17 noviembre,2018 7:46 am

La crisis en la sierra es responsabilidad del gobernador; no atendió la violencia, dice el frente de comunitarias

El vocero Salvador Alanís dice que desde el 1 de septiembre del año pasado “nos están matando, nos están robando, encarecieron los productos al triple y el gobernador jamás, nunca lo escuchamos decir que iba a resolver la situación”.
Chilpancingo, Guerrero, 17 de noviembre de 2018. La coordinación de policías comunitarias y autodefensas de cinco municipios que el domingo entraron a Filo de Caballos responsabilizó de la crisis en esa zona al gobernador Héctor Astudillo Flores, porque no atendió a tiempo el llamado a resolver el problema de inseguridad, como se lo pidieron en reiteradas ocasiones.
El vocero del Frente de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero, Salvador Alanís rechazó el involucramiento de la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo con el crimen organizado y con intereses de las mineras que quieren abrir un yacimiento en Xochipala.
“No estamos enterados de esa minera”, aseguró en una llamada telefónica a El Sur.
El Frente de Policías Comunitarias del Estado de Guerrero está integrada por la Policía Comunitaria Tecampanera de Teloloapan, el Movimiento Apaxtlense Adrián Castrejón, de Apaxtla, la Policía Comunitaria de Cocula, la Policía Comunitaria de Cuetzala del Progreso así como la Policía Comunitaria de Mezcala, municipio de Eduardo Neri (Zumpango).
El vocero de este frente dijo que el gobernador Astudillo Flores nunca se ha hecho responsable de la seguridad, no sólo en Filo de Caballos sino en todo el estado, “siempre minimiza los problemas de violencia que tiene Guerrero, las violaciones y los secuestros”. Añadió que si hubiera un gobierno responsable el estado no estuviera así.
Alanís aseguró que el gobernador tiene conocimiento de la violencia en el corredor de Xochipala a Filo de Caballos, al grado de que lo bautizaron el “corredor de la muerte” porque ahí mataban a civiles, a las mujeres las violaban y asaltaban a los comerciantes.
También denunció que a los transportistas no sólo les robaban sus camiones, sino que los quemaban vivos.
Siguió: familias enteras sufrían de la violencia y han acribillado a niños, entonces el gobernador no se hizo responsable, como nunca se ha hecho responsable de la violencia en el estado.
Agregó que a Héctor Astudillo Flores le interesan más los turistas, que venga el crucero y que traiga dinero a Acapulco. Le interesa más cuidar su  imagen que los problemas del estado, señaló.
Aseguró que el Ayuntamiento de Leonardo Bravo y el gobierno magnifican los números de los desplazados porque hablan de mil 600 o dos mil, cuando son 300.
Aseguró que el éxodo de familias lo está promoviendo el alcalde de Chichihualco Ismael Cástulo Guzmán, “quien es el brazo derecho del líder criminal de la zona de Chchihualco”.
Dijo que tienen evidencias como fotografías y conversaciones de reuniones con Isaac Navarrete Celis y Rafael Medina Hurtado que son criminales que controlaban Filo de Caballos.
Aseguró que las familias desplazadas en Chichihualco son familiares de esas personas, incluidas las del alcalde Cástulo Guzmán. “Vemos, efectivamente, muchos niños y mujeres y pocos hombres porque estos son sicarios que están apostados en Carrizal cuidando su plaza”, denunció.
En cuanto al señalamiento de que quien dirige a la Policía Comunitaria de Heliodoro Castillo es el jefe criminal Onésimo Marquina, respondió que “hay grupos delictivos en la zona que andan haciendo su lucha por controlar aquí o allá, eso es verdad, todo Guerrero y México lo saben, están en todos lados”, pero dijo que vincularlos con ellos es “una forma de criminalizar al pueblo que se cansó un año esperando al gobernador que resolviera el problema de violencia”.
Añadió que desde el 1 de septiembre del año pasado les balacearon las combis del transporte público de Tlacotepec a Chilpancingo, y no había tránsito libre, “desde entonces nos están matando, nos están robando, encarecieron los productos al triple y el gobernador jamás, nunca lo escuchamos decir que iba a resolver la situación, nunca se hizo responsable”.
