19 junio,2019 3:48 pm

Llega el hielo marino que rodea a la Antártida al mínimo que se tenga registro

Por otro lado, el promedio de la extensión del hielo marino en el Ártico fue el segundo más pequeño en el registro de 41 años.
Estados Unidos, 19 de junio de 2019. La Antártida registró el pasado mes la menor cobertura de hielo marino para mayo -antesala del invierno austral- desde que se tienen registros.
El National Snow and Ice Data Center de Estados Unidos informó que la extensión del hielo marino alrededor del continente helado se situó en mayo en 820 mil kilómetros cuadrados, que además representa 13 por ciento por debajo del promedio de 1981-2010.
La cobertura por debajo del promedio en el este del Mar de Weddell y el norte del Mar de Amundsen contribuyó al bajo registro histórico del hielo marino de mayo, informa la NOAA.
Por otro lado, el promedio de la extensión del hielo marino en el Ártico fue el segundo más pequeño en el registro de 41 años con 701 mil kilómetros cuadrados (8.5 por ciento) por debajo del promedio de 1981-2010. El récord más pequeño de mayo en la extensión del hielo marino del Ártico se estableció en 2016 en un 10.3% por debajo del promedio.
Durante mayo de 2019 se observó una rápida pérdida de hielo marino en el mar de Bering y en el sur del mar de Chukchi. El Mar de Bering tuvo una extensión casi récord de bajo hielo marino por cuarto mes consecutivo.

19/06/2019 Cobertura de hielo marino en mayo POLITICA INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA NOAA

Prueban reacción ambiental rápida en Groenlandia ante cambios del clima
 
Los ecosistemas árticos experimentan alteraciones ambientales rápidas, fuertes y generalizadas en respuesta a los cambios climáticos, incluso los de magnitud moderada.
Es la conclusión de un equipo de investigación internacional liderado por la Universidad de Maine, que ha encontrado evidencia de un “acoplamiento sorprendentemente estrecho” de respuestas ambientales en un ecosistema ártico que experimenta un rápido cambio climático.
Con más de 40 años de datos meteorológicos y reconstrucciones paleoecológicas, el equipo de 20 miembros cuantificó las respuestas ambientales rápidas al reciente cambio climático abrupto en el oeste de Groenlandia.
Encontraron que, después de 1994, las temperaturas promedio del aire de junio fueron 2.2 grados Celsius más altas y la precipitación media en invierno se duplicó a 40 milímetros. Desde 2006, las temperaturas medias del aire de julio subieron 1.1 grados C.
La respuesta ambiental “casi sincrónica” a esos abruptos cambios climáticos en las latitudes altas incluyó un aumento de la capa de hielo y el polvo, y una avanzada fenología de las plantas. En los lagos, hubo una formación de hielo anterior y una mayor diversidad de rasgos funcionales de algas.
La nueva evidencia subraya la naturaleza altamente sensible de los ecosistemas árticos a las transiciones abruptas, y la fuerza del forzamiento climático, según el equipo, que publicó sus hallazgos en la revista Environmental Research Letters.
Según Jasmine Saros, uno de los siete profesores de UMaine que han realizado investigaciones en el Ártico en los últimos años, comprender cómo responden los ecosistemas a un cambio climático abrupto es fundamental para predecir y gestionar cambios ambientales potencialmente perjudiciales.
“Presentamos evidencia de que los cambios climáticos de magnitud incluso moderada pueden forzar rápidamente cambios ambientales fuertes y generalizados a través de un sistema de alta latitud”, dice Saros. “Investigaciones anteriores sobre la respuesta ecológica a un cambio climático abrupto sugirieron respuestas de ecosistemas retrasadas o humedecidas. Sin embargo, en el Ártico, encontramos que las respuestas ambientales no lineales ocurrieron con o poco después de los cambios climáticos documentados en 1994 y 2006”.
Texto e imágenes: Europa Press