embargo, causó que los estudiantes abrieran fuego con rifles y dos ametralladoras contra la policía. También dispararon contra la sede cercana del ministerio de Exteriores, causando dos muertes”.
Hope agregó que “en el caos que prosiguió la policía cree haber arrestado a todos los cabecillas [incluido al Consejo Nacional de Huelga], incautando sus armas”.
En el telegrama agrega que el gobierno mexicano, pese a estar apenado por las muertes, considera que se puso fin a la violencia. “Puede que haya una marcha de protesta este fin de semana, pero será algo aislado. La policía también nos prometió que tomarán medidas adicionales para llevar la calma durante las Olimpiadas. Por favor, pasar también al gabinete británico con mi previo telegrama”.
Detención de líderes
En otro telegrama marcado como urgente [número 349], titulado “Confidencial/Prioridad Ciudad de México”, enviado la misma tarde del 3 de octubre, Hope explica que después de la violencia de la noche del 2 de octubre trató de buscar y obtuvo las garantías del secretario de Relaciones Exteriores y del “jefe de Estado Mayor de Defensa” de que la situación de seguridad en la Ciudad de México estaba ya bajo control y que en vistas de los recientes incidentes “no habrá peligro para el príncipe Felipe [esposo de la Reina Isabel II] durante su futura visita para los Juegos Olímpicos”.
En dicho comunicado el funcionario británico consideró que la policía –que tiene apoyo del Ejército cuando éste es requerido– “cuenta con la disciplina y vigor necesarios” y que ambas instituciones están dominando la situación de seguridad actual.
En su relato, el embajador indicó que los estudiantes fueron acorralados rápida y efectivamente por la policía y las fuerzas militares en un área muy pequeña, como una plaza o una calle.
“Esta contención eficiente y el subsiguiente arresto de los cabecillas dentro de esas zonas llevó más tarde a una matanza, pero en el resto de esta enorme ciudad se mantuvo la calma. Los arrestos de anoche dentro del CNH y la confiscación de sus armas debería privar al movimiento de su liderazgo y llevar al fin de la violencia actual. Puede que sigan sueltos algunos cabecillas clandestinos, capaces de organizar manifestaciones a nivel local, pero en ese caso, es probable que aparezcan en los próximos días y se expongan a ser arrestados.”
“Más de 200 muertos”
Cuatro días más tarde Hope volvió a comunicarse con la cancillería británica. Escribió de puño y letra una carta titulada “Disturbios estudiantiles en México”, destinada a D. J. Swan, quien estaba a cargo del Departamento de las Américas de la Foreign Office.
En la misiva dijo que los disturbios y choques ocurrieron la noche del 2 de octubre. Explicó que, de acuerdo con un reporte confidencial de la Secretaría de Relaciones Exteriores, todo comenzó con un intento de la policía para arrestar a los cabecillas de la marcha cuando una bengala fue lanzada desde un helicóptero.
“Quién abrió fuego primero luego de la bengala –los estudiantes o la policía– es un asunto que aún sigue siendo discutido. Oficialmente se informó que hay 24 muertos, pero rumores ubican la cifra en más de 200.
“El gobierno mexicano está determinado a quebrar la resistencia estudiantil por la fuerza. Se reportó que al menos mil 500 han sido arrestados y que el gobierno está confiado en que el resto de los cabecillas está en prisión.”
Hope informó a sus superiores que el siguiente fin de semana a la matanza “fue tranquilo”. Calificó como “probable” que los estudiantes permanezcan con “perfil bajo por algún tiempo”.
The Times publicó hoy un artículo que indica que los estudiantes no utilizarán la violencia, pero que sí seguirán oponiéndose al gobierno […] Los intentos para trasladar la revuelta a las provincias y a los sindicatos parecen haber fallado. Sin embargo, las denuncias de brutalidad policial no han ayudado al gobierno. De todos modos, y por el momento, parece que la línea dura del gobierno mantendrá a los estudiantes a raya.”