14 noviembre,2017 6:57 pm

Libertad en el ciberespacio en México sufrió graves retrocesos en cinco años, alerta Freedom House

Washington, 14 de noviembre 2017.- La libertad en internet cayó por séptimo año consecutivo en el mundo debido a un aumento “drástico” de los intentos de muchos Gobiernos de manipular la información en las redes sociales, un fenómeno que afectó a 18 elecciones.

Esta es la conclusión principal del informe anual sobre libertad en internet de la organización independiente Freedom House (FH), presentado este martes en Washington, el que advierte que la libertad en el ciberespacio en México sufrió graves retrocesos en cinco años.

Sobre México, precisa: mientras que actores políticos convirtieron las redes sociales en un escenario de amenazas y manipulación de la información, el gobierno federal utilizó herramientas digitales para espiar a periodistas y defensores de derechos humanos.

En medio de la violencia impune contra la prensa y la libertad de expresión en general que impera en México, los asesinatos de dos periodistas quienes laboraban en medios digitales -Máximo Rodríguez Palacios y Cecilio Pineda Brito- en 2017, las repetidas amenazas de muerte contra otros informadores y los ataques cibernéticos contra portales noticiosos fomentaron la autocensura en línea, agregó la organización internacional.

En su informe sobre el estado de la libertad en Internet en el mundo, Freedom House señaló que México forma parte de los países “parcialmente libres” en materia de Internet y “no libres” en materia de libertad de prensa. Al igual que el resto del planeta, su calificación empeoró en los últimos siete años.

Como parte de sus “preocupaciones serias” en México, la organización mencionó el espionaje ilegal que el gobierno federal operó contra por lo menos 21 periodistas, defensores de derechos humanos y activistas a través del malware Pegasus, desarrollado por la empresa de origen israelí NSO Group.

A más de un año de las primeras revelaciones sobre el uso ilegal de Pegasus, la Procuraduría General de la República (PGR) -que operó el malware, junto con la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)- aún no da a conocer sus avances en la investigación.

“El gobierno mexicano utilizó la débil situación de la seguridad en el país como pretexto para incrementar de manera dramática la vigilancia”, señaló Freedom House, al subrayar que la reforma de las telecomunicaciones del 2014 autoriza a las fuerzas de seguridad -la policía, los militares o las agencias de inteligencia- a pedir a las empresas del ramo los datos de geolocalización de los usuarios.

Y no sólo eso: la organización también denunció los métodos de “cibermanipulación” de empleados en las redes sociales para deslegitimar protestas sociales o criminalizar movimientos. Además, subrayó que en varias ocasiones “funcionarios locales” fueron acusados de torcer los contenidos en línea “a su favor”.

“La cibermanipulación y las campañas de desinformación fueron fenómenos recurrentes desde el año 2012. Trolls atacaron a periodistas, activistas, defensores de derechos humanos, académicos o grupos críticos del gobierno, de partidos o de políticos”, aseveró la organización. También denunció el uso de bots para manipular los debates en redes sociales y difundir informaciones falsas.

Aunado a lo anterior, Freedom House observó que los medios reciben cada vez más solicitudes para retirar contenido de sus portales y este tema delicado se encuentra ahora en tribunales.

La organización recordó que en enero de 2015, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Datos Personales (INAI) atacó a Google ante la negativa del gigante estadunidense del Internet a eliminar de su buscador un enlace hacia una nota de la revista Fortuna que señalaba el involucramiento del empresario Carlos Sánchez de la Peña en un caso de corrupción entre la empresa transportista Estrella Blanca y la fundación Vamos México, presidida por la exprimera dama, Martha Sahagún.

En agosto de 2016, el Séptimo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Primera Región concedió un amparo a la revista.

De acuerdo con el informe de la organización, aunque en México creció el acceso a Internet a través de los móviles -debido a la disminución de los precios en el sector de las telecomunicaciones-, aún persisten estados marginados en esta materia como Chiapas y Oaxaca, donde apenas 20.6% y 13.3% de la población -respectivamente- tiene Internet en su casa.

México tiene la segunda comunidad de usuarios de redes sociales más importante en América Latina y los mexicanos utilizan estas plataformas como herramientas de información y de activismo social, consideró Freedom House: observó que en 2016 las consignas #NiUnaMenos o #Simematan se convirtieron en emblemas de la denuncia contra la violencia de género y los feminicidios.

