14 agosto,2021 5:06 am

IPCC Sexto Informe. Las bases físicas

Octavio Klimek Alcaraz

 

El pasado lunes 9 de agosto fue dado a conocer oficialmente el informe del grupo de Trabajo I del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC): Cambio Climático 2021: Bases físicas. Este es la primera entrega del denominado Sexto Informe de Evaluación del IPCC (AR6), que se completará con otras tres entregas de reportes a lo largo del 2022. En su preparación han participado 234 expertos de 66 países. El anterior reporte del Grupo I del IPCC se presentó en el 2013, así que hay desde esa fecha mucha información adicional. Ellos han revisado más de 14 mil artículos y referencias publicadas hasta ahora para realizar dicho trabajo. Después de 8 años hay nuevas informaciones científicas sobre la realidad del cambio climático y a la responsabilidad de la actividad humana como causante de las graves alteraciones del sistema climático global. Una novedad es que en esta ocasión se incluye por primera vez un Atlas Interactivo, una herramienta online que permite explorar a escala regional algunos de los resultados del informe, en particular las proyecciones globales de cambio climático en distintos escenarios y para distintos niveles de calentamiento. Sobre el informe se puede acceder a todos sus componentes en la página electrónica del IPCC: https://www.ipcc.ch/report/sixth-assessment-report-working-group-i/.

Entre sus mensajes principales, cito algunos de ellos en traducción libre. Estos, se encuentran en el texto para tomadores de decisiones (cuando es posible en este texto se cita la clave alfabética y número correspondiente del mensaje principal en el reporte):

A.1 Está claro que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra. Ha habido cambios rápidos y generalizados en la atmósfera, el océano, la criósfera y la biósfera.

A.2 La magnitud de los cambios recientes en todo el sistema climático y el estado actual de muchos aspectos del sistema climático no han tenido precedentes durante muchos siglos o milenios.

A.3 El cambio climático provocado por el hombre ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo. Desde el Quinto Informe de Evaluación (AR5) existe pruebas más sólidas de cambios observados desde extremos como olas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales y, en particular, de su asignación a la influencia de los humanos.

B.1 La temperatura global de la superficie seguirá aumentando en todos los escenarios de emisión considerados hasta al menos mediados de siglo. Un calentamiento global de 1.5 ° C y se superarán los 2 ° C en el transcurso del siglo XXI, a menos que se produzcan reducciones drásticas de dióxido de carbono (CO2) y otras emisiones de gases de efecto invernadero en las próximas décadas.

Debe agregarse que algunos de los datos que aporta el informe del IPCC destacan que en el periodo 2011-2020 la temperatura media en la superficie ha sido 1.09 º C superior a la existente en el periodo 1850-1900, un incremento que ha sido mayor sobre las zonas terrestres (+1.59 º C) que sobre las marinas (+0.88 º C).

B.2 Muchos cambios en el sistema climático están aumentando en relación directa con el aumento del calentamiento global. Estos incluyen el aumento de la frecuencia e intensidad de los extremos de calor, las olas de calor marino y las fuertes precipitaciones, las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones, la proporción de ciclones tropicales violentos y la disminución del hielo marino del Ártico, la capa de nieve y el permafrost.

Existe una certeza prácticamente total de que los extremos cálidos (incluyendo las olas de calor) se han hecho más frecuentes e intensos en la mayoría de las zonas emergidas desde los años 50 del siglo pasado mientras que los extremos fríos (incluyendo las olas de frío) se han hecho menos frecuentes y severos. En cuanto a los episodios de lluvias, se ha detectado un incremento en la frecuencia e intensidad muy fuertes a partir de los años 50 en aquellas zonas en las que se cuenta con datos suficientes.

B.3 Se prevé que el calentamiento global progresivo intensifique aún más el ciclo global del agua, aumentando su variabilidad, así como los monzones globales y la gravedad de las precipitaciones y sequías. Un clima más cálido intensificará los eventos meteorológicos muy secos y húmedos, incrementando la frecuencia e intensidad de sequías e inundaciones.

B.4 En escenarios con crecientes emisiones de CO2, se prevé que los sumideros de carbono oceánicos y terrestres sean menos efectivos para frenar la acumulación de CO2 en la atmósfera.

B.5 Numerosos cambios debidos a emisiones de gases de efecto invernadero pasadas y futuras son irreversibles durante siglos o milenios, especialmente los cambios en el océano, las capas de hielo y los niveles globales del mar.

