3 diciembre,2024 8:06 am

Llaman en Atoyac a la unidad de las luchas sociales a 50 años de la muerte de Lucio Cabañas

 

Atoyac, Guerrero, a 3 de diciembre de 2024.- Este lunes se cumplieron 50 años de la muerte de Lucio Cabañas y unos 200 familiares, activistas, normalistas y estudiantes de preparatoria marcharon para conmemorar el aniversario, culminar la semana de actividades que empezó el miércoles pasado y llamar a la unidad de las luchas sociales en Guerrero.

Su hija Micaela Cabañas dijo que el nombre de Lucio Cabañas “es un ejemplo y una guía que creemos que la lucha revolucionaria sigue vigente, no sólo en México sino también en el mundo entero”.

Poco después de las 10 de la mañana, el contingente partió de la Preparatoria 22 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) rumbo al zócalo de Atoyac, con distintas consignas reivindicando al líder guerrillero y al Partido de los Pobres.

La marcha transitó por la avenida Juan Álvarez Sur ante la mirada de vecinos, comerciantes y taxistas, algunos de ellos grabando a los manifestantes, principalmente de los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, unos 30 jóvenes que caminaron detrás del contingente.

Al frente y con una lona que decía “Voces de justicia y dignidad del pueblo” iban la hija de Lucio, Micaela Cabañas, la prima del líder del Partido de los Pobres, Guillermina Cabañas, y otros activistas que participaron en la organización de la semana conmemorativa como la dirigenta de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Norma Mesino.

El grupo detrás era el colectivo Lupita Rodríguez, cuyas integrantes, principalmente madres buscadoras de hijos desaparecidos en los últimos años, luego estaban los integrantes de la OCSS y por último los normalistas.

La marcha duró una hora y finalizó en el zócalo, donde ya esperaban otros activistas y varios estudiantes de la Preparatoria 22, de los cuales se suponía que serían más que los de la marcha junto con el rector Javier Saldaña Almazán, pero llegaron de manera aislada y Saldaña Almazán llegó al municipio, pero no participó en el recorrido.

Después de la entrega de reconocimientos a los ganadores del concurso de básquetbol y de pintura, la hija del finado político izquierdista Ranferi Hernández, Diana Hernández y el presidente de la fundación Lucio Vive, Cuauhtémoc Contreras, leyeron el ideario político del Partido de los Pobres.

Reconocimiento al integrante de la ACNR, Guillermo Sotelo Raviela

De manos de Guillermina Cabañas, quien dijo que “la lucha se dice fácil, pero fue muy difícil, dolorosa para tanta gente”, le fue entregado un reconocimiento al integrante de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), Guillermo Sotelo Raviela.

El compañero del maestro y líder guerrillero Genaro Vázquez recordó a los caídos en distintas circunstancias, mención especial mereció el primer combatiente Prudencio Casarrubias, quien murió en un enfrentamiento en la sierra de Atoyac.

También nombró a Elpidio Ocampo Mancilla, Bernardo Reyes Félix, originario de la calle Sonora de Atoyac, Rosendo Radilla y “a tantos y tantos” desaparecidos en los años 60 y otros encarcelados como él mismo, quien estuvo nueve años en la cárcel del municipio de Perote, Veracruz.

También reivindicó a sus compañeros que siguen vivos, como Abelardo Velázquez Cabañas, los hermanos José e Ismael Bracho, Demóstenes Lozano Valdovinos, Arturo Miranda Contreras y su hermano Gelacio, y Moisés Ocampo.

Contó que tras la muerte de Genaro Vázquez sus compañeros recurrieron a la solidaridad del Partido de los Pobres solicitando cuatro armas, dos cortas y dos largas, pero Lucio les mandó 8, “para nosotros recordar a Lucio en este lugar, después de 50 años de su caída en combate, es un gran honor estar en esta plaza histórica, en esta plaza de Atoyac”.

