23 marzo,2024 10:31 am

Las ballenas con el estómago lleno de basura, tema del poemario de Ángel Vargas, ganador del Aguascalientes

La ecología es “un tema fundamental que hay que entender desde las artes y desde el activismo cotidiano”, afirma el escritor acapulqueño

Acapulco, Guerrero, 23 de marzo de 2024. El poeta acapulqueño Ángel Vargas Castro celebró que su trabajo El estómago de las ballenas, un poemario que aborda el tema urgente del cambio climático, resultara ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2024.

“(Estoy) muy contento, estoy bien, asimilando algunas cosas, pero la verdad, muy contento”, dijo en charla telefónica, destacando la importancia y la tradición de un certamen de poesía que es considerado el más importante del país.

“Estoy emocionado, estoy profundamente agradecido por la generosidad del jurado, todas fueron mujeres a quienes he leído con mucha admiración desde hace tiempo y eso me pone muy contento, porque eso significa una lectura muy atenta, una lectura desde una visión de la poesía que quizás a mí me interesa mucho más”, añadió.

Dicho jurado fue integrado por las poetas Kyra Galván, Elisa Díaz Castelo y Carla Faesler, quienes decidieron otorgar el premio a este poemario, resaltando su registro original y el uso afinado de la ironía.

El estómago de las ballenas “muestra un profundo conocimiento del lenguaje y sus recursos, y mantiene la tensión de principio a fin, es unitario sin descuidar la fuerza del poema individual, y lo distingue su acercamiento a la ciencia ficción y lo especulativo con un sustento teórico bien integrado”, dice el acta.

Mientras tanto, el poeta, que regresó a la Ciudad de México tras el impacto el año anterior del huracán Otis sobre Acapulco y Coyuca, donde radicaba, relató que “siempre me ha interesado el tema de la naturaleza, siempre ha estado desde mis primeros libros, desde la primera plaquette que publiqué en 2015 en Guerrero (de la mano de la Secretaría de Cultura del estado) pero la mirada se ha ido desplazando, y cuando hablo de la mirada me refiero a la forma de tratar esos temas, precisamente porque como espectador de la vida me di cuenta de que hay cosas que han estado cambiando y se están poniendo en crisis en torno a lo climático”.

Ahora, con 35 años de edad, “a mí me interesa en la poesía hablar del mundo que me tocó vivir, que nos tocó vivir, y me parece (la ecología) un tema fundamental que hay que entender desde las artes y desde el activismo cotidiano”, pero acotó: “no quiero decir que sea una poesía activista la que ahora estoy haciendo, más bien me interesa darle relevancia a esos temas porque mi manera de afrontar la poesía ahora tiene que ver con eso”.

Además, recordó que el tema de la naturaleza está en la literatura desde siempre, tomando como ejemplo al poeta chileno Nicanor Parra y su libro Ecopoemas, de 1982 y también a la literatura en lenguas originarias donde la naturaleza también está presente desde siempre.

Respecto a El estómago de las ballenas, Vargas Castro dijo que “en algún momento estuve pensando en estos cuerpos de ballenas que han sido encontrados a lo largo de los años en las playas, sin explicación, aparente y también en esa exploración científica sobre qué hay dentro de esos cuerpos y el descubrimiento de que hay una cantidad impresionante de plásticos y microplásticos en sus estómagos”.

A partir de ahí, añadió, empezó a desarrollar la idea de un libro que hablara del impacto del ser humano en la vida en general del planeta, llevando en este caso al estómago de las ballenas de algo con comprobación científica a algo metafórico.

“Tiene que ver (el libro) con eso, sí, pero también tienen que ver con la memoria, con el recuerdo de los lugares que habité en la infancia, mi relación con la naturaleza, la preocupación del hombre contemporáneo con estos temas, a veces de manera superficial”, a lo que se suma una crítica desde la ironía.

Por ello, reiteró su sentir por el jurado; “me siento contento de que haya sido leído por lectoras importantes, críticas, a las que yo admiro mucho y sí, estoy orgulloso de que le haya ido bien (al poemario)”.

Luego de revelar que éste fue escrito hace ya algunos años y que en algún momento dejó de escribir, adelantó que retomará su trabajo ahora desde otro punto: la literatura para infantes.

“Me gustaría seguir escribiendo libros para niños, es algo que me entusiasma mucho más y claro, seguiré escribiendo poesía para otros públicos”.

No obstante, aseguró que se dará un tiempo para disfrutar este premio; “estoy muy contento, el premio finalmente es para un libro inédito, sin embargo, yo creo que para haber llegado a este momento también hay que tener en cuenta los años atrás que hay de trabajo, escritura, de oficio y para mí, sin que quiera decir que lo sea, esto es en cierta medida un reconocimiento a todos esos años y me siento satisfecho”.

Fue el pasado fin de semana que el Instituto de Cultura de Aguascalientes en sus redes sociales anunció el premio, convirtiendo al poeta acapulqueño en el primer guerrerense en obtenerlo en sus más de 90 años de existencia. Si bien el premio como tal se instituyó en 1968, tiene su origen en los tradicionales Juegos Florales Aguascalientes, creados en 1931.

Ballenas cerca de los acantilados de Sinfonía del Mar t Foto: Carlos Carbajal

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Caño

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