23 junio,2022 9:31 am

La lucha por los 43 desaparecidos, antecedente del Concejo Municipal Comunitario de Ayutla

Cuarta parte

El movimiento por Ayotzinapa aglutinado en la Asamblea Nacional Popular, acordó la toma de los Ayuntamientos y crear Concejos Populares de gobierno. En este municipio la ocupación del Palacio se sostuvo durante 15 meses, más que en cualquier otro

Ayutla / Chilpancingo, Guerrero, 23 de junio de 2022.  El movimiento por la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa tuvo un papel muy importante en la conformación del sistema de elección y de gobierno por usos y costumbres de Ayutla. En 2014 el Palacio Municipal estaba ocupado por las organizaciones que se aglomeraron en la Asamblea Nacional Popular (ANP), que acordó la toma de los 81 ayuntamientos del estado y se crearon concejos populares.

En Ayutla, el Palacio Municipal fue tomado por las organizaciones sociales el 19 de octubre de 2014 y permanecieron hasta el 17 de enero de 2016, 15 meses en los que se formó un Concejo Popular Comunitario y llegó a plantearse la autodefensa y el gobierno autónomo.

El dirigente social, que entonces era parte del Frente de Organizaciones Democráticas del Estado de Guerrero (FODEG), y ahora del Frente Nacional por la Liberación de los Pueblos (FNLP) Hoguer Morales, participó en ese movimiento, y habla de lo ocurrido.

“En el 2014 después de lo que pasa con los estudiantes de Ayotzinapa se forma la Asamblea Nacional Popular y para nosotros fue muy importante reunirnos, porque no solamente eran organizaciones municipales o estatales, también eran organizaciones nacionales e internacionales las que empezamos a analizar primeramente las cuestiones de los 43. Las acciones que se debía de tomar, del quehacer para la búsqueda de los compañeros para la presentación con vida, pero de ahí surge la idea de que ante la negación que vivimos del gobierno en algunas cosas, se tenían que tomar los ayuntamientos como una forma de presión al gobierno estatal, pero sobre todo los municipios históricos en la lucha, y en los municipios indígenas en los cuales se podía llevar a cabo algo porque si recuerdas se tomó Acapulco pero no funcionó.

“En el caso de Ayutla se tomó el Ayuntamiento, quienes nos fortalecieron en estos momentos fueron los maestros porque fueron la voz de la Asamblea Nacional Popular en cada comunidad, desde preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, inclusive en la Universidad, eso hizo que se extendiera de forma rápida la información y se tomaron decisiones en las comunidades, apoyadas igual en las autoridades comunitarias, en los principales (que son los hombres más de más edad, experiencia y sabiduría en una comunidad indígena) y en los líderes de las comunidades que bajaron (a la cabecera municipal), porque ya estaba interiorizada esta situación, entonces se baja, se toma el Ayuntamiento y se fortalece aquí la lucha”.

“Lo importante es que durante ese tiempo de la toma del Palacio Municipal se tuvo que sacar a los que estaban gobernando, y las acciones que empezamos a hacer aquí hicieron que en un momento determinado aunque se escuche manera mal, pero también se escucha muy bien, tuvimos arrodillados a los partidos políticos, cerramos las casas de campaña de los partidos políticos, los arrodillamos de tal manera que sí sintieron la presión, y por ese tiempo Ayotzinapa propuso formar el Consejo Popular Comunitario, dentro de las organizaciones nacionales estuvo Cherán, estuvo Oaxaca, estuvo Chiapas y ellos ya tienen su propio modelo, lo que nosotros consideramos, sobre todo el de Cherán (Michoacán), como el mejor de los modelos que hay para tener un concejo popular”, relató.

