8 septiembre,2023 5:11 am

La construcción de la paz en Guerrero

LA POLÍTICA ES ASÍ

 

Ángel Aguirre Rivero

Con pesar me enteré de la desaparición de siete jóvenes, algunos integrantes de la comunidad LGBTQ+ en Acapulco, uno de ellos Moisés Tomás Juárez Abarca, integrante de la dirección estatal del PRD e inquieto miembro de Izquierda Progresista Guerrerense, a quien le caracteriza su carácter festivo, su amplia sonrisa y su gran calidad humana.
Esta desaparición se circunscribe en un contexto de agudización de la violencia en Acapulco, la zozobra permea entre los ciudadanos, por lo que es urgente que se tomen las medidas necesarias hasta que aparezcan con vida nuestros compañeros, quienes contribuían y participaban en el programa de rehabilitación “Sembrando valores” o mejor conocido como Cuarto y Quinto Paso.
Llama mucho la atención la versión de que en estos hechos pudieron haber participado presuntos integrantes de la Fiscalía General del Estado, y aunque no podemos darla por cierta, es necesario que se ofrezca una explicación de la autoridad ministerial.
La falta de sensibilidad de las autoridades, no les ha permitido dimensionar lo que puede detonar este hecho que lesiona a toda la comunidad LGBTQ+, actúan como si no hubiera pasado nada; el hartazgo de la población tiene un limite y éste se agota más temprano que tarde.
Si estos acontecimientos ocurren, es por un clima de impunidad que lastima a las familias de Guerrero.
Aunque pareciera que la violencia llegó para quedarse en nuestras vidas, no podemos darnos por derrotados: la construcción de la paz es un proceso que requiere muchas acciones, pero, sobre todo, la colaboración de todos.
Es sin duda, un desafío persistente, complejo. La desconfianza hacia las instituciones y el gobierno dificultan la movilización y colaboración efectiva de la sociedad civil y otros actores en la construcción de la paz.
Reconocer este fenómeno de ruptura de la sociedad con sus gobiernos debería ser el primer paso para poder dirigirnos hacia la paz tan anhelada, para sentar las bases para una construcción definitiva.
No se puede dejar de lado que Guerrero ha sido afectado por décadas de violencia relacionada con el crimen organizado, la desigualdad socioeconómica y la falta de acceso efectivo a la justicia.
La lucha por el control de territorios y rutas de narcotráfico ha llevado a enfrentamientos violentos y a la amenaza constante para las comunidades locales. La violencia resultante ha generado un ciclo de retaliación y venganza, dificultando los esfuerzos para construir una paz duradera.
Por ello, es indispensable facilitar espacios de diálogo en las comunidades, con líderes locales, organizaciones civiles, y que los tres órdenes de gobierno se alineen en una estrategia que sea efectiva para restaurar los vínculos de confianza entre vecinos y hacia las instituciones.
No podemos ni debemos renunciar a la esperanza de un futuro mejor, a motivar a los guerrerenses, a rescatar nuestros valores, toda vez que algunos grupos de la delincuencia encuentran una base social en algunas comunidades que los encubre, se integra a ellos, aún cuando esto signifique atentar incluso contra sus vecinos, y esto no puede ser, no podemos deshumanizarnos.
El Poder Judicial tiene mucho que aportar en este esfuerzo. El enjuiciamiento efectivo de delincuentes y actores violentos envía un mensaje claro de que la violencia y la delincuencia no serán toleradas. Esto puede disuadir a otros de participar en actividades ilegales.
Un sólo hombre o una sola mujer no pueden tener la responsabilidad de transformar un entorno, por ello es insistir en que todos somos parte y la participación activa y la colaboración conjunta de la sociedad civil, las instituciones religiosas y gubernamentales, el sector privado y las ONGs, son fundamental para ir materializando los cambios que necesitamos.
Además, se requiere atender muchos frentes, la educación tiene un papel preponderante en la construcción de la paz, al fomentar la comprensión intercultural, promover el respeto entre los individuos y sus derechos humanos, aunado al fortalecimiento de las instituciones de justicia y la lucha contra la impunidad en favor de las víctimas.
Tengo muy presente cuando junto con mi esposa Laura del Rocío impulsamos el programa “Transformemos Nuestro Entorno”, con magníficos resultados y consistía en buscar la reconciliación familiar.
Atendimos a más de cien mil jóvenes que habían tomado el camino de las adicciones y la delincuencia; promovimos programas culturales y deportivos en todos los municipios, lo que nos permitió disminuir la violencia de manera importante.
En mi último año de gobierno fuimos reconocidos a nivel nacional como el estado que más disminuyó las cifras de secuestros, la tasa de homicidios cayó en un 30 por ciento y detuvimos a un sinnúmero de miembros de la delincuencia organizada.
En el esfuerzo por alcanzar la paz, es fundamental el papel de las iglesias como impulsoras de valores, y del Poder Judicial para reducir la impunidad e impartir justicia.
Yo creo que, si se quiere, se puede; que existen acciones concretas que pueden contribuir a la construcción de la paz.