En el reporte se recogen las emisiones de dióxido de carbono como causa principal de la acidificación global de los océanos. El nivel medio global del mar se ha incrementado unos 20 centímetros entre 1901 y 2018. Entre 1901 y 1971 el nivel del mar ascendió a una media de 1.3 milímetros al año. Pasando de a 1.9 milímetros al año de entre 1971 y 2006 a ascender a 3.7 milímetros al año en el periodo 2006-2018.

D.1 Desde una perspectiva de las ciencias físicas, limitar el calentamiento global inducido por el hombre a un nivel específico requiere limitar las emisiones acumuladas de CO2, alcanzando al menos cero emisiones netas de CO2, junto con fuertes reducciones en otras emisiones de gases de efecto invernadero. Fuerte, rápido y las reducciones sostenidas de las emisiones de metano (CH4) también limitarían el efecto de calentamiento resultante de la disminución de la contaminación por aerosoles y mejorarían la calidad del aire.

El reporte señala que las actuales concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre no tienen precedentes al menos en los últimos 2 millones de años. Asimismo, las concentraciones de CH4 y óxido de nitrógeno (N2O) son mayores que las registradas en los últimos 800 mil años.

  1. 2 Los escenarios con muy bajas o bajas emisiones de GEI (SSP1-1.9 y SSP1-2.6) conducen en años a efectos discernibles sobre las concentraciones de gases de efecto invernadero y aerosoles, y la calidad del aire, en relación con escenarios de altas y muy altas emisiones de GEI (SSP3-7.0 o SSP5- 8.5). Bajo estos escenarios contrastantes, las diferencias discernibles en las tendencias de la temperatura de la superficie global comenzarían a surgir de la variabilidad natural dentro de unos 20 años, y durante períodos de tiempo más largos para muchos otros impulsores del impacto climático (nivel de confianza alto).

Cuando uno lee este tipo de declaraciones pueden parecer demasiado abstractas e inespecíficas, demasiado lejanas incluso y, por tanto, aunque interesante el cambio climático como tema, pueden estar muy abajo en la lista de prioridades de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, este primer reporte del Sexto Informe del IPCC va a contribuir a que más gente cambie su percepción sobre el cambio climático. El mensaje central del análisis es que el cambio climático ahora finalmente se puede comprender en una escala tan pequeña como corresponda a los patrones de pensamiento de la gente y la política. El reporte describe consecuencias directas en nuestra cercanía, que ya experimentamos, por ejemplo, en forma de clima extremo. Por primera vez, el análisis del grupo de trabajo I, que se encarga de los efectos puramente físicos, contiene declaraciones concretas sobre los efectos locales y regionales, en particular un capítulo separado sobre el clima extremo. Dice lo que se ha hecho evidente en los últimos años: los fenómenos meteorológicos como el calor o las lluvias intensas, que pueden causar daños importantes, son desproporcionadamente más frecuentes en un mundo más cálido. En particular, algunos eventos de calor recientes eran extremadamente improbables sin la influencia humana, dice el informe. Donde hay suficientes datos para tales análisis, ya se puede decir que el cambio climático ha intensificado los eventos de fuertes lluvias. Cualquiera que viva cerca de una costa o río ahora tendrá que preocuparse por posibles sorpresas desagradables con relativa frecuencia. Son esos eventos extremos locales y regionales los que se multiplican mucho más rápido que el aumento de la temperatura global y, por lo tanto, se convierten en una realidad cotidiana. Ésta es la principal diferencia entre el informe actual y los informes de estado anteriores. No describe el futuro del planeta, sino el presente. El cambio climático no está ni lejos ni en un futuro lejano, sino aquí y ahora.

Concluyo indicando que toda esta semana se han dado las reacciones esperadas, en especial de organizaciones de la sociedad civil, que demandan respuestas y acciones concretas a los gobiernos del mundo para atender lo expuesto en el informe. Creo, existe entre muchos activistas, expertos, un sentimiento de frustración, enojo ante lo que está ocurriendo. Finalmente, el informe sólo organiza los datos de lo que ya se está viviendo a lo largo y ancho del planeta. Seguramente, las incertidumbres se han reducido sobre el cambio climático. Si hay algunos negacionistas del cambio climático todavía, es por simple ignorancia o muy mala fe. El origen es la adicción humana a los hidrocarburos, propiciado por un modelo de mercado que sólo busca lograr la máxima ganancia económica. El reporte del Grupo de Trabajo I ha documentado el fracaso de la política climática internacional debido a la realidad de los datos concretos. Las grandes promesas y los trucos informáticos no han impedido que las emisiones globales de dióxido de carbono aumenten en más de la mitad desde el primer informe del IPCC en 1990. Los mayores responsables no han sido los que negaban abiertamente el cambio climático, sino los gobernantes que han simulado luchar contra el cambio climático y luego se limitan a medidas esencialmente simbólicas.