Chilpancingo, Guerrero, 26 de abril de 2021. Simpatizantes del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) interrumpieron el desarrollo del Festival de la Tierra, una actividad autogestiva en la que participaron artistas, académicos, activistas y ecologistas para promover y generar alternativas al exacerbado consumismo y las políticas extractivistas, “que tanto dañan” al planeta.
El festival fue organizado por la activista Yissel Berenice Pastor Maldonado en conjunto con los integrantes de las organizaciones Bio Explora y Biólogos por el Ambiente y la Actualización Educativa A.C. (Bioaae)
En los dos días que se celebró, sábado y domingo, participaron 12 ponentes que trataron temas ambientales, biodiversidad y manejo sustentable de los recursos naturales.
“Urge que haya un eco ambiental, aquí en Chilpancingo no hay proyecto ambiental, los políticos no tienen una agenda ambiental, no contamos con áreas verdes, no hay agua, mira los incendios, la ciudad ha estado bajo el humo. No hay espacios para llevar a los niños a convivir con un árbol, que sepan la importancia”, expuso.
Pidió dejar claro que no tuvieron ningún tipo de apoyo político ni religioso, “el hecho de que haya nacido de la sociedad civil me deja la impresión de que hay preocupación de las personas, pero no los incluyen sus autoridades, aquí pueden ver que pueden hacer algo”.
En cuanto a las políticas públicas sobre al ambiente, expuso que existen pero están en oficios, no se ejecutan, “no salen de las oficinas, hay muchos documentos pero no se aplican, nuestra chamba como expertos en el tema, le digo a los biólogos, ecólogos, es que debemos de compartir esta información para que la gente desde casa pueda ir aportando al medio ambiente”.
Se rompe el ambiente festivo
La actividad inició el sábado y concluyó ayer, por la conmemoración del 22 de abril del Día de la Madre Tierra, los visitantes podían disfrutar de ponencias sobre el cuidado de los recursos naturales, talleres para el manejo de plástico, vidrio y cartón para ser reciclados.
Estaban a la venta pulseras, collares, llaveros, jabones, aromatizantes y cremas artesanales, macetas, plantas y obras de arte como un árbol antropomorfo de Akelos.
En unas bocinas sonaba reggae y en vivo un grupo de jóvenes improvisó un grupo al que en ese momento nombró Ensamble por la tierra, con enérgicos ritmos africanos. Yembes, congas y una darbuka hacían vibrar a los presentes, los niños corrían y bailaban alrededor de los músicos.
Entonces llegó un grupo de unas 100 personas entre hombres, mujeres y niños vistiendo playeras verdes con el logo del PVEM y cargando banderines con el nombre del candidato de ese partido a la presidencia municipal de Chilpancingo, Alberto Santos, quien venía en la marcha que terminó justo donde estaban las ponencias y talleres de los ambientalistas.
La integrante de Biólogos por el Ambiente y la Actualización Educativa, Concepción López encaró a uno de los que encabezaban la marcha, le informó que el espacio estaba ocupado, que incluso se pagó al Ayuntamiento, y el hombre le contestó, “eso me vale madre, me vale madre”, y siguió avanzando con el resto de los simpatizantes.
Enseguida llegó el candidato, al que también encaró y le pidió respeto a las actividades, y éste respondió, “ahorita lo checamos” pero continuó el mitin político.
La activista escribió en Facebook, “si al gobierno, al municipio, no les interesa el tema ambiental y nosotros, los activistas y organizaciones independientes con nuestro mayor esfuerzo realizamos estos eventos, lo único que pedimos es respeto por los espacios y por las personas que nos apoyan”.
En un posicionamiento público que transmitieron por Internet, ponentes y organizadores recriminaron que los políticos no tengan una agenda ambiental y boicoteen este tipo de actividades.
“Nuestro trabajo sólo busca el cuidado del ambiente, mientras que los políticos buscan llegar a un cargo para enriquecerse del pueblo, podemos decir que aunque los del Partido Verde se dicen ecologistas, no son nuestros aliados”.
Alrededor de las 9 de la noche clausuraron el festival con un espectáculo de malabares con fuego y música de rock en vivo.
Texto: Rosendo Betancourt Radilla y Luis Blancas / Fotos: Jessica Torres Barrera y El Sur
