19 septiembre,2019 5:07 am

La investigación del caso Ayotzinapa, un “crimen de Estado”, dijo el fiscal Gertz

En la reunión en Palacio Nacional con los padres de los 43 y el presidente, el fiscal especial Omar Gómez se comprometió a iniciar las indagatorias a partir de las líneas que no se han tomado en cuenta.  Cualquier información ayudará a esclarecer el crimen, dijo López Obrador en su conferencia y ofreció la protección de su gobierno a quien la proporcione.
Ciudad de México, 19 de septiembre 2019. La investigación en torno al caso Ayotzinapa se reiniciará a partir de líneas de investigación que no han sido tomadas en cuenta, informó este miércoles el fiscal especial Omar Gómez Trejo al salir de Palacio Nacional tras el encuentro con los padres y madres de los 43 normalistas y el titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero.
“Vamos a empezar de nuevo”, anunció ante cámaras y micrófonos.
En la reunión privada que sostuvo con los padres de los normalistas de Ayotzinapa, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, reconoció que hubo un crimen de Estado, pero en la investigación.
El director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Santiago Aguirre, dijo que en su mensaje inicial  Gertz Menero afirmó que para reconstruir el caso no se puede partir de investigaciones que se hicieron mal.
Fue muy claro en decir, mi convicción es: yo no sé si la desaparición fue un crimen de Estado, pero la secuela de investigación, con entorpecimiento, obstaculización, sí lo calificaría como crimen de Estado”, refirió Aguirre.
Hace una semana el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un encuentro con familiares y representantes de los estudiantes desaparecidos, tras la liberación de varios detenidos implicados en los hechos del 26 de septiembre de 2014 en Iguala. Una de las principales demandas fue precisamente hablar directamente con el fiscal general de la República para acelerar todos los procesos.
“La verdad es que no pensamos que sucediera tan pronto –comentó Melitón Ortega, tío de uno de los 43 normalistas y uno de los principales voceros del movimiento–. El presidente acudió esta mañana a la reunión, ratificó allí frente a todos la intención de ir hasta las últimas consecuencias en el caso Ayotzinapa. Se retiró a los 15 minutos por cuestiones de agenda, pero también para respetar la independencia de la misma Fiscalía”.
De acuerdo con Felipe de la Cruz, otro portavoz de las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos, López Obrador “dijo que se retiraba porque es respetuoso de la autonomía de la Fiscalía, que él no quiere meter las manos como todos los presidentes, porque eso ha generado las condiciones que viven los mexicanos, la corrupción y la impunidad, y él lo que quiere es cambiar todo eso”.
Aparte de Gertz Manero y Gómez Trejo, acudieron a Palacio Nacional asesores jurídicos de Presidencia y de la Secretaría de Relaciones Exteriores; Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población de la Secretaría de Gobernación; Ángela Buitrago, ex integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), hoy asesora de la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el Caso Ayotzinapa; Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez; Vidulfo Rosales, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan; miembros de Serapaz, Fundar y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH).
“Tenemos algo claro: la investigación del sexenio pasado estuvo llena de irregularidades. Siembra de pruebas, alteraciones en la escena del crimen, investigación simulada, tortura. Todo eso no permite avanzar, porque las autoridades hicieron todo eso para protegerse, para ocultar la verdad”, explicó Melitón Ortega.
“Al mismo tiempo, las líneas de investigación propuestas por el GIEI jamás se tomaron en cuenta. El principal acuerdo hoy fue ese: reiniciar la investigación pero no desde cero, desde las líneas de investigación que ya están ahí. Porque lo que tenemos ahora es que toda la investigación y expediente previo lo único que hace es apuntalar la versión de la PGR (Procuraduría General de la República) y la SEIDO (Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada), la mal llamada verdad histórica”.
Hay “voluntad genuina” en AMLO, pero muchos corruptos siguen ahí
A Felipe de la Cruz se le puede ver, sin falta, al frente de las manifestaciones micrófono en mano; junto con Melitón, suele ser responsable de abrir y cerrar los mítines que se convocan para dar seguimiento al caso. Siempre está ahí, a pesar de que no tiene familiares desaparecidos.
“Yo me metí en esta bronca porque creo en Dios, no en la religión pero sí en Dios. Y estoy agradecido”, dijo la tarde de ayer, en entrevista con El Sur.
A casi cinco años de aquella fatídica noche en Iguala, Felipe no puede olvidar la llamada que recibió de su hijo, Ángel Neri de la Cruz, normalista que viajaba a bordo de uno de los camiones que fueron interceptados. Uno de sus compañeros, Aldo Gutiérrez, iba con él y ya había recibido varios impactos de bala en la cabeza.
“Eso no se olvida fácilmente. Ángel sigue afectado: aún tiembla cuando ve algún uniformado. Él es sobreviviente y tampoco es fácil sobrevivir una pesadilla. Yo estoy agradecido porque siga aquí, pero duele verlo en estas condiciones. Él es egresado, trabaja como maestro porque aprobó el examen que fue forzado a presentar gracias a la reforma educativa de Aurelio Nuño y Enrique Peña Nieto. Hoy mero cumplió 24 años”.
