Silvestre Pacheco León
El momento de las elecciones se acercaba con relativa calma en la región de la Costa Grande después del artero asesinato del candidato de la coalición Fuerza y Corazón por México de Coyuca de Benitez, Alfredo Cabrera el pasado miércoles, hecho que exige una actuación enérgica del gobierno para detener la descomposición que estalló con aquella masacre cometida contra las fuerzas públicas y sus mandos en octubre del año pasado, pero la guerra sucia en el país se intensificó hasta más allá de la fecha que se conoce como límite legal para la propaganda, toda con el propósito de restarle votos a la 4T, ya sea mediante la inhibición, inventando mentiras para desprestigiar al líder indiscutible de Morena y a su relevo cuando existe la evidencia de que no ya no hay más elementos manipulables como en el pasado porque los ciudadanos que llevaron a López Obrador al triunfo no solo se mantuvieron, sino que se incrementaron para darle continuidad al proyecto.
La mayoría de los medios de comunicación tradicionales serán parte de los grandes perdedores en estas elecciones porque han mostrado su ineficacia como manipuladores de la voluntad popular.
En la Costa Grande, por ejemplo, obnubilados en el tema electoral se han abstraído de problemas tan trascendentes como la sequía, los incendios forestales y las elevadas temperaturas, particularmente dramáticas en la cabecera municipal de Petatlán donde las autoridades locales anunciaron que solo había reservas de agua para atender la demanda del sábado, sin que tuvieran alguna fuente viable de abastecimiento para el futuro. Prefirieron seguir con la propaganda, que no información, a favor del bloque conservador que difundiendo los temas de interés para la sociedad.
Pero volviendo al tema de las elecciones, en Zihuatanejo el ambiente por la cercanía del día de las votaciones ya no por la incertidumbre de quien ganaría, sino el porcentaje en la diferencia de votos que alcanzaría Claudia Seheinbaum frente a su más cercana o cercano perseguidor, pues incluso se ponía en duda si la candidata hidalguense podría retener el segundo lugar o si Maynez daría la sorpresa.
Desde antes de las elecciones había suficientes muestras de que la gran mayoría de electores tenía ya definido su voto porque más allá de lo que refutaban los teóricos e intelectuales orgánicos acerca de lo manipulables que resultaban los electores que “no se daban cuenta de que con los programas sociales se les estaba comprando su voto” la gente tenía claro que en el 2018 había construido una fuerza política que se hizo gobierno para hacerlo todo, o casi todo, a su favor.
Por eso ya en la última etapa de la campaña el bloque opositor se dio cuenta de que esa relación de solidez establecida por Morena y los electores no iba a cambiar, recurriendo desesperadamente a la argucia de que si ellos ganaban respetarían los programas sociales y hasta harían lo propio para incrementarlos, pero los ciudadanos, con lo suspicaces que son prefirieron extender su confianza por Claudia como el mejor relevo de Andrés Manuel López Obrador para continuar con la transformación que ya nos daríamos por satisfechos si pudiera extender a toda la república el gobierno que hizo en la ciudad de México, donde todo indica que Clara Brugada será la nueva jefa de gobierno también con una diferencia notable frente al candidato del bloque conservador Santiago Taboada, la primera con el 61.4 por ciento y el segundo con menos del 32 por ciento.
Si los resultados del PREP que dan para Claudia el el 65.4 por ciento, a Xóchilt el 36.8 por ciento y a Maynez el 9.4 por ciento, la diferencia entre el primer y segundo lugar es de más de 28 puntos. Y si del número total de votantes de la lista nominal participaron el día de la elección 70 millones de mexicanos, la candidata de la 4T obtendrá 45.7 millones de votos, algo así como 15 millones más de los que obtuvo Amlo en el 2018.
La expectación era de pronóstico reservado en lo local debido al resultado de encuestas que encendieron los focos rojos en la coalición que apoya a la candidata oficial Lizett Tapia porque mostraron una competencia cerrada con la candidata de Morena.
Por eso en un intento desesperado el PRI recurrió hasta el último día de su campaña al mecanismo repetido que consiste en una llamada telefónica de algún operador u operadora electoral a las personas enlistadas en solicitudes para arreglo de una calle y la extensión de la red de alumbrado público.
El ofrecimiento del operador para atender de manera urgente la solicitud si el o la beneficiaria está dispuesta o dispuesto a votar por la candidata oficial, lo cual debería confirmar con una foto de su boleta de votación.
Lo anterior en el caso de Zihuatanejo, uno de los últimos bastiones del PRI en el estado, fue complementado con la apertura, dos días previos a las elecciones, del rehabilitado y remodelado Partenón de Zihuatanejo que el gobierno local consiguió en comodato para convertirlo en centro turístico y cultural con la firma del afamado arquitecto Enrique Zosaya.
En el caso muy local se ha manejado de manera propagandista un modelo de gobierno que tiene complacida a la comunidad por su eficacia en el otorgamiento de los servicios públicos, particularmente de limpia y recolección de residuos, reparto de agua, aunque sea en tandeos para todas las colonias del puerto, certificación de playas y últimamente el anuncio del desazolve de la laguna de Las Salinas que funciona como vaso regulador de previene inundaciones de la ciudad, más embellecimiento de áreas de uso común, jardines y parques en la ciudad y cuidado de las áreas verdes y recreativas.
Aunque el caso criticable es la priorización en la urbanización del anfiteatro cuando se sabe que esos asentamientos humanos fueron resultado de acciones ilegales más vinculadas a la negociación de votos que a la viabilidad del desarrollo urbano.
La inversión pública en el anfiteatro además de que su impacto puede ser ínfimo, dejará otras prioridades en las colonias tradicionales que dan muestra de requerir obras de rehabilitación y mejoramiento en la infraestructura urbana.
Uno de los temas actuales que se ha dejado crecer es el de la falta de cajones de estacionamiento para un parque vehicular en crecimiento y donde está haciendo crisis es en los centros educativos, pues los pocos que cumplen con la norma de destinar una superficie de sus terrenos para el estacionamiento, ahora están comercializándolos como lo hace la mayoría que puede sacar provecho de las áreas de uso común. De ahí que las protestas menudeen entre los automovilistas que cada se exponen a una sanción al verse obligados a estacionarse en lugares prohibidos o en doble fila.
Pero después de estas elecciones que se convirtieron en la madre de todas las anteriores viene lo más complejo para el país, para Guerrero y para Zihuatanejo.