“Llegó un día en el que la asamblea nos dice que es el momento para hacerlo y nosotros nos organizamos aquí, teníamos un comité de lucha conformado por todos los integrantes de las diversas organizaciones y sectores que estábamos en el plantón, hicimos un análisis entre nosotros, platicamos y consideramos que estaba bien hacerlo, había condiciones y nos fuimos a una plática cerrada para instalar un nuevo gobierno”.

“En esa plática estuvieron coordinadores de la CRAC, la UPOEG, maestros, maestras, organizaciones sociales que estábamos ahí, platicamos que era un buen proyecto, que ya había avanzado y que era hora de nombrar el concejo, entonces la CRAC y la UPOEG nos pidieron que aguantáramos para que ellos vertieran la información en una asamblea general y que la asamblea general lo llevara a las comunidades, regresaran la información y ya ahora sí se diera, nosotros como comisión se lo planteamos a los maestros, y ellos fueron a las comunidades y vertieron la información, pero nos quedamos esperando, desilusionados, tanto de la CRAC como de la UPOEG, porque ya se acercaban los tiempos electorales y Chanito (Donaciano Morales Porfirio, de quien ahora se dice que puede ser el primer alcalde del nuevo municipio Ñuu’savi que se formó con pueblos de Ayutla) pues desgraciadamente era el candidato por el Partido del Gallo Rojo, y la UPOEG estaba apoyando a ciertos candidatos, descubrimos que ellos no regresaron la información, hicimos el comentario y en Ayotzinapa nos dijeron ‘hay que hacerlo’ y nosotros estuvimos de acuerdo, hicimos otra reunión masiva en la cancha techada de la colonia La Villa, llegó Ayotzinapa y las organizaciones solidarias estatales y nacionales, vinieron Tlachinollan, el Centro de Derechos Humanos Centro Morelos y juntos, todos los que estamos ahí nombramos un concejo que iba a estar gobernando”.

Sin embargo, “la UPOEG y la CRAC tienen una influencia en las comunidades pues ahí están los grupos de los policías comunitarios, están los coordinadores, los concejeros, y son decisiones que las comunidades han tomado, entonces por ahí salió la UPOEG que sería bueno retomarlo el concejo pero de manera institucional, nosotros años anteriores habíamos dicho que la UPOEG y lo seguimos sosteniendo, sin ofender a la UPOEG, que es un proyecto de Estado que sirve al Estado, y que nosotros lo hemos visto que somos compañeros de luchas y que están aquí en nuestras comunidades sí, pero es un proyecto de Estado, y por lo tanto si ellos proponen institucionalizar el concejo, quiere decir que siguen sirviendo al Estado, así la UPOEG se empezó a mover y logra que se empiece a institucionalizar, y logra también de alguna otra forma desactivar el movimiento aquí en Ayutla”.

“Nosotros no quisimos meternos en cuestiones más delicadas y decidimos retroceder, fue el momento en el que ellos empezaron a tomar el rumbo de las cuestiones, regresó la autoridad municipal, por eso nosotros decimos que en la realidad (el gobierno por usos y costumbres) sigue siendo un Ayuntamiento, sigue siendo un presidente, un síndico y un tesorero, y las comisiones que aquí le llaman comisiones siguen siendo las regidurías y las direcciones porque es institucionalizado, de manera interna aparentan o dicen que es un concejo, que son coordinadores, que son comisiones, pero no lo es en la realidad, se sigue operando igual que un Ayuntamiento y para el Congreso, para el gobierno del estado es como cualquier Ayuntamiento”.

Hoguer Morales Miranda, cuya organización, FNLP, tiene influencia en la zona tu’un savi de Ayutla, admira la organización y las formas de tomar decisiones de los pueblos indígenas contó que la forma de organización de los pueblos indígenas “es algo digno de admirar, porque a pesar de la falta de educación formal, lo que nosotros le llamamos sabiduría popular, los pueblos se organizan muy bien desde una fiesta, un velorio, y para llegar a su gobierno todo es a través de la asamblea comunitaria”.