Del anecdotario

A propósito del entreguismo en el último informe del gobernador del Estado de México Alfredo del Mazo, lo cual confirma su traicion en el reciente proceso electoral, me recordó un incidente que viví con su señor padre cuando fuimos diputados federales en la 59 Legislatura federal de la Cámara de Diputados.
Cuando se estaban definiendo las presidencias de las comisiones más importantes la maestra Elba Esther Gordillo, quien fungió como nuestra primera coordinadora me preguntó: –¿Oye querido, y a ti que comisión te interesa presidir?
Mi respuesta fue inmediata y contundente: –la de Presupuesto y Cuenta Pública, le dije.
–Esa no (me contestó), esa ya está asignada, me la pidió Salinas de Gortari para Francisco Rojas. ¿Por qué no presides Turismo, considerando la vocación de tu estado? (me la quiso vender).
En dicha comisión no se aportaba para los Estados, mas que promover y andar en distintos eventos y viajes por el interior y fuera del país.
Le dije que no, y le propuse la de Comunicaciones, pensando en cómo gestionar carreteras, caminos y puentes para mi estado, y me dijo que sí.
Días después me llamó a su oficina para decirme que el licenciado Alfredo del Mazo (qepd) tenía la misma aspiración, y que me pedía mi comprensión para que yo le cediera la presidencia de dicha comisión y eligiera otra.
Le contesté que de ninguna manera, y que no perdiera de vista que era el único exgobernador que había llegado mediante un proceso electoral, pues todos los demás (incluyéndola a ella), habían llegado por la vía plurinominal.
–Y si tú insistes (le dije), el reparto de las presidencias de comisiones las vamos a hacer en proporción a quienes llegamos a través del voto (que eramos la mayoría), y voy hablar con el resto de mis compañeras y compañeros.
–Bueno, bueno… No es para tanto (me dijo), sólo te pido que lo escuches, tómate un café con él por favor, tú tienes todo mi respaldo, concluyó.
Nos sentamos Alfredo y yo a tomar café, arrogante como era me dice: –Mira Ángel, yo necesito presidir la Comisión de Comunicaciones porque tengo que impulsar el proyecto del Aeropuerto de Texcoco, ¿por qué no presides la Comisión de Relaciones Exteriores?, me dijo.
–No Alfredo –le contesté– en todo caso quien la debe presidir eres tú, porque ya fuiste embajador en Holanda y los Países Bajos.
–Bueno entonces preside la Comisión de Seguridad Pública.
Me ganó la risa y que le contesto:
–¿Oye Alfredo qué acaso me ves cara de policía? Quiero presidir Comunicaciones porque mi estado es muy pobre, muy atrasado y necesita de muchos caminos, de muchas carreteras, de muchas vialidades.
Al final, el café terminó muy mal, a pesar de todos estos sobresaltos fui nombrado presidente de la Comisión de Comunicaciones y llevamos como nunca caminos y carreteras a Guerrero. Alfredo del Mazo pidió licencia a los pocos meses para separarse del cargo de diputado federal, mientras que a mí, Dios me bendijo pues meses después fui nombrado presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, donde pude ampliar el espectro para ayudar a mis paisanos, siendo ya coordinador mi amigo Emilio Chuayffet Chemor.
La vida es así…