Madrid, España, 1 de febrero de 2022. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau ha dicho ayer que los canadienses “están disgustados” por el comportamiento de algunas personas que han protestado contra la vacunación obligatoria en Ottawa y asegura que “no se dejará intimidar” tras confirmar ser positivo en coronavirus.
“No nos intimidan aquellos que amenazan a los trabajadores de pequeños negocios y roban comida a los sin techo”, ha alertado Trudeau en una rueda de prensa, en la que también ha agregado que el virus “nos afecta a todos”: “Dos de mis hijos lo han contraído y está afectando a mi familia una vez más”.
Los manifestantes contra la vacunación obligatoria para los camioneros que cruzan la frontera entre Estados Unidos y Canadá han paralizado desde el viernes la capital canadiense, unas marchas que se han disuelto, poco a poco, en la tarde de ayer, tal y como recoge la radiotelevisión canadiense CBC.
Trudeau ha reiterado un día más su mensaje a favor de las vacunas diciendo que la mejor manera de luchar contra la pandemia es seguir adelante con la vacunación obligatoria.
La policía ha explicado ayer que la mayoría de los manifestantes han sido pacíficos, aunque han recibido quejas de las bocinas de los camiones y de algunos manifestantes que utilizaban las calles como baño.
Por su parte, el Partido Conservador, que actualmente lidera la oposición tras perder el año pasado sus terceras elecciones consecutivas frente a los liberales de Trudeau, ha elogiado a los manifestantes.
El gobierno canadiense del primer ministro Trudeau impuso el 15 de enero la vacunación obligatoria a los camioneros canadienses que cruzan la frontera con Estados Unidos. Además, los choferes extranjeros que no se hayan vacunado tienen prohibida la entrada al país. Esta norma fue el detonante de las protestas de este fin de semana en las calles de Canadá.
Trudeau ha anunciado que ha dado positivo ayer por la mañana en una prueba de COVID-19, aunque se siente “bien” y seguirá en principio trabajando mientras permanece aislado.
Por otro lado, el primer ministro británico, Boris Johnson, cuyo puesto pende de un hilo debido al escándalo de las fiestas en Downing Street durante los confinamientos, se defendió ayer ante los diputados tras la publicación de un informe que denunció “fallos de liderazgo”.
El informe de Sue Gray sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia de Covid-19 ha concluido que el gobierno de Boris Johnson incurrió en “fallos de liderazgo y juicio”, al tiempo que ha incidido en que el comportamiento del Ejecutivo en torno a las reuniones “es difícil de justificar”.
Texto: Europa Press
