21 septiembre,2022 5:02 am

Italia ante el peligro de la extrema derecha

Gaspard Estrada

 

Europa está inmersa en una situación política inédita. Por un lado, por primera vez desde el fin de la segunda guerra mundial, una situación prolongada de guerra, fruto de una invasión, se está llevando a cabo en su territorio. Por el otro, los efectos de las sanciones decididas por Estados Unidos así como por la Comisión Europea y las principales capitales del continente están transformando sus economías. Algunos de estos países, como Alemania, tienen que reinventar su modelo de desarrollo económico, ante las consecuencias de esta transformación radical del paisaje geopolítico europeo.

En este contexto, Italia se prepara para celebrar una elección legislativa el próximo 25 de septiembre (se trata de un régimen parlamentario), cuyas consecuencias lucen trascendentales para su futuro –así como el de la Unión Europea. Existen muchas razones por las cuales esta campaña ha sido inusual. Una de ellas es que, por primera vez después de muchos años, ha tenido lugar durante el verano, mientras los italianos aún estaban de vacaciones. Las encuestas de opinión dan cuenta de que las próximas elecciones anticipadas no están en la lista de prioridades de muchos italianos.

Cuando en julio renunció el Primer Ministro Mario Draghi, las encuestas sugerían que los italianos, en su mayoría, estaban en contra de volver a las urnas. El problema es que estas elecciones son de las más importantes que ha visto Italia en años. En efecto, el próximo gobierno será el encargado de poner en marcha las reformas y de cumplir los objetivos para recibir una gran suma de fondos procedentes de la Unión Europea. Se trata de una oportunidad histórica que no tenía el país desde la segunda guerra mundial para reconstruir su economía y hacerla más competitiva. El próximo presidente del Consejo de ministros (el título oficial del primer ministro de Italia) también será el encargado de dar forma a las relaciones internacionales del país en un momento en que éstas parecen importar más que todo. Tanto la pandemia de coronavirus como la guerra en Ucrania han obligado a los países europeos a replantearse sus relaciones con la UE y sus aliados occidentales.

Sin embargo, la campaña legislativa italiana no se ha caracterizado por un planteamiento serio sobre estos asuntos. Ha habido debates, como el reciente mano a mano entre la ultraderechista Giorgia Meloni, líder del partido “Hermanos de Italia” (post-fascista) y el secretario del Partido Democrático (centro-izquierda), Enrico Letta, organizado por el periódico Il Corriere della Sera. Los dos líderes tuvieron la oportunidad de expresar su opinión desde la crisis energética y el aumento del precio de las facturas, hasta las políticas fiscales y el futuro de la Unión Europea.

Sin embargo, en lugar de ser difundido por televisión, este debate se transmitió por Internet en la página web de Il Corriere della Sera. La decisión de no transmitirlo fue tomada por la autoridad reguladora de la comunicación italiana, la Agcom. Al hacerlo, impidió que los electores tuvieran la posibilidad de comparar los programas de las principales coaliciones que se disputan el poder el próximo 25 de septiembre.

Si tomamos en cuenta que los últimos sondeos publicados (a principios de septiembre) muestran que alrededor del 35 por ciento de los italianos no quiere volver a las urnas, queda claro que estas decisiones del regulador contribuyen a aumentar la abstención. Según las principales encuestadoras, la participación electoral podría situarse en un mínimo histórico. De ahí la importancia para los candidatos de movilizarse al máximo de cara al escrutinio.

Sin duda alguna, los resultados de esta elección tendrán repercusiones considerables para el futuro de Italia y de la Unión Europea, así como del frente occidental contra la invasión rusa. En caso de que gane la extrema derecha (cuyas posiciones sobre el conflicto en Ucrania dejan en evidencia su proximidad con el Kremlin), la unidad del frente europeo contra Vladimir Putin podría verse seriamente afectado.

 

* Director Ejecutivo del Observatorio Político de América Latina y el Caribe (OPALC), en París

 

Twitter: @Gaspard_Estrada