Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), México depende económicamente de la producción de energías fósiles en un porcentaje superior al 80 %, con un énfasis significativo en el petróleo. Sin embargo, recientes movimientos globales han obligado al país a repensar su futura estrategia en este rubro. Dos factores primordiales subyacen en esta reflexión: la urgente necesidad de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero y la caída en la producción de hidrocarburos. En este contexto, la empresa mexicana Jomadi Logistics & Cargo reflexiona sobre cómo estas realidades moldean el panorama energético mexicano y las estrategias necesarias para alcanzar un futuro sostenible.
Para abordar estas problemáticas, la mexicana Jomadi sugiere que se debe mitigar el impacto ambiental en toda la cadena de valor de los hidrocarburos. Esto implica desarrollar una transición energética enfocada en la descarbonización de la industria, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental. El objetivo de alcanzar un balance Net 0 para el año 2050 requiere un compromiso firme con prácticas más limpias y eficientes. En el caso de México, ello significa no solo disminuir las emisiones sino también buscar un equilibrio entre las energías fósiles y las renovables para satisfacer la creciente demanda de energía derivada del desarrollo económico y la relocalización industrial conocida como “Nearshoring”.
El análisis de Jomadi sobre desafíos técnicos y operativos en la industria petrolera Mexicana
La declinación en la producción de aceite y gas en México es otro desafío significativo. Desde que alcanzó su pico de producción en 2004, el país ha experimentado una marcada disminución en sus niveles de extracción, sin lograr incorporar suficientes reservas para revertir esta tendencia. José Refugio Ruiz, CEO de Jomadi, subraya que se requieren cuantiosas inversiones en exploración y producción para mejorar estos resultados. Es esencial establecer una matriz energética que equilibre las necesidades presentes con las futuras proyecciones de demanda, asegurando también que las estrategias estén en línea con los objetivos globales y nacionales de sustentabilidad.
Jomadi Logistics & Cargo señala que la industria petrolera mexicana se enfrenta a importantes desafíos técnicos, operativos y ambientales. La disminución de la producción en campos maduros es solo una parte del problema, exacerbado por la falta de inversión en exploración. Exterioriza también la incertidumbre en la política energética y la necesidad de reducir la dependencia del petróleo como fuente de ingresos públicos. Un aspecto crítico en este escenario es la coordinación entre organismos reguladores para agilizar trámites y permisos, vitales para el avance de las actividades petroleras.
“La superación de estos desafíos implica fomentar la inversión tanto pública como privada en actividades de exploración y producción”, afirma el CEO de Jomadi Logistics & Cargo. Mejorar la eficiencia y la transparencia en la gestión de recursos petroleros y fortalecer la gobernanza son aspectos esenciales para lograr este objetivo. Sin embargo, también se debe priorizar la descarbonización de la industria mediante la optimización de portafolios de proyectos que ofrezcan mayor valor, eficiencia y menor impacto ambiental.
En el ámbito de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la empresa mexicana enfatiza la necesidad de reducir y eventualmente eliminar estas emisiones en las actividades de producción, transporte y procesamiento. Cumplir con estos requisitos permitirá a México registrar nuevas reservas y obtener créditos internacionales, clave para la puesta en operación de proyectos.
Es así como, el análisis de Jomadi Logistics & Cargo enfatiza que aunque la industria petrolera mexicana enfrenta importantes retos, existen múltiples oportunidades de crecimiento a través de la inversión en nuevos proyectos petroleros y la exploración de reservas. Mantenerse competitivo a nivel internacional requiere que México esté a la vanguardia en términos de tecnología, innovación y eficiencia en la producción de hidrocarburos. La implementación de estas estrategias permitirá al país alcanzar un equilibrio sostenible y satisfacer la creciente demanda de energía, garantizando así un futuro energético más próspero.