Subrayó que por eso el pueblo de Tlacotepec se cansó y ahora se expresó y se va a seguir expresando, “y ojalá que el gobernador enmiende  esta situación porque todavía tiene tres años de gobierno y Guerrero lo necesita a él, así como lo necesita toda la gente que hoy está luchando para pacificar esta zona de guerra que ha estado terrible por algunos grupos”.
Añadió que el gobernador debe entender que la policía comunitaria lo ha estado ayudando pues mató a el líder criminal El Tequilero, aun cuando los primeros días el gobernador aseguró que no era cierto, “después tuvo que reconocer la veracidad del caso”.
Destacó que la policía comunitaria de Heliodoro Castillo ha demostrado que no está vinculada con ningún grupo de la delincuencia porque ha peleado no solamente contra el grupo de El Tequilero, sino contra la Familia Michoacana y Guerreros Unidos, “entonces no nos puede llamar el gobernador que somos un grupo armado que defiende algún  grupo delictivo, nosotros somos el pueblo, el gobernador lo sabe, pero como ya se declaró incompetente y dice que es un asunto de seguridad nacional, lo que más le acomoda es decir fácilmente que somos un grupo criminal”.
Llama a organizaciones de derechos humanos a constatar que ya es segura la zona
En cuanto al señalamiento de los representantes de las comunidades de Leonardo Bravo que fueron desplazadas en el sentido de que no son policías comunitarios, sino miembros del grupo criminal de Onésimo Marquina que buscan controlar la mina que se abrirá en Xochipala, Alanís aseguró que “nosotros ni conocimiento teníamos de esa minera”.
“Te voy a ser claro, si tú me preguntas qué minera se va a instalar allí te voy a decir qué no sé qué minera es, desconocemos si va a haber minera allí. Sabemos que hay minas en todo el estado, aquí mismo en la zona serrana  del municipio de San Miguel Totolapan tenemos muchas minas que están allí pero que no se han explotado, entonces negamos rotundamente que sea por cuestión de las mineras”.
Arremetió que lo que sí es cierto es que quienes dirigen a los desplazados y el alcalde de Leonardo Bravo, Ismael Cástulo Guzmán, son parte de un grupo delincuencial y que en la primera oportunidad que tenga la policía comunitaria de Heliodoro Castillo los va a detener, y con el respaldo de los pueblos va a buscar relevarlo de su cargo y que sea presentado ante las autoridades para que pague por todos los delitos que ha cometido.
Luego de los señalamientos de que mantienen en contra de su voluntad a algunos pobladores en Filo de Caballos, Salvador Alanís aseguró que todos están por su propia voluntad, “yo no sé por qué no han venido los de derechos humanos a constatarlo, para que vean que el verdadero pueblo de Filo de Caballos, Puentecillas, Ranchito está aquí”.
Dijo que a partir del miércoles los comerciantes comenzaron a abrir sus negocios y que el servicio de transporte está funcionando normalmente, “queremos que vengan aquí a constatarlo, que vengan y vean al comisario (de Filo de Caballos Alfonso González Pacheco) que está bien agradecido porque lo liberamos de un grupo criminal que lo estaba obligando a organizar a comisarios al servicio de un cártel”.
Informó que ayer no habían entrado a otros pueblos porque no querían que la gente se siga espantando y se siga yendo, “porque no queremos que las familias se vayan desplazadas, lo que queremos es que se vayan los delincuentes”.
Informó que el jueves se fueron los mil policías comunitarios que estaban desde el domingo y que llegaron a relevarlos 2 mil, porque van a permanecer en Filo de Caballos el tiempo que sea necesario, “el pueblo nos mandata y Filo de Caballos está contento, ya abrió los negocios y ya está pasando el transporte  hacia Yextla y hacia Tlacotepec”, aseguró.
Alanís también rechazó que cuenten con el apoyo del Ejército y de la Policía Estatal para asolar poblaciones, como lo denunciaron los representantes de los desplazados, “ellos están haciendo sus rondines, no están con nosotros, ellos están haciendo su trabajo de seguridad y nosotros estamos a lo que estamos”.
 Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Lenin Ocampo Torres