3 enero,2023 3:59 pm

Las mujeres no tenemos de otra que ser fuertes: Liudmila Ulítskaya

 

Ciudad de México, 3 de enero de 2023. Liudmila Ulítskaya, autora rusa con antepasados ucranianos judíos, ha revolucionado la literatura de su país. Desde su novela Sóniechka (1992) desafió los abordajes narrativos y el retrato de las identidades.

En reconocimiento a su obra, en septiembre pasado recibió el Premio Formentor de las Letras 2022, un reconocimiento que ella aceptó con afecto y que resulta un desafío cultural frente a la situación global.

El galardón, según el jurado, le fue conferido por “el poderoso aliento narrativo con que registra las más sutiles emociones del alma humana, por la sensibilidad con que cuenta la epopeya de las personas arrojadas al laberinto del mundo, por la delicadeza con que rehabilita la dignidad de los hombres y mujeres sometidos al despótico azar de la desdicha, por la soberbia índole de sus personajes y su ondulante, aguda y deslumbrante conversación”.

Con 79 años, la autora se encuentra actualmente exiliada en Berlín desde marzo pasado, casi obligada a salir de su país por uno de sus hijos cuando comenzó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, del cual ha sido crítica, a tono con diversas voces del mundo literario y editorial.

En ese contexto, la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara la invitó a estar presente en la pasada edición del encuentro, pero un problema de salud impidió su asistencia, según informó entonces al diario Reforma el departamento de comunicación del Premio Formentor.

Sin embargo, la autora, candidata frecuente el Nobel de Literatura, respondió una entrevista concedida a propósito de la entrega del galardón, que recibió a distancia en la FIL.

¿Qué ha significado para usted este premio y las conversaciones que ha suscitado, sobre todo en el clima político en Europa?

Un premio siempre es un buen evento. A decir verdad, hasta ahora no he notado ninguna reacción especial. Desde el punto de vista político, el hecho de que el premio se haya concedido a un autor ruso en medio de esta monstruosa campaña militar demuestra que la cultura está por encima de la política. No puedo sino acogerlo. Gracias al jurado que también antepuso la cultura a la política.

En general ¿cómo es el contacto que tiene y ha tenido con la cultura hispana?

El primer libro “adulto” que leí cuando aprendí a leer fue el Quijote de (Miguel de) Cervantes. Era un volumen académico enorme, con muchos comentarios y notas, y, para una enorme sorpresa de mis padres, estuve leyéndolo durante mucho tiempo. Es que los niños de esa edad suelen leer cuentos de hadas. Así que, creo que se puede afirmar que mi primer libro fue un libro español en una traducción rusa, y muy bueno, por lo que puedo juzgar ahora.

En su momento, la literatura escrita en español causó en Rusia un gran revuelo: fue la época en que se tradujeron por primera vez al ruso autores de habla hispana, lo que inauguró una larga temporada de fascinación por el realismo mágico y el ensayo que roza el borde de la ficción con matices esotéricos.

Las relaciones entre las mujeres en sus libros funcionan siempre dentro de un entendimiento adelantado a su época. Hoy, con las discusiones sobre los feminismos, ¿siente que se están dando pasos importantes que cambien el rumbo de los hechos históricos que hoy vivimos?

Mi vida ha funcionado muy bien en algunos aspectos: el hecho de ser mujer no me ha obstaculizado en ninguno de mis empeños. Ésta es la razón por la que no me he involucrado activamente en el feminismo como movimiento. Si hubo algo que me obstaculizó en alguna de mis iniciativas fue mi carácter, no mi género. El propio feminismo surgió como reacción a la supresión de las mujeres por parte de los hombres. Nunca he experimentado la “represión” en la vida pública ni en mi vida familiar. Tengo que preguntar a mis maridos (me he casado tres veces) qué opinan al respecto. A lo mejor he estado eligiendo a los “compañeros adecuados”. No digo que no exista este problema, sólo que en mi vida no lo hubo. Aunque por descontado me solidarizo con el movimiento. Más aún, creo que con las mujeres al mando, el mundo sería mucho más sano y seguro.

¿Qué les desea a las mujeres del futuro, en ese sentido?

Mi deseo sería muy trivial: que se acaben las guerras, herencia de tiempos arcaicos; que la gente aprenda a negociar, a conversar, sin lanzarse bombas y matar civiles.

En sus libros hay un énfasis muy importante en las familias diversas. ¿Así es el grueso de las familias que le rodean o se trata de una provocación al estereotipo de la familia tradicional?

Ahora que me has hecho esta pregunta, me he parado a pensar en por qué a mi alrededor veo tantas familias diversas, atípicas. Lo más probable es que se deba a que Rusia es un país de mujeres fuertes que han aprendido a afrontar los retos de la vida sin la participación de los hombres. Hubo (y hay) tres factores que han contribuido a la gran deformación de la población en Rusia: las mujeres superan con creces a los hombres.

Los factores son los siguientes: las guerras que se llevan a un gran número de hombres; las cárceles, donde se recluye a un número bastante elevado de hombres en edad reproductiva, y, por último, el alcoholismo, que hace que los hombres sean incapaces de ejercer la función de padre de familia.

Tal es el panorama demográfico. Las mujeres débiles no pueden hacer nada en esta situación; no hay espacio para ellas. No tenemos de otra que ser fuertes. Y formar familias supone a menudo reinventar y adaptarse.

Para leer…

Entre los libros de Ulítskaya que pueden encontrarse en el mercado en español, bajo el sello de Anagrama, destacan:

-Sóniechka (1992)

-Los alegres funerales de Alik (1997)

-Mentiras de mujeres (2002)

-Sinceramente suyo, Shúrik (2004)

Texto: Alejandra Carrillo / Agencia Reforma