5 enero,2019 7:11 am

Iniciarán clases en la precariedad 250 alumnos del fraccionamiento El Mirador de la capital

Las aulas del jardín de niños, la primaria y la secundaria de la colonia, son construcciones rústicas de madera, con pisos de tierra y no tienen servicios públicos, denuncian padres y maestros.
Chilpancingo, Guerrero, 5 de enero de 2019. En la precariedad iniciarán clases unos de 250 alumnos de preescolar, primaria y telesecundaria del fraccionamiento El Mirador, donde estudian en aulas de madera, con pisos de tierra y no tienen servicios públicos.
Durante un recorrido por este asentamiento, ubicado al sur de la capital, a un costado de la Autopista del Sol, se observó que el acceso es complicado debido a que el tramo carretero es de terracería, donde habitan más de 500 familias.
De acuerdo con información de integrantes del comité del fraccionamiento, al jardín de niños 30 de Abril acuden 47 estudiantes, quienes toman clases en dos departamentos. Los padres de familia se cooperan y dan un apoyo de 300 pesos al mes a las personas que prestan el lugar.
A la primaria Héroes del Sur acuden unos 150 alumnos, las aulas son de madera, los padres de familia junto con los maestros improvisaron los baños, los cuales están conectados al drenaje. Algunos salones tienen piso rústico, pero la mayor parte es de tierra.
Los alumnos carecen de una cancha para realizar los honores a la bandera, mobiliario, y un maestro que les dé educación física; además, no tienen agua potable, por lo que los padres tienen que cooperarse para comprar pipas del sector privado.
Mientras que a la telesecundaria Gabriel García Márquez asisten unos 50 alumnos, las aulas también son de madera, no tienen energía eléctrica, drenaje ni agua potable, por lo que los alumnos tienen que acudir a sus casas para hacer sus necesidades fisiológicas.
En el lugar, el director de la telesecundaria, Joel Estrada Romero, contó que el proyecto de la telesecundaria inició desde hace dos años, con primero y segundo grado, y actualmente cuentan con el tercero.
Dijo que con los padres de familia se organizaron para fundar la escuela, “fue complicado, porque los tutores son de bajos recursos económicos”, y tampoco han recibido apoyo por ninguna autoridad.
El director destacó que todo lo que han hecho en la telesecundaria es “gracias a los padres de familia y a los maestros”, con la finalidad de tener un lugar propio para que los alumnos hagan sus actividades.
Estrada Romero informó que hace falta material para la construcción del piso y poner la luz, la cual es importante porque los maestros la necesitan para encender sus proyectores y su computadora, como apoyo para sus clases.
Manifestó que en septiembre les otorgaron las claves del preescolar, primaria y de la telesecundaria, las cuales consideró que son importantes porque ya podrán realizar trámites y acudir a las dependencias correspondientes para pedir apoyo.
“La educación que se le brinda a los alumnos es limitada”, dijo el director, por lo que hizo un llamado a las autoridades a que “regresen a ver al fraccionamiento, que vean las condiciones en que se encuentran los alumnos, para que puedan tener una educación de calidad”, destacó.
Dentro de las aulas de la telesecundaria se observó que el piso es de tierra, el mobiliario es viejo, el techo es de lámina de fierro y las paredes de madera. No tienen pizarrón ni energía eléctrica.
Por su parte, los integrantes del comité del fraccionamiento informaron que en septiembre, tras varias protestas, lograron obtener las claves para las tres escuelas, ya que consideraron que es importante contar con el nivel básico.
Indicaron que la necesidad de tener las escuelas en el fraccionamiento inició cuando hace dos años algunos padres no podían pagar pasaje del fraccionamiento hasta el centro de la capital, porque era costoso, y optaron por que los niños ya no estudiaran.
Informaron que el Instituto Guerrerense de Infraestructura Física Educativa (IGIFE) ya tiene los terrenos para que se construyan las escuelas, pero hace falta que el gobierno destine presupuesto para su construcción.
El comité consideró que es importante que las autoridades tomen en cuenta a los damnificados de El Mirador, porque sus hijos estudian en la precariedad. Además, los avances que han tenido son porque los padres y maestros han “luchado” para que los alumnos tengan mejores condiciones y oportunidades, para que no dejen de estudiar.
Texto: María Avilez Rodríguez