Ciudad de México, 3 de julio de 2024. El Festival Paax GNP, caracterizado por reunir en sus escenarios a virtuosos instrumentistas del mundo unos cuantos días al año, tiene ya su primer legado tangible.
Se trata del álbum “Imposible”, que incorpora tanto la Sinfonía imposible, composición de Arturo Márquez como primer comisionado del encuentro encabezado por Alondra de la Parra, así como la obra que le sirviera de modelo para ello, las Variaciones concertantes, de Alberto Ginastera.
“Es el primer fruto permanente para la historia de este festival”, celebró el crítico musical Lázaro Azar durante la presentación del material este martes en la tercera edición del festival que tiene lugar en la Riviera Maya.
El disco fue grabado hace dos años en el debut del Paax, ocasión en que se estrenara esta pieza de Márquez que en realidad no es una sinfonía, sino que estructuralmente corresponde más al modelo de las variaciones concertantes, sin tampoco llegar a serlo, explicó Azar.
“Es una obra muy singular, como todo lo que ha compuesto Arturo”, calificó el crítico, quien aprovechó para sugerir a De la Parra hacer una versión coreográfica de dicha pieza, de la mano de Christopher Wheeldon, coreógrafo en residencia del festival, y de los bailarines internacionales que anualmente convoca para el encuentro en el hotel Xcaret Arte.
De la Parra, fundadora y titular del Paax, recordó que se trata de una obra con ocho movimientos, cada uno de los cuales constituye un tema urgente de la sociedad a nivel global.
El primer movimiento, por ejemplo, ilustra el cambio climático a partir de confrontar los alientos contra una cuerda, representando el embate del ser humano contra la naturaleza, detalló la directora de la Orquesta Imposible, integrada únicamente por solistas de todo el mundo.
Otro de los movimientos aborda la resiliencia, inspirado en el cornista francés sin brazos Felix Klieser, invitado de la primera edición del Paax, y un movimiento más corresponde a la equidad de género, poniendo a dos chelistas, un hombre y una mujer, a ejecutar la música en condiciones desiguales.
“Ambos están tocando el mismo instrumento, sin embargo, la melodía que tiene que tocar ella es exactamente la misma, pero dos octavas más arriba, lo que la hace más difícil de tocar para representar la inequidad de género”, apuntó De la Parra.
El propio Márquez supervisó la grabación de la obra en la Sala Diego del hotel Xcaret Arte.
El álbum se puede conseguir en formato físico, además de estar disponible en plataformas digitales desde el pasado 27 de junio.
Texto y foto: Agencia Reforma
