18 julio,2024 5:28 am

La reconstrucción y recuperación económica en la zona Tradicional, lentas y estancadas

 

Acapulco, Guerrero, 18 de julio de 2024. La zona Tradicional de Acapulco se estanca en su reconstrucción y recuperación económica y apenas regresa a los servicios que habían antes del paso del huracán Otis, los hoteles desmejorados de hace mucho tiempo ofrecen hospedaje con fachadas derruidas y los turistas nadan en el mar al lado de los escombros de obras y embarcaciones dañadas de las emblemáticas playas Caleta y Manzanillo.

Continúa la construcción del nuevo puente que conecte la entrada de la playa Caleta con el islote del antiguo Mágico Mundo Marino y en Manzanillo siguen arrumbadas varias embarcaciones afectadas por el huracán.

Un recorrido en las avenidas principales de esta parte del municipio muestra los intentos del gobierno para mejorar la imagen urbana con la siembra de plantas en los camellones, pero contrastan con las bolsas de basura que se observan en otros puntos de algunas vías de la zona tradicional.

Un gran avance es la limpieza del Malecón, frente al zócalo, donde había escombros de embarcaciones afectadas por el huracán Otis, y actualmente el área está despejada con la excepción de una gran lancha arrumbada a un costado de la cancha de la CROM de basquetbol, cerca de la popular playa Tlacopanocha.

En una parte del camellón de la avenida Costera cercana a la Rotonda de los Hombres Ilustres, trabajadores del Ayuntamiento limpiaban y sembraban algunas pequeñas plantas, lo que se replicó en el Paseo del Pescador y la playa Manzanillo, aunque en este último lugar de forma más amplia.

Apenas el sábado pasado, el secretario de Turismo estatal, Simón Quiñones Orozco, encabezó una jornada de reforestación con la siembra de 2 mil 500 árboles y palmeras, junto con 500 personas.

En la playa Manzanillo hay  escombros en la banqueta por obras de reconstrucción y en la arena persiste el astillero de las embarcaciones afectadas por el huracán Otis que fueron rescatadas del fondo del mar y que aún siguen en proceso de reparación.

Unos cinco bañistas disfrutaron el oleaje tranquilo de esta parte de la bahía, al contrario de la recomendación del director de la Promotora de Playas de Acapulco, Alfredo Lacunza de la Cruz, de no nadar ahí por los restos de las embarcaciones en esta playa y en la colindante Honda, donde cada vez hay menos yates destruidos.

Un retén de militares en la playa La Angosta, donde han sido asesinadas varias personas en horarios de gran concurrencia, recibe a los automovilistas que bajan del paseo de Sinfonía, del recuperado hotel Mirador y de las ruinas de un edificio abandonado desde hace varios años que llaman la atención en la entrada del estacionamiento para ver los clavados.

El recorrido de la avenida Adolfo López Mateos es largo, lo que permite ver edificios y casas abandonados, otros recuperados para ser rentados, una barda de un condominio sin ser reconstruida y el famoso hotel Flamingos, resistiendo con sus cuartos restaurados, pero con daños aún visibles y sólo cubiertos en la parte exterior por unas láminas galvanizadas.

En la misma gran avenida que rodea esta zona de Acapulco, pero en la parte más residencial y menos turística rumbo a las playas Caleta y Caletilla, se observaron varios puntos de basura en las banquetas.

Y en Caleta se concentra algunos de los aspectos más importantes de la ciudad como son la seguridad, la reconstrucción y el turismo; por un lado, cinco camionetas de la Guardia Nacional y varios elementos resguardaron la entrada a la playa con sus armas largas como parte de la estrategia de seguridad.

Por otro lado, continúa la reconstrucción con la obra del nuevo puente al islote del abandonado Mágico Mundo Marino, que convive con el poco turismo que ha llegado estos días, según un prestador de servicios que habló al respecto, y algunos niños nadaban a un costado de los escombros y una retroexcavadora, donde estaba el enorme yate encallado en la arena tras Otis.

Alrededor se nota el mayor deterioro del abandonado hotel Boca Chica, y de los que aún sobreviven destaca el Acamar, donde los turistas disfrutaban de la alberca y las habitaciones de una parte del edificio, pero otra sección del edificio sigue en reconstrucción, los trabajadores remozan las paredes y tapan los grandes hoyos dejados por los vientos y la lluvia intensos del huracán categoría cinco.

En la avenida Gran Vía Tropical se repitieron los problemas de basura y abandono de los edificios, los grandes hoteles de esta esquina del municipio, Aristos y Alba Suites, están rodeados de edificios solitarios y se ve la falta de recolección de los desechos y escombros.

En un punto de esta avenida se pudo observar el mar frente al Club de Yates, zona de desastre tras el meteoro del 25 de octubre por las decenas de embarcaciones de grandes dimensiones hundidas, pero que en el recorrido de ayer se vieron un número mucho menor.

Los colores de los globos de la inauguración de la tienda Neto en la avenida Costera contrastan con el colindante predio abandonado de la distribuidora de automóviles Volkswagen; más adelante, las fachadas y los ventanales de los condominios Los Cocos y otros cercanos muestran aún daños.

Texto: Ramón Gracida Gómez / Foto: Jesús Trigo