Reyes Betancourt Linares.
En el informe 2016 de la medición de la pobreza, dado a conocer por la Secretaría de Desarrollo Social en agosto pasado, el estado de Guerrero destaca por haber disminuido la pobreza de su población de 65.3 por ciento en 2014 a 64.4 por ciento el año pasado. Esta es una marcada tendencia a la baja, ya que el porcentaje de su población que vivía en esta condición, en 2010 era de 67.6 por ciento. Y como el propio Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) lo reconoce: No basta con tener un periodo a la baja, la reducción debe ser sostenida, como sería el actual caso de nuestra entidad.
Para mayores detalles podemos empezar por preguntarnos: ¿qué pasó con la carencia de acceso a servicios de salud de 2014 a 2016?. En este rubro Guerrero destaca por ser la entidad del país que obtuvo los mejores resultados al disminuir esta carencia en 5.9 puntos porcentuales, que se traduce en la oportunidad de que 204 mil personas han pasado a contar con este beneficio. Asimismo hay que destacar la incorporación de 115 mil guerrerenses a la seguridad social, lo cual representa el 4.2 por ciento de la población total.
Por otra parte también es importante destacar que Guerrero es el segundo estado de este país en donde el 7.8 por ciento de la población que no tenía acceso a servicios básicos de vivienda, en el lapso de 2014 a 2016, ahora cuente con ellos. Esto permite que 253 mil personas se beneficien. En este mismo camino de superación de carencias, debemos anotar que la relacionada con el acceso a la alimentación de 2014 a 2016, se redujo en 10.6 por ciento, que ha permitido que 365 mil guerrerenses ahora tengan la oportunidad de atender esta necesidad básica, gracias a la apertura de más 200 nuevos comedores para llegar a mil 200, localizados en los 81 municipios del estado y en sus siete regiones.
Igualmente, resulta pertinente citar datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), dados a conocer en julio de 2016, en donde se destaca que en el primer trimestre del año pasado, el Estado de Guerrero registra una tasa de crecimiento superior a la media nacional de 0.82 por ciento al alcanzar 5.77 por ciento, lo que lo ubica con el mayor avance de las 32 entidades de acuerdo con el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE). Este dinamismo económico se sustenta en las actividades terciarias en donde el mercado interno es importante.
El sector servicios en Guerrero representa el 72 por ciento de su actividad económica y explica el repunte en el crecimiento económico estatal del periodo según un análisis de México ¿Cómo Vamos?, una organización de la sociedad civil.
Si queremos los guerrerenses seguir transitando por este camino que contribuya a seguir disminuyendo las carencias en las cuales viven cerca de dos tercios de nosotros -lo cual nos ubica entre las tres entidades con mayores rezagos-, y podamos superar la inseguridad que ahora nos agobia, será menester que las decisiones política y económicas que se tomen en los ámbitos de gobierno estatal y municipales estén acompañados por una participación ciudadana más educada, pues nuestra actual promedio de años de estudio es de siete, lo cual representa una escolaridad muy baja de siete años, es decir de primero de secundaria, dos menos del promedio nacional.
Ante esta deplorable condición que nos caracteriza debemos asumir el compromiso de educarnos mejor, empezando por nuestra propia familia, asistiendo de manera regular a la escuela de nuestros hijos para conocer sus avances en la escuela y que los profesores conozcan nuestro interés por su superación escolar. Esto mismo ayudará a que los docentes de todos los niveles del Sistema Educativo Estatal, asuman su responsabilidad de realizar mejor su trabajo y el gasto público en este rubro, sea mejor aprovechado, pues se trata del que tiene la mayor asignación, como puede verse todos los años en el Presupuesto de Egresos del Estado de Guerrero.