Activistas asesinados en los últimos años

Micaela Cabañas leyó un pronunciamiento dirigido a su padre, viendo de frente a su estatua, y recordó que también murieron en combate el 2 de diciembre de 1974 Esteban Mesino y Lino Rosas, y sigue desaparecido Marcelo Serafín Juárez.

Conmovida, dijo que su padre al igual como lo mencionó Ernesto Che Guevara en su carta de despedida a Fidel Castro, “en una revolución se triunfa si es verdad, sin duda la revolución pobrista que tú encabezaste fue verdadera maestro”.

Con un suspiro y aguantando el llanto, recordó a los activistas asesinados en los últimos años como su madre Isabel Ayala, Raúl Lucas Lucía, Manuel Ponce Rosas, Rubén Santana Alonso, Rocío Mesino Mesino, Miguel Ángel Mesino, el comandante Ramiro, Arturo Hernández Cardona, Raymundo Velázquez, Luis Olivares, Juventina Villa, Ranferi Hernández, Claudio Castillo Peña, Antonio Vivar, Arnulfo Cerón “y muchos otros más”.

Expuso que los luchadores sociales de Guerrero “han sido perseguidos, asesinados, torturados, desaparecidos, por mantener la vigencia de tu memoria de resistencia, las masacres no han cesado como Aguas Blancas, El Charco, Acteal”.

Dijo que muchas de las condiciones que obligaron al maestro a refugiarse y combatir en la sierra siguen presentes: la pobreza, la salud, la educación, “sobre todo la explotación de los trabajadores, el saqueo, la explotación de los recursos naturales, el cacicazgo, por lo que es necesario convocarnos como pueblo a las concentraciones, a la politización, a la organización, resistencia y a la asistencia política para lograr el cambio por el cual ofreciste y ofrendaste tu vida”.

Convocó “a la unidad de todas las luchas legítimas, organización, solidaridad y acompañamiento de las diferentes causas del pueblo, continuidad de tu pensamiento, respeto de todas las formas de lucha, generar espacios de coordinación, organización y diálogo e impulsar y construir nuestros sitios de memoria”.

Entre los asistentes se vio al ex integrante de la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad), Nicomedes Fuentes, al luchador social Eloy Cisneros, a la vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (Afadem), Tita Radilla, y a sobrevivientes de El Quemado, entre otros.

La semana conmemorativa comenzó el miércoles pasado con un homenaje a mujeres guerrilleras, prosiguió el día siguiente con la inauguración de una calle y un mural en la comunidad El Porvenir, donde nació Lucio, y el viernes se presentaron varios libros de testimonios y análisis de la guerra sucia y acudió al final la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra.

El sábado se realizaron varias actividades en la ex fábrica de textiles y centro cultural de la comunidad El Ticuí, y el domingo se realizó una visita a la comunidad El Otatal, Tecpan, donde murieron Lucio y sus compañeros.

El homenaje a Lucio en la secundaria técnica 107

Antes de la marcha se llevó a cabo un homenaje a Lucio Cabañas en la secundaria técnica 107 República de Canadá, promovido por el encargado de despacho de la dirección de la escuela, el escritor Felipe Fierro Santiago, quien resaltó que era el primer homenaje al líder guerrillero en una escuela oficial.

Participó la maestra Margarita Serafín, quien es hermana de Marcelo Serafín, el guerrillero adolescente desaparecido tras el enfrentamiento, y le dijo a los estudiantes “que las armas sean las palabras”.

También participó el cronista de Atoyac, Víctor Cardona Galindo, quien ofreció a los 448 alumnos de la escuela una breve semblanza de Lucio Cabañas, de quien dijo que era “autodidacta”.

También acudieron la oficial de Verdad y Memoria de la organización Artículo 19, María de Vecchi Gerli, y la coordinadora de Derecho a la Verdad y Rendición de Cuentas de la misma organización pro libertad de expresión, Jessica Alcázar, quienes entregaron varias copias del informe final de la Comverdad y sus anexos a los jóvenes.

Texto y foto: Ramón Gracida Gómez