6 diciembre,2023 10:59 am

La crecida del río de El Pedregoso durante Otis se llevó a su mamá de 80 años, relata una vecina

 

Acapulco, Guerrero, 6 de diciembre de 2023. El caudal del río de El Pedregoso creció durante el paso del huracán Otis, mientras Mario sostenía dentro de un baño a su mamá Alicia Romero Alcaraz, de 80 años, pero un tronco lo golpeó, la soltó y ella desapareció.

Magdalena Romero, una de los seis hijos de Alicia, no vio cuando el agua arrastró el cuerpo de su mamá, porque ella misma estaba tratando de sobrevivir en su casa, junto con su esposo y sus dos nietos.

Este martes caminaba en la calle de su casa que también quedó destruida por el agua que llegó a este punto de San Isidro. El río de El Pedregoso no se ve desde esta vivienda, pero creció, tumbó todo y la altura de la calle aumentó, enfatizó la mujer en los pocos minutos que habló con El Sur.

“Como no dormimos esa noche, nos fuimos a esa casa blanca. Nos dio refugio ese señor a las 5 de la mañana. Mi familia me vino buscando como a las 11, como estaba nublado, ni sabía qué hora era, y ya me dijeron que mi mamá…”.

La narración de Magdalena sobre la desaparición de su madre Alicia, el 25 de octubre, se basa en lo que vivió Mario, su hermano que vivía a un costado de su madre. Después del meteoro, Mario habita otra casa “más abajo” de San Isidro, es decir, más cerca de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.

Magdalena compartió su experiencia sobre lo que queda de la casa de su mamá, a unos 5 minutos en carro desde la carretera federal. Buscó la sombra para hablar, se sentó recostada en una pared y una vela, que recuerda a un altar en honor a la desaparición de su mamá, estaba cerca de su hija.

“A mi hermano lo jaló la corriente, pero me dice él, ‘yo tenía a mi mamá, aquí en el baño’”, señaló otra pared que sobrevivió y está medio derrumbada. No hay otra construcción que señale que ahí había una casa.

Mario, contó su hermana, tenía “amarrada” a su mamá. Su esposa gritó, él giró, lo golpeó un tronco o una piedra, indicó dos objetos, y “lo jaló y es donde mi mamá se le soltó”.

Mario se atoró en los matorrales de la casa azul, otras ruinas vecinas de lo que sigue parado aquí, “y perdió la noción de dónde se llevó a mi mamá”. Él quedó con cicatrices de todas las piedras que lo golpearon.

“Gracias a Dios ya está mejorcito mi hermano, pero pues…”, no acabó la frase Magdalena porque su celular sonaba. La recepción es intermitente y este martes intentaba hablar con una persona. Al final, colgó para continuar con la narración.

“Mi mamá aquí dormía, o sea, siempre estábamos con ella, en el día, y ya en la noche ella dormía sola”. La casa de al lado era de Mario y ahí vivía con su esposa y sus dos hijos.

Alicia Romero ya no trabajaba porque tenía 80 años, dijo Magdalena, “pero ella era muy activa. Ella tenía diabetes y nosotros como hijos le dábamos. Ya venía una hermana y le traía despensa. Yo igual le traía de comer”.

Alicia llegó hace unos 20 años a San Isidro, sus seis hijos crecieron en la colonia Morelos. “Se nos enfermaba e igual la atendíamos los que estábamos más cerca, y ya después llegaban los que vivían más lejos, cuando la teníamos internada”.

Magdalena se fue de San Isidro, poblado de la zona poniente de Acapulco, a los cuatro días del paso del huracán, pero sus hijos le contaron que diariamente acudían las autoridades a buscar a su mamá.

Ella regresó el 28 de noviembre y constató que todos los días acude personal de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaría de la Defensa Nacional.

“Empiezan desde aquí”, indicó el arroyo y ya buscaron hasta el puente de El Pedregoso, pero no se explican por qué no la encuentran, le confesó un día de búsqueda un agente de la Fiscalía a Magdalena.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Fotos: Carlos Carbajal