5 febrero,2022 9:57 am

Llama la directora de la biblioteca 22, Themis Mendoza, a apoyar al recinto, que ya es usado como centro cultural

Tras un trabajo de 45 años en el Zócalo de Acapulco, el lugar es un referente en la sociedad, pero falta la ayuda de los tres niveles de gobierno para apuntalarlo, señala en entrevista

Acapulco, Guerrero, 5 de febrero de 2022. La maestra Themis Mendoza Arizmendi señaló que tras 45 años de servicio en la Biblioteca Pública Municipal número 22 Alfonso G. Alarcón, es necesario insistir en que las autoridades deben ver este espacio como un punto de atención prioritario debido a que se ha convertido en un centro cultural y lugar de referencia de la sociedad acapulqueña.

A pesar del esfuerzo por ofrecer diversas actividades, siempre hay pendientes relacionados con la falta de apoyo por parte de los tres niveles de gobierno, señaló.

En charla con motivo de sus 45 años de servicio cumplidos el pasado 1 de febrero, la egresada de la Escuela Normal Superior recordó que oficialmente entró a trabajar en febrero de 1977, aunque reveló, extraoficialmente estuvo antes.

“Unos ocho meses antes, llevé mis papeles a la Ciudad de México, al Departamento de Bibliotecas, pero no dijeron nada de que yo era menor de edad, así que metí mis papeles y regresé y me fui a la biblioteca a trabajar y esperé mi primer cheque, pero nada; cuando fui a ver (de regreso a la Ciudad de México) se dieron cuenta que tenía 15 y me dijeron que debía tener 16 cumplidos para poder trabajar”.

Así, dijo, no hubo tanto problema; “soy de diciembre y los cumplí en el diciembre del 76 y el primero de febrero del 77 salió mi oficio de trabajo asignada a la biblioteca del Zócalo, que entonces era la única”.

Pasarían cinco años para que la maestra Themis tomara la dirección del lugar y hasta la fecha.

“El que estaba como director, el maestro Miguel Arizmendi, se va y de (la Ciudad de) México le piden una terna, yo en ella, y fui seleccionada”.

Los inicios

En ese entonces, recordó la actividad principal era la consulta de libros; “éramos la única biblioteca de Acapulco y había una gran cantidad de gente; terminábamos cansadísimos, luego de atender las colas de gente que se hacían; una vez alguien nos gritó: Maestra Themis qué regala y le contesté regalo cultura y conocimientos”.

No obstante, ya empezábamos con algunas actividades culturales, dijo, y con ello y al paso del tiempo la biblioteca fue de apoco transformándose en centro cultural, ofreciendo conferencias, presentaciones artísticas y funciones de cine.

Fue en el verano de 1984, por ejemplo, que ofreció el primer taller de verano para niños.

“Inauguramos la Sala Infantil, y teniendo a los papás, a los abuelitos afuera, esperando, pues vimos la oportunidad de ofrecer alguna actividad que a ellos les pudiera resultar atractiva, con ello es que empezamos los talleres para jóvenes y adultos”.

Los cambios

Una vez que la Red Nacional de Bibliotecas creció y se transformó en un monstruo ingobernable, fue que el trabajo se descargó a los estados y municipios, haciendo que las bibliotecas fueran administradas y sostenidas por los tres niveles de gobierno, lo que ha dificultado su operación.

La biblioteca “es una institución que necesita mucho apoyo, de mucho compromiso, no sólo del trabajador o del directivo, sino también de las autoridades; uno hace su trabajo, su esfuerzo, pero llega un momento en que éste se acaba, y sin recursos económicos, no hay nada que alcance para cubrir las necesidades”, asegurando que ante ello, ha tenido que realizar gestiones.

De hecho, recordó que hace 15 años fue rehabilitado el espacio que ahora ocupa y que antes fuera una casa cural y una escuela.

El futuro

Mendoza Arizmendi aceptó que son pocas las personas que ahora acuden a la biblioteca para hacer alguna consulta bibliográfica, pero son muchas las que se acercan al lugar para disfrutar de otras actividades, que ahora ya incluyen la utilización de su sala de internet.

“A mí me asustaba un poco que con la aparición del libro electrónico y las computadoras desaparecieran los libros y de paso las bibliotecas, pero ya vimos que no: las bibliotecas se modernizan, y por eso le apuesto todavía a ella y al público infantil”.

De hecho, comentó que le gustaría tener una bebeteca (un lugar donde se pretende unir a los adultos y a los niños), una sala especial para el Cineclub, una videoteca, una audioteca e incluso una sala de Braile.

“Hay muchos planes, claro, pero para todo eso requerimos apoyo y si lo hay, que bueno; ojalá haya respuesta que uno quisiera”, revelando que ha hecho peticiones incluso a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, pues el edifico ya necesita una renovación.

“Hemos avanzado en muchas cosa pero todavía falta; era como para que ya tuviéramos una biblioteca, un centro cultural de otro nivel; de nuestra parte no ha quedado, la pregunta nunca ha sido cómo lo vamos a hacer sino con qué, pues a veces la buena voluntad no es suficiente, hay que tener el recurso”.

Texto: Óscar Ricardo Muñoz Cano