Texto: DPA / Foto: Cuartoscuro
Ciudad Juárez, Chihuahua, 1 de abril de 2018. Andrés Manuel López Obrador está decidido a escribir su nombre entre los próceres de la historia. Para el candidato nacionalista de izquierda a la Presidencia de México, favorito para el 1 de julio, lo suyo no es una campaña, es una cruzada.
“Iniciamos la campaña aquí donde comienza nuestra Patria, en Ciudad Juárez”, exclamó hoy en esa ciudad de la frontera con Estados Unidos, al iniciar formalmente su carrera electoral. Habla de la inminencia de un cambio de régimen, de una transformación mayor.
El discurso de López Obrador, de 64 años, que ya fue candidato en 2006 y 2012 y quedó segundo, está lleno de referencias a un pasado glorioso construido por los padres de la Patria, y su promesa va más allá de hacer un mejor Gobierno. Promete una nueva Nación.
Ante la efigie de Benito Juárez, el presidente que combatió la intervención francesa y restauró la República en el siglo XIX, se han congregado miles de simpatizantes desde temprano a escuchar el mensaje del candidato de la alianza Juntos Haremos Historia.
Llegaron familias enteras tanto de Ciudad Juárez, la ciudad malamente famosa por los feminicidios y por la violencia del narcotráfico, así como de El Paso (Texas) y otras ciudades de Estados Unidos.
“Yo nunca había apoyado a un candidato. Es la primera vez que voy a una campaña pero yo lo apoyo porque confío en él y veo su honradez y veo la necesidad de escoger a alguien que no sea político sino que sea del pueblo”, dice Margarita Flores, de 60 años, que prefirió acudir a la campaña en vez de su paseo familiar de Pascua.
Para ella AMLO, como se le conoce al candidato por sus siglas, es la esperanza de México. Lo dice convencida, mientras pantallas gigantes reproducen entrevistas y dichos del candidato antes del acto.
En la Plaza, ubicada en las calles Vicente Guerrero y Ramón Corona del centro histórico de lo que alguna vez fue Villa Paso del Norte, López Obrador inició este domingo la campaña que en los próximos 90 días lo llevará a recorrer todo el país.
Ya lleva más de 12 años visitando pueblos y ciudades tratando de ampliar su base de apoyo, para dar el salto a la Presidencia.
Ciudad Juárez es emblemática. No sólo por la violencia y feminicidios, sino históricamente. En 1865 el reformador mexicano Benito Juárez instaló ahí la Presidencia de la República, después de que los franceses impusieran a Maximiliano de Habsburgo como emperador de México.
“Ésta es la tercera vez que votaré por usted, señor Obrador”, dice la cartulina levantada por Gabino Tadeo, un fiel seguidor del candidato izquierdista que confía en que “la tercera es la vencida”.
Los simpatizantes resisten en una mañana de 23 grados de temperatura sin moverse de su sitio. En punto de las 10:45 locales López Obrador llega al lugar y se escucha: “Presidente, presidente”.
Estrecha las manos de sus seguidores antes de llegar al escenario para pronunciar un discurso, de a momentos combativo, en el que promete “cortar el copete a los privilegios” y no permitir que el presidente estadunidense, Donald Trump, trate a México como si fuera su “piñata”.
“Ciudad Juárez, antes Paso del Norte, ha sido testigo de hechos históricos trascendentes y punto de partida de importantes transformaciones”, dice.
Después de Ciudad Juárez recorrerá otras ciudades del norte del país, el norte que le es más esquivo y donde tiene menos apoyos.
En esa región está Monterrey, la capital industrial del país, donde debe ganarse todavía la confianza de empresarios que escuchan con escalofríos su afirmación de que suspenderá un proyecto millonario para construir un aeropuerto nuevo en Ciudad de México o que revisará la reforma energética que abrió el sector al capital privado.
“Hace mucho tiempo que no existía un entusiasmo como el actual ante la inminencia de un cambio de régimen, ante la cercanía de una transformación mayor”, afirma López Obrador.
El ex alcalde plantea estos comicios como una lucha entre buenos y malos, entre la “mafia del poder” y la “honestidad”. Su promesa de lograr un crecimiento con Justicia y terminar con la corrupción hace eco en muchos mexicanos cansados del statu quo de impunidad, falta de crecimiento económico, desigualdad y violencia.
Sus rivales, Ricardo Anaya desde una alianza opositora de centroderecha y centroizquierda, José Antonio Meade como candidato del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) y la independiente Margarita Zavala, lo ven como el único rival a vencer.
Dicen que la opción será entre el pasado y el futuro. Entre el diálogo y la intolerancia, entre la certidumbre y las ocurrencias. Los críticos de López Obrador le llaman radical y mesiánico.
Pero López Obrador es el único que avanza en las encuestas, con un 36 al 44 por ciento de la intención de votos.
“Soy terco, es de dominio público, necio, obcecado, perseverante o como suele llamarse a quienes defienden ideales, principios o alguna causa”, responde. “Con esta misma convicción actuaré como presidente de la República”.
Promete AMLO desterrar la corrupción
En la fronteriza Ciudad Juárez, Chihuahua, López Obrador advirtió que echará para atrás la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y que, en su lugar, se habilitará la base aérea de Santa Lucía.
“Vamos a construir dos pistas en la base aérea militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México. Dicho de otra forma, se suspenderá la construcción del nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco y, con ello, ahorraremos más de 200 mil millones de pesos”, mencionó el candidato.
“Este proceso se llevará a cabo con estricto apego a la ley, buscando siempre el acuerdo con las compañías a las cuales se les han adjudicado contratos; garantizando el pago de bonos y protegiendo las inversiones de las Afores; es decir, se actuará con legalidad, y se dará certidumbre, sin corrupción”.
Ante miles de personas en el Monumento a Benito Juárez, en el corazón de la frontera, el abanderado de Morena, PT y PES, prometió que va a ir contra la corrupción en México.
“La corrupción se ha institucionalizado”, lanzó López Obrador, quien mencionó que es la principal función del poder político, por lo que, agregó, cortará de tajo con actos de corrupción y la impunidad.
Asimismo, el morenista también propuso reformar el Artículo 108 de la Constitución para juzgar al Presidente por delitos de corrupción.
“La primera iniciativa que enviará al Congreso será la reforma al 108 de la Constitución para que el Presidente pueda ser juzgado”, agregó.
Arropado por figuras de los partidos que lo postulan, el tres veces candidato a la Presidencia afirmó que “cortará el copete de privilegios que hay en el gobierno”.
Según AMLO, su gobierno, que llamó democrático, dará el ejemplo.
“Ninguna persona con antecedentes de corrupción política será invitado a participar en la función pública”, dijo.
En ese contexto señaló que el gobierno federal dejará de ser una “fábrica de nuevos ricos“, se “desterrará la corrupción y la impunidad, y se suspenderá la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México,
E indicó que “el sistema en su conjunto ha operado para la corrupción. No se trata, como antes, de actos delictivos individuales o de una red de complicidades para hacer negocios al amparo de los cargos públicos; ahora, la corrupción se ha convertido en la principal función del poder político y el encubrimiento, la impunidad y la complicidad son el principal aglutinante de los grupos que se han sucedido en el ejercicio del gobierno, sean del PRI o del PAN”.
https://suracapulco.mx/2018/04/01/bajo-la-lupa-amlo-arranca-como-favorito/
