Abelardo Martín M.
Los movimientos de emancipación, liberación o reivindicación de los derechos de las mujeres deben tener sentimientos y conclusiones encontradas respecto de los resultados de esta lucha que, en el mundo, lleva mucho más de cien años, aunque en México el derecho al voto femenino data de la mitad del siglo XX.
Por un lado, espacios de la vida laboral, sin duda alguna, han sido ocupados eficientemente, en muchos casos mejor que por los hombres. En la actualidad no existen tareas o campos en los que las mujeres estén vetadas o autovetadas, ni en la carrera espacial, armamentista, en la ciencia, en la tecnología o en los trabajos rudos de la minería, la construcción o cualquier actividad, trabajo o profesión humana.
Su espacio como “la reina del hogar” o “reina de la familia”, se ha desvanecido a cambio del supuesto trato de “iguales” con el marido, concubino o pareja. Sin duda alguna las mujeres, como género, tienen hoy más responsabilidades y reconocimiento, pero han tenido que multiplicar la cantidad de trabajo que realizan y hasta, en muchos casos, suplen las insuficiencias, ineficiencias, vicios y mañas de muchos hombres, que han aprovechado esta situación para tomar un papel comodino en el seno del hogar o en el mundo laboral.
Es innegable la necesidad de reivindicación de las mujeres en la sociedad, pero los resultados prácticos en las clases menos favorecidas o bajas, es que las mujeres han asumido, adoptado y cargado con mayores responsabilidades que antes parecían exclusivas de los varones. Pocas veces, ahora, se escucha el calificativo de “desobligados” que tenía una carga moral y social al hombre que incumplía sus obligaciones hacia sus dependientes. Hoy los hombres comparten –en muchos casos con ventaja– los gastos de la familia, en donde la mayoría de las mujeres, más allá de sus responsabilidades como madres cuando lo son, deben cumplir un papel al 50 por ciento de los gastos domésticos.
La celebración, pasado mañana, del día internacional de homenaje a las mujeres, debiera corregir desviaciones y errores. Sí se ha avanzado, pero la marginación, el maltrato, la discriminación, el trato no igualitario hacia las mujeres en casi todo el mundo laboral, permanece. Sí hay ahora altas ejecutivas, destacadas políticas, pero la cultura machista, con todas sus consecuencias negativas, no sólo sobrevive, sino que ha polarizado en muchas partes. Ahí están como ejemplo cotidiano, la violencia contra las mujeres en el hogar, la desconsideración y el maltrato en el ambiente laboral, social y familiar, ahora con la justificación de que “somos iguales”.
Muy bien la emancipación, la liberación, la igualdad, sobre todo la justicia, pero también condenable la pérdida del buen trato, consideración, deferencia, cordialidad hacia cualquier ser humano, pero más aún hacia las mujeres. No en balde, la sabiduría popular ante cualquier emergencia con la consigna de “las mujeres y los niños, primero”. Por cierto que en una celebración adelantada del mencionado Día Internacional de la Mujer, la gobernadora guerrerense se reunió con otras mandatarias de entidades y lideresas políticas de la 4T en la ciudad de México el pasado domingo. A las celebraciones oficiales, seguirán las marchas de mujeres, algunas muy radicalizadas en los recientes años. En sus demandas tienen indudablemente razón, aunque entre la ciudadanía se cuestionan las maneras violentas y destructivas de algunos grupos de manifestantes.
En otros temas, el económico tan relevante en estos días, el dólar llegó a su nivel más bajo en la cotización en pesos, lo que ha sido resultado del buen manejo de la macro economía y, también, en este rubro, luego de acordar con el Presidente Andrés Manuel López Obrador las mejores condiciones para el país, sobre todo las que tienen que ver con el cuidado de la muy escasa agua potable en el norte, uno de los hombres más adinerados del planeta, dueño de la principal marca de automóviles eléctricos, confirmó la instalación en Monterrey de la que será la planta automotriz más grande del mundo.
El hecho, de una gran trascendencia, es uno de los factores que ha impulsado en los recientes días la fortaleza del peso frente al dólar, que se ha vuelto a cotizar por debajo de las 18 unidades por dólar, nivel que no tenía desde hacía cerca de cinco años.
La inversión anunciada, de más de cinco mil millones de dólares en la primera etapa, que se construirá en menos de un año, se multiplicará por mucho más, habida cuenta de la dinámica de la industria armadora, la cual conlleva la creación de empleos indirectos y el surgimiento o crecimiento de empresas proveedoras de autopartes, como plásticos y micas, hules, cristales, chips, y toda suerte de componentes y accesorios.
Pese a las críticas en el mundo ligado al empresariado por la política económica gubernamental, lo cierto es que a lo largo de estos años se ha mantenido un flujo estable de inversión extranjera, hay estabilidad e incluso mejoría en la moneda mexicana, se generan empleos y se mejora el ingreso de los mexicanos.
Frente a esta bonanza económica, las aguas de la política en cambio se han agitado. Un ingrediente para ello han sido las recientes reformas al sistema electoral, conocidas como el Plan B, porque el Ejecutivo las propuso y el Legislativo las aprobó, luego de que la correlación de fuerzas en el Congreso de la Unión impidió una reforma constitucional.
Las modificaciones hechas a leyes secundarias han desatado la polémica, y ya han derivado en recursos contenciosos que terminarán resolviéndose en la Suprema Corte de Justicia.
Entretanto, y como parte de estas acciones, las nuevas normas legales no se aplicarán en las próximas elecciones estatales en Coahuila y el estado de México, pero la resolución judicial, que deberá producirse de manera perentoria en los próximos meses, definirá si son desechadas o estarán en vigor en los comicios presidenciales de 2024.
Otra batalla en ese ámbito es la inminente elección de cuatro consejeros, entre ellos quien presidirá el Instituto Nacional Electoral, sobre lo cual el Tribunal en la materia ha determinado que debe ser una mujer, pero en el Congreso de la Unión se habla de la imposibilidad de modificar reglas de un proceso que ya está en marcha, sobre el cual se han generado derechos de quienes se inscribieron para concursar el cargo.
En estos tiempos, y en la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el diferendo cobra un mayor sentido. Es de esperar que en la solución de estas discrepancias el principio de paridad al que después de tantas luchas se ha llegado, se haga valer en un organismo fundamental y estratégico.
Mientras tanto en Guerrero, la interminable historia de violencia que ya ha causado unos 25 mil desplazados, acusa un efecto de hartazgo y cansancio entre la población. En este sentido cabe destacar la marcha del fin de semana pasado en Teololoapan, donde pobladores de la comunidad e integrantes de la policía comunitaria marcharon en demanda de paz, luego de innumerables episodios de violencia. Unos días antes, en Iguala, durante la conmemoración del nacimiento de la bandera nacional, la gobernadora equiparó esta fecha como una oportunidad para la reconciliación y la unidad.
