3 febrero,2023 4:31 am

La Sedena clasifica como confidencial información sobre su infiltrado en la Normal de Ayotzinapa

El subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas afirmó en agosto pasado que no actuó para dar con el paradero del “informante” Julio César López Patolzin. A pregunta de El Sur, la dependencia responde ahora que tuvo conocimiento de la desaparición del soldado “el 29 de septiembre de 2014” y que sí lo buscó “en los separos de la policía y en el Servicio Médico Forense de Chilpancingo”. También oculta la información solicitada acerca del teniente de infantería Francisco Macías Barbosa, mando del soldado desaparecido con los otros 42 estudiantes

i. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se negó a proporcionar información relacionada con el soldado Julio César López Patolzin, quien es uno de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa que fueron víctimas de desapareción forzada el 26 de septiembre de 2014 en Iguala.

Bajo el argumento de que no encontró la documentación o clasificando como confidencial la información, la Sedena decidió no responder a las solicitudes realizadas vía transparencia por este periódico.

En agosto pasado, en la presentación del Informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa (Covaj), el presidente de esta instancia y subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, confirmó que los mandos militares de la región donde ocurrieron los hechos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014 no emprendieron acciones para la protección y búsqueda de López Patolzin, quien realizaba “funciones de informante” para la Sedena dentro de la normal de Ayotzinapa.

Sus actividades consistían en informar de lo que acontecía en las asambleas estudiantiles y dar seguimiento a las movilizaciones de los normalistas. Su mando inmediato era el teniente de infantería Francisco Macías Barbosa del 27 Batallón de Infantería.

Según el informe de la Covaj, el último reporte de López Patolzin es del 26 de septiembre de 2014 alrededor de las 10 de la mañana, horas antes de los hechos que se registraron por la noche. El informante fue desaparecido junto con el resto de los estudiantes, pero no se tomaron las medidas para su búsqueda y localización establecidas por el protocolo para militares desaparecidos.

Encinas explicó que, desde el momento en que se estaban haciendo los preparativos de la movilización de los normalistas con motivo de la conmemoración del 2 de octubre, “todas las autoridades estatales, municipales y federales estuvieron realizando el seguimiento a las acciones de los estudiantes.

“Tan es así que impidieron la toma de los autobuses, pero además la Secretaría de la Defensa Nacional tenía dentro de la normal al soldado Julio César López (Patolzin), quien estaba realizando informes para la Sedena” y, a fines de aquel septiembre, específicamente sobre “los actos preparatorios de la marcha del 2 de octubre”, detalló el funcionario.

Encinas dijo que los reportes del soldado “cesaron el día de la desaparición de los 43 y la Sedena no actuó para dar con su paradero, como lo marca su protocolo de desapariciones militares”.

“No se localizó expresión documental”

En la primera solicitud de información de El Sur a la Sedena, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, se pidieron copias de los informes o documentos que se elaboraron a partir de la información brindada por el soldado Julio César López Patolzin, pues, como se difundió en el informe de la Covaj, efectuaba algunas funciones para el Ejército dentro de la normal de Ayotzinapa.

Asimismo, se solicitaron copias de los documentos que contuviesen el registro de las actividades en la normal reportadas por López Patolzin a sus superiores militares.

Y ya que la Comverdad para el caso Ayotzinapa afirma que el último reporte de López Patolzin fue el 26 de septiembre de 2014 alrededor de las 10 de la mañana, se solicitó a la Sedena que, si existe un documento que acredite las actividades que le encomendó en la normal, entregara copias de dicho material.

La dependencia respondió que no encontró documentación alguna respecto a la información solicitada: “Se hace de su conocimiento que después de realizar una búsqueda exhaustiva en los archivos físicos y digitales de esta secretaría, no se localizó expresión documental que atienda su solicitud”, argumentó.

Lo anterior, “con base en las facultades y atribuciones de cada área administrativa, establecidas en el reglamento interno de la Secretaría de la Defensa Nacional, resultando aplicable el criterio 07/17 emitido por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai)”.

La Sedena se refirió a los casos en los que “no es necesario que el Comité de Transparencia confirme formalmente la inexistencia de la información”. Añadió que en aquellos casos en los que “no se advierta obligación alguna de los sujetos obligados para contar con la información, derivado del análisis a la normativa aplicable a la materia de la solicitud, y además no se tengan elementos de convicción que permitan suponer que ésta debe de obrar en sus archivos, no será necesario” que dicho comité emita una resolución que confirme la inexistencia de la información.