“La asamblea comunitaria para las comunidades indígenas es la máxima autoridad, ahí es donde se decide todo, todo lo que se va a hacer”.

Fue una lucha complicada y desgastante, relata el promotor de la UPOEG, Andrés Catarino

El promotor municipal de la UPOEG, Andrés Catarino relata lo que pasó después, “en febrero de 2015 en una reunión municipal de la organización donde se encontraban alrededor de 72 autoridades de comunidades y pueblos se propuso la alternativa, entonces firmaron todas las autoridades y enviamos el documento al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC)”, relató.

La respuesta del órgano electoral fue, “que no era posible llevar a cabo ese cambio de sistema porque se requería de otros trámites, entonces nosotros en ese momento amenazamos con que no íbamos a salir a votar si no se avanzaba, si no se determinaba que iríamos por un cambio de gobierno”.

–¿Cómo lo lograron?

–Precisamente con esa postura de no salir a votar, inmediatamente el IEPC nos llama, que se comprometía inmediatamente a en el mes de junio llamarnos a una reunión y empezar con el trámite correspondiente, se llegó julio, nos llamaron, fuimos y nos dijeron que iban a empezar a hacer el estudio antropológico y exactamente en el mes de agosto se hizo el estudio.

–¿Se acreditó que era un municipio indígena?

–Exactamente, vienen autoridades de Chiapas, de Cherán, Michoacán, a recorrer las comunidades para informar en qué consistía cada modelo de gobierno. En cuanto al modelo de gobierno por usos y costumbres la gente se convenció y de acuerdo al Inegi y todos los censos que hay, Ayutla de los Libres cuenta con más del 42% de población indígena, por lo tanto procedía el trámite.

Según datos del Inegi, Ayutla tiene 69 mil 716 habitantes, de los cuales 37 mil 653 sin indígenas, principalmente tu’un savi y me’phaa (que antes eran llamados generalmente tlapanecos, pero es una denominación peyorativa que significa cara sucia, y ahora prevalece su nombre en su propia lengua).

–¿Cómo fue esa lucha en términos legales?

–Fue complicado, fue desgastante porque como pueblo no tuvimos patrocinadores, que alguien nos estuviera subsidiando o financiando, lo hicimos de manera personal entre todos los que andamos, en las noches mediante reuniones se llevaba a cabo el boteo y de ahí salían los recursos para las movilizaciones que tendríamos que hacer a diferentes partes del estado y a la Ciudad de México, todo salió del pueblo.

“En un primer momento uno de los abogados que nos dio ánimo fue el señor Carlos Reyes Romero, un ciudadano de Chilpancingo que también tenía mucha presencia en la esfera política, él nos visitaba, venía por voluntad propia y nos asesoraba, los documentos que él hacía eran respetados y contestados muy acertadamente por las autoridades. No nos cobraba ningún centavo, pero lamentablemente la jugada empieza en agosto y en el mes de octubre él fallece, fue una triste noticia que recibimos porque amaneció muerto en su cama, la verdad es inexplicable el fallecimiento del señor Carlos Reyes Romero, no tuvimos cómo investigar, nos quedamos desamparados”.

“Entonces se queda con el encargo el licenciado Manuel Vázquez Quintero (actual comisionado del INPI en Guerrero) y con él sí tuvimos que pagar, lógicamente, tuvimos que pagar cada contestación de impugnación, fueron más de cuatro impugnaciones que tuvimos que contestar. Nos llevamos 2 años en ese proceso, desde el 2015 al 2017, en esos dos años hubo tres consultas”, informó.

Andrés Catarino Cabello, afirma que el jefe máximo de la UPOEG, o “líder moral”, Bruno Plácido Valerio impulsó el cambio de sistema, una idea que traía desde que era parte de la CRAC-PC en San Luis Acatlán pero allá no fructificó.

Texto: Rosendo Betancourt Radilla y Emiliano Tizapa Lucena