Guadalajara, Jalisco, 8 de junio de 2024. Tras años de lucha, el caso del feminicidio de Isis Miren Urteaga Ramírez parece no poder llegar al final.
La justicia ha retrasado el juicio en donde se le impugnarían los cargos a Santiago N., detenido por presuntamente haber asfixiado a Isis en un motel en noviembre de 2020.
Isis tenía tan sólo 19 años, estaba a punto de comenzar sus estudios universitarios cuando le fue arrebatada su vida tras meses de una relación tormentosa y violenta donde hubo amenazas, golpes y persecución.
Aunque Santiago N. fue detenido de manera inmediata, pues fue hallado en el motel en Avenida López Mateos en donde fue encontrado el cuerpo sin vida y con muestras de asfixia de Isis, hasta ahora el proceso se ha ralentizado por varias excusas de la defensa que ha querido incluir pruebas en la carpeta de investigación fuera de los tiempos establecidos por el juzgado.
Esta semana, finalmente, le fue concedido un Amparo federal para agregar, según dicen, agravios al caso.
El abogado de la familia de Isis, Alejandro Franco, señala que la resolución del amparo es confusa.
“Le dieron el amparo de la justicia federal para fines de que se regrese al Supremo Tribunal de Justicia con los Magistrados y vuelvan a resolver. El juez federal no deja una indicación de que se modifique la resolución, pero les pide que valoren y tomen en cuenta algunos agravios que la defensa manifiesta. Según el juez de distrito los Magistrados del fuero común, supuestamente no tomaron en cuenta a la hora de resolver”, dice
“Los magistrados, creo, sí llevaron a cabo una resolución íntegra y completa, contundente, pero la defensa se va a una instancia más. Esa apelación tendrá que volver a ser analizada por los Magistrados tomando en consideración lo que el distrito manifiesta”.
Abusó de su hija, pero gracias a un juez sigue libre
El abuso hacia su hija de 4 años se comprobó, pero por cuestiones de “forma” e interpretación de la juez, el presunto agresor, su papá, no fue vinculado a proceso y sigue libre.
Sandra Moreno, mamá de la menor, explicó que, en noviembre pasado, cuando la pequeña llegó de la convivencia con su padre, la notó rara, incluso se le hizo extraño que su ex pareja quisiera acompañarlas a cenar.
Pero cuando la nena se subió al carro, empezó la pesadilla.
El llanto era incontenible y se negaba a decir qué había pasado, pues su padre le dijo que si contaba “el secreto” ya no vería a su mamá. Al final, confesó.
“No hubo penetración como tal, pero sí hay tocamientos por parte del señor y la obliga a tocarlo”, narró.
Moreno denunció el hecho de inmediato en Ciudad Niñez, donde, aseguró, el trato fue malo e incluso la amenazaron con quitarle a la niña.
La niña rindió su “declaración” donde contó todo lo ocurrido. Su examen psicológico no es concluyente porque no se pudo hacer la evaluación.
La carpeta se judicializó como abuso sexual infantil agravado. La fecha de audiencia fue el 24 de abril pasado, sin embargo, la jueza determinó no vincular al agresor a proceso por cuestiones de forma e interpretar como “negativa” la valoración psicológica que no se pudo llevar a cabo la evaluación.
Moreno lamentó que no se haya tomado en cuenta la escucha de la niña donde narra tocamientos por parte de su padre, el haber solicitado ayuda a su tía y abuela paterna y no haberla recibido.
Consideró que pudiera haber un caso de corrupción, además de que en el proceso se ha desestimado el testimonio de la menor, a quien han querido revictimizar exponiéndola, nuevamente, a narrar los hechos.
Tanto la pequeña como su mamá quieren que se haga justicia y se castigue al progenitor de la menor por el daño causado, por eso Moreno no quita el dedo del renglón y ya apeló la decisión y espera que, ahora sí, vean por el interés y bienestar de la niña.
Texto: Staff / Agencia Reforma
