22 diciembre,2023 4:43 am

Jon Fosse: la piedra se haría más ligera

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Adán Ramírez Serret

 

Jon Fosse (Haugesund, Noruega, 1959) fue el premio Nobel de literatura de este 2023. Pocos lo conocían en el mundo de habla hispana y hubo que recurrir al mundo del teatro, pues entre su currículum decía que posiblemente era uno de los dramaturgos más puestos en escena del mundo, para saber algo de él. Es un personaje huidizo, a quien no le gusta dar entrevistas, y en las pocas que ha dado ha dicho que la vida para él no es jamás buscar la diversión, si no más bien estar aburrido.

Como sucede desde hace varios años con el Nobel, busqué en Internet lo que pude del autor para hacerme una idea de su escritura. Mi referencia inmediata de la literatura contemporánea noruega era Karl Ove Knausgard, 10 años más joven que Fosse y autor exhaustivo y polémico de una obra de más de 4 mil páginas llamada Mi lucha. En ella escribe sobre su vida de manera pormenorizada hasta el cansancio y cuenta la historia personal, privada, de su familia, parejas y amigos, lo que por supuesto le ha traído demandas, separaciones y varios problemas más.

Knauskard, en efecto, ha escrito sobre Fosse y dice también tener influencia del ahora premio Nobel. Pero en Fosse hay muchas diferencias; existe, como en Knausgard, una obsesión por la escritura, pero el Nobel no es un cúmulo de palabras y más palabras para descubrir su vida y sus problemas; Fosse utiliza la escritura como un rasgo de humildad para indagar sobre el mundo y el ser humano.

Septología es una de sus obras más contundentes de casi 800 páginas. Es, como dice su nombre, la unión de siete partes agrupadas en tres novelas. Se trata de un autor abundante, es cierto, pero no excesivo como puede llegar a ser Knausgard. Fosse es la construcción de un relato que se transforma en pensamiento.

Es una obra apasionante, no se trata del día a día de un autor, ni del recuento de su experiencia; es la oportunidad de entrar a otra mente, lo cual es una de las herramientas más potentes y complejas de la novela como género. Es, incluso, uno de sus grandes retos logrado por muy pocos. Porque al ser un género que se caracteriza por contar –es su esencia–, en los casos de Fosse o Ítalo Svevo se convierte en la experiencia de entrar al cerebro de alguien más. Quizá la experiencia más definitiva de dejar de ser nosotros mismos y ser otra persona. Lo que se ha visto en autores como Arthur Schnitzler o James Joyce como el flujo de la conciencia interna.

Y así en las primeras páginas de Septología nos sumergimos en la mente de un hombre que sale a la ciudad y está ansioso por volver a su retirada vida, a su casa del campo lejos del mundanal ruido, pero el flujo de la conciencia le impide su camino. Los recuerdos se despliegan de un segundo a otro y pasa del anhelo de su esposa, su casa retirada, la distancia con su hijo, su amigo que sufre, al momento en que el se encuentra en su auto pensando en todo esto y la oscuridad se hace más profunda.

La escritura, el pensamiento, se transforman en Fosse en un acto de humildad; no son la distancia intelectual y culta que lo separan del mundo, sino al contrario: es la carne de la escritura aquello que lo mantiene vivo. Piensa, por ejemplo, que es absurdo el bautismo, pues si Dios es todo poderoso y hace su voluntad, dan igual los esfuerzos humanos por complacerlo. Pero no es una crítica, la reflexión es una forma de reivindicar su cristianismo. Las letanías y rezos propios son aquello que da carne a su vida solitaria; el consuelo a sus recuerdos en los cuales mientras se va haciendo de noche observa a unos jóvenes que se acarician en un frío parque. La escritura se enfoca en ellos, en su charla, en sus abrazos; se abalanza en medio de la noche y se pregunta si acaso no serán mera alucinación de él mismo de joven; si todo lo que observa y piensa no es más que un reflejo de sí mismo.
Jon Fosse escribe fuera de este mundo, dentro de una mente que busca en la reflexión, en las letanías y en la escritura que el peso de la existencia sea una piedra un poco más ligera.
Jon Fosse, Septología, Ciudad de México, Seix Barral/De Conatus, 2023.