Ciudad de México, 2 de abril de 2022. Una caravana migrante que salió de Tapachula, Chiapas, y busca llegar a la Ciudad de México fue desarticulada el viernes tras enfrentarse en dos ocasiones con personal de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM).
Al menos 270 personas fueron aseguradas y enviadas a Tapachula, y otras 10 resultaron heridas.
La caravana autodenominada “Viacrucis del Migrante”, conformada por centroamericanos, venezolanos, cubanos y haitianos, inició su trayecto a las 6:50 horas del Parque Bicentenario, en Tapachula.
Los indocumentados alegan que llevan meses en Tapachula, sin que el INM les dé una visa humanitaria para transitar por el País, a fin de cruzar hacia Estados Unidos.
El primer altercado entre migrantes y agentes ocurrió en las inmediaciones de la comunidad de Viva México.
Unos 600 migrantes lograron romper el cerco de seguridad al superar en número a los miembros de la Guardia Nacional y del INM, y lograron avanzar hacia Huixtla, Chiapas, de acuerdo con fuentes locales.
El segundo enfrentamiento se registró alrededor de las 10:30 horas en la desviación a Mazatán, Chiapas, donde el contingente fue desarticulado.
En este punto, la caravana se dividió. Alrededor de 200 personas fueron aseguradas y otras 70 se entregaron de manera voluntaria. Todas fueron enviadas a Tapachula a bordo de autobuses, y se les conminó a esperar la documentación correspondiente para transitar legalmente por México.
Mientras tanto, por otros dos frentes, los migrantes avanzaron hacia la localidad de Álvaro Obregón con la esperanza de continuar su camino hacia la capital del País.
Alrededor de 200 extranjeros pasarán la noche en el templo local, donde el sacerdote les abrió las puertas como albergue. Se prevé que hoy reinicien el trayecto.
De acuerdo con el activista Luis García Villagrán, al menos tres migrantes adultos resultaron con lesiones y 7 menores de edad.
Cruz Roja alerta persistencia de migración, desapariciones y desplazamiento forzado en México
Desapariciones, desplazamiento forzado y migración son las principales consecuencias de la violencia que enfrenta México, y para atenderlas hace falta dinero y voluntad, advirtió Jordi Raich, jefe saliente de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja para México y Centroamérica (CICR).
“Nos enfrentamos a un enorme monstruo de dos cabezas, hay una emergencia del día a día que tenemos que resolver: Por ejemplo, las caravanas de migrantes, que son una realidad y esas personas necesitan ser atendidas, necesitan atención sanitaria, necesitan llamar a sus familiares, necesitan acudir a un servicio médico; pero al mismo tiempo debemos lograr sumarle una estrategia de más largo plazo para hacer frente a todas esas causas estructurales”, planteó en entrevista.
Antes de dejar el cargo, enlistó las consecuencias de la violencia.
“En migración, por ejemplo, las personas o desaparecen, o terminan detenidas, o son extorsionadas, o sufren de violencia sexual, o pierden un brazo o una pierna, lo mismo ocurre con personas desplazadas, a las que intentamos ayudar a reenfocar su vida en los lugares adonde se han desplazado”, comentó.
Texto: Staff / Agencia Reforma
