25 junio,2018 12:19 pm

Jaime Rodríguez “El Bronco”: Un indomable sin partido 

Texto: DPA/ Foto: Cuartoscuro

Le dicen “El Bronco” y él mismo ha cimentado su fama de rebelde. “Soy como un potro que no se deja domar”, es como se define Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, que fue el primer gobernador independiente de México y ahora quiere convertirse en presidente sin partido.
Originario del municipio de Galeana, en el norte de México, el candidato de sombrero, botas y marcado acento norteño fascinó hace tres años a los habitantes del próspero estado de Nuevo León con su propuesta, que le apostaba a la erradicación del bipartidismo, la corrupción y la delincuencia.
Su carácter retador le valió un lugar en la prensa mundial en 2011 cuando, siendo alcalde del municipio de García, le declaró la guerra al crimen organizado. Ese año sobrevivió a dos atentados en poco más de un mes.
“Me quieren matar porque aquí no dejamos que entren malandros”, dijo este ingeniero agrónomo de 60 años, que en la actual campaña propuso cortar la mano a los corruptos y castigar con azotes a los delincuentes.
Los inicios de “El Bronco” en la política se remontan a 1980, año en el que se afilió al Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde permaneció 33 años para después buscar ser gobernador sin partido en diciembre de 2014.
Dentro del contexto de inseguridad, Rodríguez se había ganado la fama de funcionario que no le tenía miedo a la delincuencia y recaudó 394 mil 182 firmas para su registro ante la Comisión Estatal Electoral para poder ser candidato y convertirse en gobernador.
Sin embargo, ahora que busca la Presidencia con la misma fórmula fue acusado de varias irregularidades en su proceso de obtención de firmas y tiene poca intención de voto. Sus promesas de gobernador sólo se cumplieron a medias y, a los dos años y dos meses de mandato, anunció que se iba a buscar la Presidencia.
Las declaraciones fuertes han sido parte de la imagen ruda de “El Bronco”, padre de seis hijos en tres matrimonios, y en la campaña hacia la Presidencia no podían faltar.
En el primer debate entre candidatos presidenciales causó revuelo en abril al asegurar que entre sus medidas contra la delincuencia estaría cortar la mano a los funcionarios que cometieran actos de corrupción. “Vamos a mocharle las manos a los que roben”, es la frase que lo identifica desde entonces.
Apostando nuevamente por un gobierno de cambio y contra la corrupción, declaró que México necesita “renovar el sistema caduco y podrido” que tiene.
“Lo primero que voy a hacer con la banda presidencial si gano es colgarla y ponerle un letrero que diga ‘no usarla porque provoca enfermedad’, porque es lo que pasa con los gobernantes, les gana la soberbia y la egolatría”, aseguró.
Pese a la popularidad perdida en Nuevo León por su desempeño como gobernador y su escasa proyección nacional, el candidato independiente no se rinde y busca encabezar por segunda vez un momento histórico en la política, porque, asegura, “la esperanza es la última que muere”.