En esta primera solicitud se requirieron también copias de todos los recibos de nómina de López Patolzin desde su ingreso a la normal hasta el momento en que fue desaparecido junto con los otros 42 estudiantes.

Para este criterio, la Sedena contestó nuevamente que “después de realizar una búsqueda exhaustiva en los archivos físicos y digitales de esta secretaría, no se localizó expresión documental que atienda su solicitud. Lo anterior, con base en las facultades y atribuciones de cada área administrativa, establecidas en el reglamento interno de la Secretaría de la Defensa Nacional, resultando aplicable el criterio 07/17” emitido por el Inai.

Agregó la dirección electrónica de la respuesta que otorgó a una solicitud de información similar al tema de los recibos de nómina de López Patolzin. En dicha dirección, indicó, “podrá consultar las tablas de haberes del personal militar correspondientes del año 2009 al 2018”.

Restringe acceso a información solicitada

En la segunda solicitud se pedían copias de la trayectoria y/o cv del teniente de infantería Francisco Macías Barbosa del 27 Batallón de Infantería. Éste militar era mando inmediato de López Patolzin al momento en que sucedieron los hechos de “la noche de Iguala”, lo cual se dio a conocer en el informe oficial de la Covaj.

Adicionalmente, se solicitó a la Sedena entregar copias de los reportes que elaboró Macías Barbosa y/o su equipo a partir de la información que les brindó el soldado López Patolzin; precisar cargo y rango actual de Macías Barbosa, y facilitar copias de sus recibos de nómina.

Aunque se trata de un servidor público que tiene un salario pagado con recursos públicos, la Sedena clasificó como confidencial la información solicitada.

“Se hace de su conocimiento que esta secretaría se encuentra jurídicamente imposibilitada para emitir pronunciamiento respecto a su cuestionamiento. En tal sentido se clasifica como confidencial por el hecho de tratarse de una persona plenamente identificada o identificable”, justificó.

En este caso la dependencia ofreció una dirección electrónica “donde podrá consultar las percepciones del personal militar correspondientes a las jerarquías en este instituto armado”.

Contradice a la Covaj

En la tercera solicitud, El Sur pidió copias de los documentos que pudieran contener las medidas de búsqueda y localización que se llevaron a cabo, como lo establece el protocolo para militares desaparecidos, para localizar al soldado Julio César López Patolzin.

La Sedena respondió: “Se hace de su conocimiento que después de realizar una exhaustiva búsqueda en los archivos físicos y digitales, no se localizó expresión documental como usted la requiere.

“Lo anterior, con base en las facultades y atribuciones de cada área administrativa, establecidas en el reglamento interno de la Secretaría de la Defensa Nacional, resultando aplicable el criterio 03/17 emitido” por el Inai.

Se refirió al criterio que dice que “no existe obligación de elaborar documentos ad hoc para atender las solicitudes de acceso a la información”.

Sin embargo, continuó, “atendiendo el principio de máxima publicidad, se le hacen saber las acciones realizadas” por la Defensa Nacional:

“Se asesoró a la familia respecto al procedimiento a seguir para presentar la denuncia correspondiente”, y se realizó “la búsqueda en los separos de la policía y en el Servicio Médico Forense de la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, para verificar su paradero”.

Se preguntó a la Sedena, por último, en qué momento tuvo conocimiento de la desaparición del soldado López Patolzin el 26 de septiembre de 2014.

“El 29 de septiembre de 2014”, fue la respuesta. Es decir, tres días después de los acontecimientos, según la afirmación del Ejército.

Esto contradice la afirmación del subsecretario Alejandro Encinas, en agosto pasado, de que la Sedena “no actuó” para dar con el paradero de López Patolzin, “como lo marca su protocolo de desapariciones militares”. De haberse hecho, dijo en agosto pasado, “hubiera habido una acción inmediata en la búsqueda de los 43 normalistas”. Los mandos militares, concluyó en aquella ocasión, no realizaron acciones para la protección y búsqueda del soldado y esa “era su obligación”.

Texto: Guillermo Rivera / Foto: El Sur