12 octubre,2024 3:58 am

Ingenieros critican que se haya autorizado construir viviendas en humedales y arquitectos proponen canales fluviales

Acapulco, Guerrero, a 12 de octubre de 2024.- El presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Guerrero, Pablo Arellano Delgado, afirmó que los responsables de las inundaciones por el huracán John son quienes autorizaron construir viviendas en zona de humedales, y pidió al gobierno que escuche el punto de vista técnico de su gremio.

“Nosotros debemos aceptar, como tal, que a la naturaleza nadie la puede detener. Ningún poder, ni ninguna ciencia, la naturaleza se va a dar, se va a manifestar y no hay poder que la detenga”.

“Pero sí puede haber manera de evitar daños. La zona que en esta ocasión más daños sufrió, la zona de Llano Largo, se pudo haber evitado”, aseveró Arellano Delgado.

Señaló que “atrás de esto está el poder, quién ejerce el poder. ¿Por qué se autorizó construir en zona de humedales? En zonas donde se inundan”.

Hay documentos que conoce el Colegio de Ingenieros Civiles de Guerrero, en donde aparecen los nombres de los responsables de esas autorizaciones, pero su presidente evitó precisarlos.

Argumentó que a la asociación que encabeza no la dejan participar en la actual administración municipal, en la que hay “funcionarios sin cédula profesional”, dijo el presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Guerrero.

“No es posible eso, hay colegios. Hay gente preparada aquí, en la ciudad de Acapulco. Nosotros no nos queremos apuntar, como tal, pero sí somos gente preparada”, reiteró.

El especialista dijo que “Acapulco no está mal en su ubicación, en su trazo. Lo que está mal es la planeación urbana, que ha tenido sus causas, en manos de gente que incluso se quiere mantener en el poder, y ellos son los que autorizaron que se construyeran esas viviendas, en esos lugares donde la gente perdió su patrimonio”.

Los problemas de la planeación urbana en Acapulco persisten y Arellano Delgado puso como ejemplo el deslave en el Infonavit de Alta Progreso, a donde acudieron los integrantes del Colegio de Ingenieros Civiles de Guerrero, para revisar los daños y apoyar a los damnificados.

“Nosotros, técnicamente, les dijimos cuál es la solución, pero no tenemos el poder. Los colegios aquí, no es como en otros estados u otras ciudades, no tenemos poder, porque no tenemos el apoyo del poder”.

En otras ciudades, donde los colegios de especialistas son fuertes, los problemas “no son graves como aquí”, afirmó el presidente del colegio.

Para enmendar los errores en las zonas inundadas, se tiene que conocer primero el problema que los origina, luego desocupar el cauce de los ríos, “ya no permitir que se siga llenando esa zona de construcción habitacional, de casas, porque se sigue construyendo”.

 

Proponen crear canales fluviales para evitar inundaciones en Llano Largo y El Cayaco

 

Integrantes del Colegio de Arquitectos de Guerrero propusieron la construcción de canales fluviales para evitar futuras inundaciones en la zona de Llano Largo y El Cayaco, como la que acaba de ocurrir por el paso del huracán John porque las unidades habitacionales taparon el flujo natural del agua.

En la sede del colegio ubicada en avenida Universidad, el coordinador técnico del Comité Técnico de Desarrollo Urbano, Humberto Díaz Díaz, dijo que es “súper urgente” que el Ayuntamiento de Acapulco agilice la actualización del Plan Municipal de Desarrollo Urbano.

El arquitecto Manuel Ruz Vargas planteó que la planeación urbana de Acapulco se debe hacer por medio de un consenso por parte de la autoridad en conjunto con la sociedad.

Dijo que en Acapulco “hay concepciones erróneas” que concluyen que la ciudad es para los turistas y no para los residentes, además de que hay una “desigualdad social” que se traduce en que el 63 por ciento de la población vive de la economía informal y el 17 por ciento en pobreza extrema.

Criticó el concepto de zonas de riesgo, lo que sí es verdad es que “existen las personas en riesgo”, además de que en la zona Diamante, el 85 por ciento es de uso temporal y en Colosio de 63 por ciento, o sea, alrededor de 42 mil 500 espacios que están vacíos, “gente que no hace ciudad, que no se compromete con el lugar”.

