Chilpancingo, Guerrero, 6 de julio de 2020. El gobernador Héctor Astudillo Flores alertó éste mediodía que a pesar del color naranja del semáforo epidemiológico en Guerrero la pandemia “está viva y no para”.
Desde Zihuatanejo donde supervisó el hospital portátil Covid-19 habilitado con 25 camas, que fue donado por el gobierno de Estados Unidos y enviado por el gobierno federal, explicó que la reactivación económica se abrió “por necesidad”, pero que lo más importante es la salud.
Durante la transmisión por Facebook recibió la queja de que en algunas playas de Acapulco algunos de los comerciantes ya sacaron las sombrillas y comenzaron la venta de productos, y anunció que el gobierno estatal va a intervenir.
“Es bien importante, o ponen su parte o cuando vengan los problemas vamos a tener que volver a cerrar las playas. Y nadie quiere volver a cerrar, como ha pasado en otros estados y en otras playas”, expresó.
Derivado de ello pidió a quienes no respetan las medidas sanitarias actuar con responsabilidad y que ante todo debe estar la salud por delante.
Astudillo Flores también informó que un hospital móvil igual que el de Zihuatanejo y con la misma capacidad será instalado en Chilpancingo.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Brenda Escobar
