14 marzo,2023 5:07 am

La decisión del pueblo

Arturo Martínez Núñez

 

El día de ayer una nueva batería de encuestas ratifican lo que es un clamor en las calles: Claudia Sheinbaum es la aspirante con mayor aceptación y será la candidata de Morena a la presidencia de la República.

La contienda entre los distintos aspirantes de nuestro movimiento no será motivo de ruptura ni de división como quisieran los integrantes de la Alianza del Mal.

Entre los distintos aspirantes existen diferencias de enfoque y de destino pero no nos vemos como enemigos, si acaso, como adversarios.

Claudia apostó a una alianza con la gente mientras que algunos de los otros aspirantes prefirieron aliarse con las dirigencias y dirigentes. En la organización de Claudia no existen los mariscales ni los barones ni los súper delegados. La organización intenta ser lo más horizontal posible. Aquí no importa salir en la foto (aunque nunca faltan los protagonismos de siempre) sino hacer el trabajo. Aquí no existe un dirigente estatal o municipal sino que la gente es libre de organizarse cómo mejor le parezca. Aquí no estamos aliados a los caciques ni a los “hombres fuertes” sino al pueblo organizado. Aquí no ha habido arreglos en lo oscurito ni promesas vacuas, ni repartición de promesas, de candidaturas o de eventuales posiciones en el gobierno. Aquí no se negocian puestos de trabajo ni se acuerdan cuotas para los cuates. Las mujeres y hombres que participan en apoyo a Claudia lo hacen en libertad de manera individual y sin esperar nada a cambio. Como bien decía Andrés Manuel López Obrador: “el que quiera puesto que se vaya al Mercado”.

El domingo anterior, el aún Secretario de Relaciones Exteriores encabezó una mini marcha en la que de acuerdo a la nota de El Sur participaron unas tres mil personas, aunque una inserción pagada (no sabemos por quién) señala que fueron 50 mil los participantes. No entraré en discusiones estériles porque todos los acapulqueños saben cuántas personas caben en esa parte de la Costera (de la paletería al BBVA en un solo carril). Cada quien es libre de auto engañarse como lo desee. La estrategia mediática es muy parecida a las viejas campañas priistas que antes de conocer el número de asistentes a un evento ya tienen listos los boletines señalando cifras fantásticas para intentar generar percepción y ganar tracción.

Marcelo ha apostado a pactar con liderazgos mientras Claudia ha pactado con el pueblo. Marcelo es el candidato de los que no quieren a Morena. La estrategia de Marcelo es muy evidente y sencilla: él no le habla a los simpatizantes de Morena, sabe que en ese segmento está perdido, el le habla a los priistas, panistas y anti obradoristas en general y les dice “miren, Morena va a ganar en 2024 les guste o no les guste; prefieren que la próxima presidenta sea aún más radical que Andrés Manuel o prefieren a alguien como yo que soy más cercano a ustedes?” Quiere convencerlos de que él es la mejor opción para la restauración del viejo régimen. Quiere que lo empujen para ganar la encuesta de un partido al que repudian. Quiere que la Cuarta Transformación se diluya y volvamos a los tiempos del gobierno de los privilegiados. Quiere pactar para restaurar no para seguir transformando.

Marcelo Ebrard es un político muy completo y un servidor público muy eficiente. Desafortunadamente su proyecto es el proyecto de unos cuantos, de los caciques y de los grupos de interés.

Como entiende que a este ritmo jamás alcanzará a Claudia, seguramente dejará su cargo y su encargo en las próximas semanas para dedicarse de tiempo completo a recorrer el país e intentar una remontada heroica. Como entienden que están perdidos, intentarán lanzar un centro a la olla, un pase desesperado sin destino fijo que busca acercar la pelota a la portería para ver si por obra de la buenaventura ésta termina en el fondo de la portería.

Bienvenida la competencia entre compañeros. Al final de la contienda todas y todos tendremos que terminar unidos para garantizar un triunfo holgado en 2024 y la mayoría en las cámaras del Congreso de la Unión.

Los contendientes ya decidieron con quién pactar y quienes serán sus compañeros de viaje. Unos han decidido transitar con los de arriba mientras Claudia decidió acompañarse con los de abajo.