Sobrevivir a la pesadilla es también un evento traumático. Atravesar una masacre donde amigos y compañeros perdieron la vida, despierta la pregunta constante: ¿por qué yo sigo aquí si ellos ya no?
“El estrés postraumático, que le dicen, es bien difícil”. De la Cruz hizo el relato personal sentado en una de las escalinatas del Centro Prodh, que suele convertirse en la base de operaciones de las madres y padres de los 43 cuando viajan a Ciudad de México. Se veía fatigado. “He estado todo el día parado, ya estuvo, ya no sé ni con cuántos reporteros he hablado”.
No obstante, ahora está un poco más tranquilo. Lo más difícil, reconoció, ya ha pasado. Las cosas hoy son un poco distintas. Todavía recuerda la última vez que los padres intentaron dialogar con el gobierno de Peña Nieto. En abril de 2017 una comitiva intentó protestar en las calles aledañas a la Secretaría de Gobernación: buscaban una reunión con el titular, Miguel Ángel Osorio Chong, y fueron recibidos con gases lacrimógenos.
“Lo digo porque de verdad así lo siento yo, veo voluntad genuina. El presidente echa chascarrillos, camina con nosotros, nos saluda y se preocupa. Esa actitud humana no existía. La anterior administración decía que nos apoyaba mientras nos reprimía o impulsaban campañas sucias contra nosotros. Con Peña Nieto se cortó el diálogo desde mucho tiempo antes de que acabara su periodo.
“Preocupan, eso sí, otras cosas, que existan funcionarios corruptos de la actual administración todavía en funciones. Lo digo abiertamente: los ministros de la Suprema Corte son los mismos. Son los que protegieron, los que no dejaron avanzar la investigación. Los jueces que hoy liberan a los detenidos. Muchos de ellos, los que protegían los intereses del gobierno, están allí todavía”.
Se dará protección a quien dé más datos sobre el paradero de los 43
A las madres y padres los 43 se les nota un poco más tensos que de costumbre. No es para menos, el caso Ayotzinapa está cada vez más caliente.
En la reunión de este miércoles en Palacio Nacional, la FGR se comprometió de nuevo a investigar a los altos funcionarios que hayan sido responsables de impedir la justicia y el acceso a la verdad, entre ellos al ex procurador Jesús Murillo Karam y a Tomás Zerón de Lucio, jefe de lo que fue la Agencia de Investigación Criminal.
El fiscal Gertz Manero reconoció, tras anunciar que se reiniciaría la investigación del caso, que más allá de la desaparición de los 43, la investigación anterior realizada por la PGR era, en sí misma, un crimen de Estado: “el entorpecimiento, la obstaculización, sí lo calificaría como crimen de Estado”.
Durante su conferencia matutina, el presidente de la República llamó a cualquiera que tuviera información sobre el caso a ayudar a esclarecerlo, incluso a quienes participaron en la desaparición de los estudiantes.
“Si hay personas que intervinieron, que cuenten con la protección del gobierno si desean ayudar informando sobre el paradero de los jóvenes”.
López Obrador se comprometió además a no ejercer ninguna presión o injerencia en la investigación de la Fiscalía General de la República, si bien reiteró su compromiso de acompañar a los familiares, de estar al pendiente de la investigación, monitorearla, y de ir al fondo del asunto.
Vidulfo Rosales mencionó a los medios que el presidente dijo a los padres que confía en Gertz Manero, pero que éste encabeza una Fiscalía autónoma, independiente, “y que por lo tanto tenía que retirarse”.
Hilda Legideño, madre de José Antonio Tizapa Legideño, declaró a los reporteros que López Obrador se comprometió a tener reuniones periódicas con ellos.
Como enjambres, reporteros y camarógrafos se apilaban alrededor de los padres, buscando una declaración. Los persiguieron hasta sus camiones para preguntar una y otra vez lo mismo: “A cinco años, ¿qué sigue? ¿Comenzar de nuevo?”.
Los padres respondieron igual que siempre: que no pararán hasta encontrar a sus hijos. Pero esta vez tenían más prisa por retirarse, como si el suelo por fin estuviera firme, y también como si intuyeran que cualquier cosa puede pasar y no quisieran arriesgarse.
“Siempre hemos cuidado nuestra seguridad. Eso es algo que aprendimos del sexenio anterior, cuando la investigación se centró en nosotros y no en los funcionarios o en los perpetradores”, dijo a El Sur Melitón Ortega.
“Se intervinieron nuestros teléfonos, se nos vigilaba a nosotros. Ahora estamos a punto de tocar una fibra muy delicada: el Ejército, los altos funcionarios de la SEIDO, de la PGR, de la Policía Federal, políticos locales de Guerrero. Se les va a llamar. Y ese nervio es muy sensible. Porque gran parte de la estructura del gobierno anterior sigue vigente”.
Texto: Carlos Acuña/ El Sur / Foto: Agencia Reforma
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