En Washington y a propósito del informe en general, Michael J. Abramowitz, presidente de FH, explicó que “el uso de comentaristas pagados y bots políticos para difundir propaganda gubernamental fue iniciado por China y Rusia, pero ahora se ha vuelto global”, explicó

“Los efectos de estas técnicas de difusión rápida sobre la democracia y el activismo cívico son potencialmente devastadores”, subrayó.

El informe “Libertad en Internet 2017” se centra en el periodo que va entre junio de 2016 y mayo de este año y evalúa la situación en 65 países, que suman el 87 por ciento de los usuarios de internet en el mundo.

“Los gobiernos están usando las redes sociales para reprimir la disidencia y promover una agenda antidemocrática”, apuntó Sanja Kelly, directora del proyecto “Freedom on the Net”.

“No solo es difícil detectar esta manipulación, sino que es más difícil de combatir que otros tipos de censura, como el bloqueo de sitios web, porque está dispersa y debido a la gran cantidad de personas y bots desplegados para hacerlo”, añadió.

Las tácticas de manipulación y desinformación en internet desempeñaron un papel importante en las elecciones de al menos 18 países, incluido Estados Unidos, “lo que dañó la capacidad de los ciudadanos de elegir sus líderes sobre la base de noticias objetivas y debates auténticos”, indica el informe.

Además, “la fabricación de apoyo popular en las redes sociales para las políticas gubernamentales crea un circuito cerrado en el que el régimen esencialmente se respalda a sí mismo, dejando afuera a grupos independientes y ciudadanos comunes”, dijo Kelly.

La manipulación del contenido en línea contribuyó así a un séptimo año consecutivo de disminución general de la libertad en internet, junto a un aumento de las interrupciones del servicio de internet móvil y un aumento de los ataques físicos y técnicos contra los defensores de derechos humanos y medios independientes.

Los gobiernos de un total de 30 países desplegaron “alguna forma de manipulación” para distorsionar la información en internet, siete más que los 23 del periodo anterior.

“Los comentaristas pagados, trolls, bots, sitios de noticias falsas y medios de propaganda fueron algunas de las técnicas utilizadas por los líderes para inflar su apoyo popular y esencialmente avalarse ellos mismos”, indica el reporte.

La mayoría de los gobiernos se enfocaron en la opinión pública dentro de sus propias fronteras pero otros “buscaron expandir sus intereses en el extranjero, ejemplificado por una campaña de desinformación rusa para influir las elecciones estadounidenses”.

Por tercer año consecutivo, China fue “el peor abusador” de la libertad en internet en el mundo, seguido por Siria y Etiopía.

Menos de una cuarta parte de los usuarios de internet del mundo reside en países donde la red se designa como “libre”, lo que, según los parámetros de Freedom House significa que “no existen grandes obstáculos para el acceso, restricciones onerosas de contenido o violaciones graves de los derechos de los usuarios como vigilancia sin control o repercusiones injustas por el discurso legítimo”.

Desde junio de 2016, 32 de los 65 países evaluados en el reporte vieron deteriorada su situación y los retrocesos más notables los registraron Ucrania, Egipto y Turquía.

España no aparece en el informe, como tampoco otros países del sur de Europa como Portugal y Grecia, y de América Latina se destaca el retroceso en Venezuela, México y Ecuador.

El internet en Venezuela pasó a ser declarado “no libre” en el reporte porque disminuyó el acceso, aumentó la censura y hubo bloqueos y ataques técnicos contra medios y ONG.

De México se denuncian las “prácticas de vigilancia ilegal” recogidas en las investigaciones que revelaron “que el spyware del gobierno atacaba de manera abusiva a las personas involucradas en la investigación de la corrupción y los abusos contra los Derechos Humanos”.

Y sobre Ecuador se señala que durante la campaña electoral de las presidenciales se piratearon cuentas de redes sociales de políticos, periodistas y activistas “de la oposición” para “difundir desinformación”.

Freedom House es una organización independiente con sede en Washington que da seguimiento al estado de la libertad, la democracia y los derechos humanos en el mundo.

Texto / EFE / apro

Foto / EFE