El arquitecto Humberto Díaz Díaz expuso que en 1980 se publicó el primer Plan Director Urbano de Acapulco, que especificó las “áreas de crecimiento” del uso habitacional del municipio hacia las zonas de El Cayaco, Llano Largo y Granjas del Marqués, “con esto se desmiente que con el paso del tiempo cambiaron de uso del suelo, desde el primer Plan Director ya tienen uso habitacional toda esa zona”.

En 1988 se llevó a cabo la primera actualización del Plan Director Urbano, en el que se modifica el uso de suelo de La Poza y La Zanja de habitacional a habitacional turístico, lo que permitió la construcción de hoteles.

En 1992 se hizo la segunda actualización en el que cambió el uso de suelo de El Cayaco y Llano Largo de habitacional de baja densidad a uso de suelo de alta densidad, al igual que en La Poza y la Zanja. Todos estos documentos incluyeron las obras de infraestructuras que se tenían que hacer para las nuevas zonas habitacionales.

A raíz del huracán Paulina, el gobierno municipal aprobó una tercera actualización del Plan Direc-tor Urbano , que especifica que no se puede aplicar si no se elabora un reglamento de operación y sus normas complementarias, por lo que todo el paquete de medidas fue publicado hasta 2001.

“Porque la experiencia nos decía que quien lo aplicaba, utilizaba su criterio para bien o para mal, y con un reglamento había cuentas claras en la aplicación de los funcionarios públicos eliminando los criterios”, dijo Díaz Díaz y agregó que en las zonas de El Cayaco y Llano se redujo la densidad de construcción.

El nuevo Plan Director reconoció que faltaba canalizar adecuadamente los escurrimientos en el río de La Sabana y que se carecía de infraestructura para las colonias aledañas.

En 2020 se creó el primer Plan Municipal de Desarrollo Urbano, que subió nuevamente la densidad habitacional e incluyó las características de riesgo sin proponer ninguna acción para mitigarlas.

El arquitecto Díaz Díaz mostró el mapa cómo los escurrimientos que cruzan Llano Largo y El Cayaco hacia el río de La Sabana fueron tapados por las unidades habitacionales, sin hacer caso a lo que propuso el Plan Director de 2001 de construir vialidades anchas que tuvieran un canal en lugar de camellón, lo que genera los taponamientos recientemente vistos.

Comentó que sólo ha habido dos cambios de uso de suelo, uno el del Centro de Convenciones para construir el hospital del ISSSTE y otro solicitado por el Fovissste en 2003 para construir el fracciona-miento Campestre de la Laguna cerca de la desembocadura del río de La Sabana a la laguna de Tres Palos, pero éste se inundó con los fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel de septiembre de 2013, sus propietarios pidieron el reembolso, se fueron y son habitados actualmente por “precaristas”.

“La propuesta del Colegio de Arquitectos, pensando en el mayor costo-beneficio para el gobierno y los habitantes de la zona, es si no abrir las calles de 40 metros de ancho, por lo menos abrir los canales fluviales que se conecten hasta el río de La Sabana, indemnizando a los propietarios de las casas que estén en ese trayecto”.

El arquitecto Rafael Trani Cabrera presentó un estudio que hizo en 2013 para la Comisión Nacional de Agua que contiene varios proyectos hidrológicos de la zona metropolitana porque “hemos obstruido por donde pasa el agua”, algunos de sus ejemplos fue La Diana, donde la gasolinería tapa el canal y siempre se inunda la plaza Quebec, y La Sabana, donde desapareció el río Colacho.

Durante la bienvenida del acto, el presidente de Arquitectos, Ricardo Muñoz León, planteó que los colegios y los gobiernos deben “trabajar de la mano”.

Asistieron como público, entre otros, los expertos en turismo Benjamín Sandoval Melo e Ignacio Terrazas Sánchez, y el oceanólogo Efrén Villalvazo.

Texto: Ramón Gracida Gómez

Foto: El Sur