18 marzo,2022 9:34 am

La guerra en Ucrania disparará la inflación mundial en torno del 6.7%, según la OCDE

El conflicto ocurre “justo cuando la economía mundial parecía estar emergiendo de dos años de la crisis del Covid”. Sugiere ayudas directas a usuarios vulnerables en lugar de bajar impuestos o limitar precios de la luz. La UE insiste en bajar el consumo para reducir la dependencia del gas ruso

Madrid / Moscú, 18 de marzo de 2022. La guerra en Ucrania tendrá un impacto significativo, a pesar del relativo pequeño tamaño de las economías de los países en conflicto, y podría llegar a restar más de un punto porcentual al crecimiento global, mientras que sumará 2.5 puntos a la inflación, situándola en torno al 6.7 por ciento, según ha advertido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En este sentido, el ‘think tank’ de las economías más avanzadas calcula que el impacto de la invasión rusa de Ucrania y de las sanciones implementadas puede llegar a restar alrededor 1.4 puntos porcentuales al crecimiento del PIB estimado para la eurozona, limitándolo al 2.9 por ciento, mientras que la subida de los precios se acelerará en más de dos puntos porcentuales y superará el 5 por ciento.

“Esto refleja mayores aumentos del precio del gas en Europa que en otras partes del mundo y la relativa fortaleza de los vínculos comerciales y energéticos con Rusia antes del conflicto”, explica la OCDE.

De este modo, la organización espera que en las economías avanzadas de la región Asia-Pacífico y de América, cuyos vínculos comerciales y de inversión con Rusia son más débiles, el impacto directo sea más moderado, aunque anticipa que el crecimiento aún se verá afectado indirectamente por una demanda mundial más débil y el efecto de los precios más altos sobre la renta de los hogares.

En el caso de Estados Unidos, las previsiones de la OCDE anticipan un freno de ocho décimas al crecimiento del PIB en 2022 y una aceleración de 1.5 puntos de las presiones inflacionistas.

Asimismo, bajo el supuesto de que las perturbaciones de los mercados financieros y de materias primas persistan durante el año, las previsiones de la OCDE contemplan una “profunda recesión” en Rusia, con una caída del PIB de más del 10 por ciento y un aumento de la inflación de hasta 15 puntos porcentuales.

“Justo cuando la economía mundial parecía estar emergiendo de dos años de la crisis del Covid-19, ha estallado una guerra brutal y devastadora en Europa”, ha señalado la economista jefe y secretaria general adjunta de la OCDE, Laurence Boone.

En su análisis, la OCDE reconoce que la guerra complica la labor de las autoridades políticas y monetarias, pero considera que los pasos hacia la normalización de la política monetaria deberían continuar en las economías avanzadas, aunque subraya que deberá desarrollarse a un ritmo diferenciado y con frecuentes reevaluaciones a medida que evoluciona el conflicto.

“Los argumentos a favor de la normalización son particularmente sólidos en economías como Estados Unidos, donde la recuperación de la pandemia está muy avanzada y las señales de presiones inflacionarias duraderas ya eran evidentes”, apunta la organización, que considera recomendable un ritmo más lento de normalización en las economías donde la inflación subyacente sigue siendo baja, las presiones salariales siguen siendo modestas y el impacto adverso del conflicto sobre el crecimiento es mayor.

La OCDE considera necesario introducir medidas para amortiguar el impacto sobre consumidores y empresas de la escalada de los precios de la energía, acentuada por la guerra en Ucrania, aunque ha mostrado su preferencia por las ayudas directas a los usuarios vulnerables, frente a otras acciones como la bajada de impuestos o la fijación de precios máximos.

Por su parte, el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha insistido ayer en la necesidad de reducir el consumo con acciones como bajar la calefacción para disminuir la dependencia del gas y del petróleo ruso.

Australia sanciona a entidades rusas que administran deuda soberana

Australia introdujo sanciones contra otros 11 bancos e instituciones gubernamentales rusas en protesta contra la operación militar en Ucrania, informó la ministra de Exteriores australiana, Marise Payne.

“La lista (de sanciones) de hoy incluye el Fondo de Bienestar Nacional de Rusia, el Ministerio de Finanzas de Rusia. Dada la reciente inclusión en la lista del Banco Central de Rusia, ahora las sanciones de Australia afectan a todas las estructuras estatales rusas responsables de emitir o administrar la deuda soberana”, dice un comunicado.

Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó en Ucrania el 24 de febrero pasado y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible.

Por vez primera, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y Australia, el embargo sobre la importación de petróleo ruso.

Por su parte, el gobierno de Rusia añadió decenas de nuevos nombres a la lista de “países inamistosos”.

Para realizar transacciones con nacionales y empresas de estas naciones, las entidades rusas tendrán que solicitar el visto bueno de la comisión gubernamental para el control de inversiones extranjeras.

Entre las nuevas adiciones a la lista figuran Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Montenegro, Noruega, Nueva Zelanda, Reino Unido, Singapur, Suiza, Taiwán (China), los 27 miembros de la Unión Europea y Ucrania.

El Kremlin carga contra los “traidores” que dan la espalda a Rusia

El Kremlin ha secundado ayer las palabras del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y ha cargado contra los “traidores” que dan la espalda al país en “tiempos difíciles”, en un contexto de máxima vigilancia y censura para evitar cualquier disidencia referente a la invasión de Ucrania.

El miércoles, Putin pronunció uno de sus discursos más duros hasta la fecha para defender la “autolimpieza” social como vehículo para la “cohesión”. “Cualquier persona, y en particular los rusos, podrá distinguir a los patriotas de los traidores y escupirlos como si fuesen mosquitos que se cuelan en la boca”, declaró, según la agencia Bloomberg.

Unas 15 mil personas han sido detenidas por su supuesta participación en protestas no autorizadas desde el inicio de la invasión y esta misma semana cobró especial relevancia el arresto de una periodista que exhibió un cartel contra la guerra durante una emisión en directo en el Canal 1.

Por otro lado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha trasladado ayer a su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, una oferta para que se reúna en Turquía con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con vistas a que ambos líderes acerquen posturas y puedan incluso acordar un alto el fuego.

Mientras que, los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jinping, respectivamente, abordarán este viernes el conflicto en Ucrania desencadenado por la invasión rusa el 24 de febrero, entre otros asuntos.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha detallado en un comunicado que la conversación entre los líderes es parte de los esfuerzos en curso de Washington para mantener “abiertas” las líneas de comunicación entre Estados Unidos y China. Además de la guerra en Ucrania, hablarán sobre otros temas de preocupación mutua.

En tanto, Rusia ha retirado un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación humanitaria en Ucrania y pedirá, en cambio, una reunión urgente para discutir el tema de los laboratorios biológicos de Estados Unidos en el país.

Texto: Europa Press / Sputnik