15 mayo,2021 5:18 am

Ley del Clima Europea

Octavio Klimek Alcaraz

 

La neutralidad climática debe estar consagrada en la ley.

La Unión Europera (UE) quiere establecer legalmente el objetivo de una Europa climáticamente neutra para 2050. La activista Greta Thunberg calificó los planes como una rendición.

Cuando se habla del concepto de neutralidad climática, se comprende que se trata de reducir drásticamente las emisiones de gases de invernadero, de manera que sólo se emita lo que la atmósfera –el planeta– es capaz de absorber. También se conoce como cero emisiones netas.

Por supuesto, esto no significa dejar de emitir, sino que se emitirá lo mínimo para que los gases de efecto invernadero sean absorbidos mediante bosques y otros sumideros, lo cual tiene críticas, ya que abre rendijas para aquellos que piensan que con tecnología de captura de emisiones se puedan lograr estos sumideros, para así seguir emitiendo gases de efecto invernadero sin entrar realmente a reducirlas o de plano eliminarlas.

Es importante por ello comentar que el pasado 21 de abril de este año, el Consejo de la Unión Europea –que lo integran los gobiernos de sus 27 países miembros– y el Parlamento Europeo llegaron a un consenso para alcanzar una Ley Climática de la Unión. La principal meta de la Ley será llegar a la neutralidad climática en la UE en el año 2050 a través de todas las políticas, de forma socialmente justa y rentable, cero emisiones netas (https://ec.europa.eu/clima/policies/eu-climate-action/law_es#:~:text=La%20propuesta%20de%20la%20Comisi%C3%B3n,neutras%20de%20aqu%C3%AD%20a%2020509.

El objetivo de neutralidad climática sigue dejando abierta la rendija a que no se logré otro objetivo más estructural, que es el de cero emisiones brutas de gases de efecto invernadero. Sin embargo, se pretende dar prioridad a la reducción de emisiones sobre las absorciones, de tal forma que se tiene la meta de reducir las emisiones netas en al menos un 55 por ciento en 2030 respecto a los niveles de 1990.

Ahora esta meta se blindará en Ley con un objetivo jurídicamente vinculante. El recorte del 55 por ciento de emisiones se plantea para los 27 países de la Unión Europea, todos deberán de contribuir en las metas, pero algunos tendrán que hacer un mayor esfuerzo, como es el caso de España, que tiene como meta un recorte de emisiones de sólo 23 por ciento al 2030.

Al respecto, la Comisión Europea estará facultada para emitir recomendaciones a los Estados miembros cuyas actuaciones no sean coherentes con el objetivo de neutralidad climática, y los estados miembros estarán obligados a seguirlas o a justificar el motivo de no haberlo hecho.

También se exigirá a los estados miembros que formulen y apliquen estrategias de adaptación para reforzar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad ante los efectos del cambio climático.

Asimismo, se plantea la creación de un consejo asesor científico europeo sobre cambio climático de 15 expertos de la Unión para asesorar científicamente en el logro de las metas propuestas.

A más tardar en junio de 2021, la Comisión revisará, y, en su caso, propondrá revisar, todos los instrumentos políticos pertinentes para cumplir las reducciones adicionales de emisiones para 2030.

Luego, a más tardar en septiembre de 2023, y posteriormente cada cinco años, en consonancia con el balance mundial del Acuerdo de París, la Comisión evaluará la coherencia de las medidas nacionales y de la Unión Europea con el objetivo de la neutralidad climática y la trayectoria de 2030-2050.

Se requieren para lograr las metas climáticas revisar y endurecer 54 normas de la UE, que tienen que ver con la energía, el transporte, la construcción y el comercio internacional.

El sistema de comercio de emisiones va a ser reformado para expulsar a los combustibles fósiles no sólo del sector eléctrico, sino de todo su sistema energético, van a incorporar al transporte marítimo y aéreo para que paguen mucho más por sus emisiones.

Actualmente la Unión Europea ha asumido el compromiso de que para el 2030, el 32 por ciento de todo el consumo final de energía sea de origen de fuentes renovables, se está revisando aumentar ese compromiso para armonizar con las metas de la Ley.

Igualmente, se plantea para el año 2035 eliminar los vehículos con base en combustibles fósiles y sustituirlos por vehículos con base en electricidad e hidrogeno. Ello conlleva objetivos más ambiciosos de infraestructura de combustibles alternativos, como son puntos de recarga de los coches eléctricos o estaciones de reabastecimiento de hidrógeno.

En forma similar, para evitar la fuga de industrias europeas a sitios donde puedan emitir sin mayores consecuencias, se está trabajando para proponer la aplicación de aranceles a las importaciones de productos que sean en sus procesos grandes emisores de gases de efecto invernadero. La idea es proteger a la industria europea de un posible “dumping climático”.

Pese a todos esto anuncios, no han faltado las criticas. Por ejemplo, la joven activista sueca Greta Thunberg ha denunciado estos planes como una rendición, porque sólo se estableció una meta a largo plazo. Las contramedidas deberían comenzar de inmediato, escribió Thunberg en una carta abierta con otros activistas cuando se negociaban las metas en el pasado 2020. Centrarse en el objetivo de 2050 significa darse por vencido, escribió en la carta abierta. “No solo necesitamos metas para 2030 o 2050”, dijo. “Los necesitamos especialmente para 2020 y todos los meses y años siguientes”.

Creo que en México no se debe postergar esta discusión. Me gustaría escuchar a quienes están en campaña respecto a sus propuestas y compromisos ambientales.